Capítulo II

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No sabía exactamente cuanto tiempo había dormido. Solo se levantó al escuchar ruido proveniente del pasillo. Bostezo para sentarse en la cama teniendo arribaba suyo la chaqueta de su hermano mayor. Tomó esta con sus manos, apreciando a detalle y tacto la suavidad del Interior de la chaqueta.

Miro frente suyo comprobando que la puerta de su habitación estaba cerrada, no tenía seguro, pero que estuviese cerrará le daba la privacidad que necesitaba.

Suspiro poniendo aquella prenda en su nariz, inhalando aquel olor perteneciente al ruso. Quedaban rastros fuertes del aroma a alcohol pero quitando ese detalle, le encantaba el olor de la colonia del ruso.

Por unos segundos más se dedicó a apreciar el olor, tapando su rostro con la chaqueta, sintiendo el ardor en sus mejillas ante el evidente sonrojo que tenía.

Cuando pensó que era suficiente, dobló ligeramente la prenda saliendo de su habitación yendo en busca de Rusia. No había podido decirle que ya no había comida, y Rusia no se daría cuenta hasta después de días cuando el hambre ya le molestara completamente.

Cuando llegó a la pequeña Sala de la casa divisó al ruso pintando el lugar. Los muebles habían sido movidos de lugar; Rusia había vuelto a remodelar  cuando hace apenas dos meses había hecho lo mismo.

Bielorrusia se acercó tocando despacio el hombro de su hermano sin querer asustar le.

Rusia volteo a ver al bielorruso a los ojos y este le devolvió la mirada. Pasaron largos minutos sin que se dijeran algo, solo se miraban fríamente sin comunicar alguna emoción.

—Rusia—

Dijo en un susurro acercando se al mayor. Lo tomó de las mejillas para apreciar la mirada azul rey de su hermano.

Rusia se dejó tocar. Volvio a pasar más tiempo y seguirán igual. Ninguno tenía la iniciativa de decir algo o querer moverse

—Rusia! —

Tres niños se encontraban jugando entre ellos. Corrían de Kazajistán el cual tenía la "trae", pues a este le tocaba atrapar a sus dos hermanos.

Aquel trío reía mientras corrían, Biel tomado de la mano de Rusia siendo llevado al bosque en busca de esconderse de su hermano para recuperar el aliento

—Jaja, esto es tan divertido!—

Dijo Biel retomando el aliento mientras se apoyaba en un árbol. Respiraba hondo recuperándose casi completamente cuando vio al ruso recostarse en el suelo

—Todo es tan genial cuando Padre no está—

Rusia hablo mirando a su hermano, este asintió alegre sentandose a un lado de su hermano mayor sintiendo la hierba tocar sus rodillas. Se sentía agradable usar pantalón corto aunque fuese del uniforme que su Padre los obligaba a usar. La primavera estaba en su más alto nivel mientras las flores y plantas salían rebosantes de olor y polen creciendo magníficamente

—Aunque creo que ya debemos regresar—

Biel miro a su hermano después de lo dicho. Rusia le devolvió aquella mirada, ambos sentían paz mirando los ojos del otro, conservando un intenso brillo cuando se intercambiaban miraras, se sintieron tranquilos. El tono verde esmeralda y azul rey brillaban vivos.

Rusia—

Volvió a llamarlo. Este tocó las manos de Biel para cerrar sus ojos. Su hermano menor siempre a tenido un tacto cálido, siempre a disfrutado de sentir aquellas suaves manos dando le afectó

—Ya no hay comida, hermano—

Rusia gruño fastidiado. No quería salir de cada, tampoco dejar a Bielorrusia solo, y mucho menos sacar a este de aquel lugar que el catalogada como una casa segura. Apenas y aceptaba ir a las juntas mensuales, mayormente siempre faltaban, recibían quejas y regaños que no tomaban con seriedad.

—Debes ir por comida, por favor—

Hablo el menor cerrando sus ojos al sentir como sus manos eran presionadas con brusquedad. Rusia suspiro para dejar las pobres manos de su hermano y mirarlo con desgana

—No voy a dejarte solo. Irás conmigo—

El menor se sorprendió, aunque replicara algo la decisión ya había sido tomada por su hermano. Asintió buscando en donde había dejado la chaqueta de Rusia. Al verla en el suelo la tomó y se la paso al ruso quien solo la sacudió poniéndose la rápido.

Tomó un llavero lleno de varias llaves, todas de distintas formas y tamaños.

Abrió los candados y cerraduras nuevas que había puesto para que su último familiar no se fuera igual que todos. Antes de abrir el último, miro a Biel para con una mano tomarlo fuertemente del hombro, y la otra sujetaba el mentón del bielorruso mirando a su hermano el cual sólo se encogió en el lugar sintiendo la fría mirada del ruso sobre el; Aquellos ojos demandantes transmitían terror. Lo miraban con angustia y posible pánico y tal vez hasta furia

Bielorrusia trago en seco con miedo al sentir dolor en las partes que habia sido tomado

—Ni se te ocurra abandonarme Biel. No te vayas. No puedes irte—

Biel abrió sus ojos en grande sin quitarse de la vista del ruso

—N-No. No lo haré Rusia. Yo me quedaré contigo—

Cerró sus ojos con fuerza. Rusia sonrió levemente abrazando a su hermano y acariciando su cabello

—Buen chico—

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Ambos hermanos se encontraban comprando la comida necesaria hasta la siguiente vuelta al supermercado esperando que no sea pronto.
Los dos se encontraban alertas. Rusia por sí Biel quería escapar, y Biel por ver a tanta gente. Se sentía aterrado de ver cada ciertos pasos a gente que nunca en su vida había visto. Metía las cosas al carrito de compras con Nerviosismo mientras que la fija mirada de Rusia no le era de ayuda.

En los pasillos solitarios Rusia se acercaba a su hermano, abrazando lo por la cintura recobrando la conciencia para no tomar a este y sacarlo rápido del lugar para ir a casa y estar seguros.

El tacto que su hermano mayor le daba le ayudaba a reconfortar se de cada pasillo al que iba. Se sentía protegido entre el cuerpo de Rusia.

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Ya tenían lo necesario, ambos se encontraban ansiosos por regresar, caminaron rápido por un pasillo para cortar camino e ir a pagar, pero Rusia se detuvo al ver varias botellas con aquel líquido del cual se había vuelto adicto. Biel miro nervioso a Rusia que tomaba varias botellas. Reconoció cada marca pues eran las mismas que su hermano siempre compraba.

Suspiro agotado mirando el dinero en el monedero en forma de gatito, contó varias veces para asegurarse de que podían completar con las tres botellas que Rusia había comprado. En total conto tres veces viendo que faltaba dinero. No tuvo más remedio que sacar el cereal y unos pequeños pastelitos que quería comprar.

Volvió a contar ahora completando todo. Sonrió con nervios mirando a Rusia el cual parecía ido de si mismo; estaba disociando.

Biel solo tomó la mano de este llevando lo con el para formarse en una pequeña fila. Pago todo sacando el dinero. Su mano temblaba horriblemente al sentir la ansiedad de estar cerca de alguien desconocido. Rusia poso su mano en la cabeza de Biel agitando la removiendo los cabellos rojizos de su hermano.

Buen chico—

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Hola!

Si algo no quedó claro pueden preguntar:)

Biel tiene pánico y ansiedad social, no puede estar con demasiada gente y mucho menos con gente que no conoce

Sería todo. Gracias por leer:)

No me dejes ||Rusia x Bielorrusia +18!||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora