ESTÉRIL // Adaptación Choni [G!P]

Capítulo 7

La semana continuó transcurriendo, Cheryl había desarrollado cierto instinto protector hacia la morena desde que descubrió lo que la menor vivía, ella quería cuidarla siempre y detestaba tener que dejarla en casa sola con ese monstruo que tenía por esposo, sin embargo no podía hacer mucho cuando la misma Toni le había pedido que no interviniera en su matrimonio, Cheryl se sentía impotente, solo quería lo mejor para Toni, pero esta parecía no querer aceptar su ayuda.

Sin embargo no pudo negarse cuando Cheryl llegó a su casa con una bolsa de comida en una mano y en la otra una cajita con cremas para sus heridas la cual le obsequió.

Cada día la pelirroja había ido para encargarse ella misma de tratar las heridas de Toni, lo estuvo haciendo por un par de semanas hasta que las heridas en su rostro se volvieron casi imperceptibles a tal punto de que aún la misma Antoinette era incapaz de distinguirlas en su piel, ella se sentía feliz, adoraba lo bien que se sentían los dedos de Cheryl sobre su piel cuando acariciaba su rostro con cremas calmantes o regenerativas.

Cheryl estaba orgullosa de su trabajo, ahora el rostro de Toni lucía saludable y todo gracias a ella, no podía sentirse mejor al mirar a Toni curada y feliz, poco a poco se estaba enamorando de la hermosa sonrisa que la menor le regalaba, era la persona más feliz del planeta cuando recordaba que el bienestar en Toni se debía a ella, pero aún así temía dejarla por las tardes a solas con Fangs, ella había visto al hombre en fotos, solamente deseaba encontrarselo algún día en la calle y utilizar cualquier pretexto para golpearlo hasta dejarlo inconciente.

La pelirroja aún no sabía hasta donde llegaría todo esto, ella quería a Antoinette, desde el día uno ella había llamado su atención y ahora que conocía su historia no deseaba más que sacarla de ahí, quería salvarla de su esposo, cuidarla y asegurarse de que nada malo volviera a sucederle jamás.

Pero no podía hacer nada cuando Toni prácticamente se lo había prohibido.

No podía evitar que Fangs la lastimara, solo podía curar sus heridas después de que todo hubiera pasado y eso a Cheryl le dolía.

Ella supo un poco después la razón inválida del maltrato que recibía su menor y le parecía algo muy cobarde el hecho de que Fangs desquitara su coraje con su esposa, ella no tenía la culpa de nada, después de todo Toni no había decidido no darle hijos, simplemente ella no había podido y eso no tenía porqué ser algo malo, tal vez la vida no quería que un bebé sufriera de maltrato como Toni lo hacía, ese hombre no merecía un hijo, no merecía ni siquiera una esposa, entonces él no podía exigirle nada a Toni cuando él era un hombre muy malo.

Además, la morena era una mujer demasiado hermosa como para estar con ese hombre tan insuficiente, ella no merecía ser usada como una máquina para procrear, una mujer como ella se merecía el mundo entero, ¿Acaso Fangs solamente la utilizaba para intentar tener un bebé? Eso era injusto, las mujeres no eran una fábrica de bebés ni nada por el estilo, una mujer como ella debía ser complacida y Cheryl estaba totalmente segura de que alguien como Fangs era incapaz de conseguirlo.

—¿Entonces su único propósito es procrear?— Cheryl preguntó incrédula.

—Así es, pero yo no he podido darle un hijo, entonces... Todo ese maltrato es mi culpa— La menor bajó la cabeza al decirlo.

—Oye, no digas eso— Cheryl pidió tomando las manos de la contraria mientras buscaba su mirada —Tú no eres culpable de nada, no vuelvas a decir algo como eso.

—Pero, soy una mujer incompleta si no puedo embarazarme.

—Yah, Toni, ese hombre te ha lavado el cerebro, las mujeres no son una máquina de bebés.

—Pero Cher...— Toni iba a empezar a llorar.

—¿Cuándo fue la última vez que Fangs te dió un orgasmo?

Toni abrió los ojos en grande.

—Cheryl... ¿Qué dices?— Ella estaba muy sonrojada.

Demasiado sonrojada.

—Hablo en serio, ¿Hace cuánto no tienes un orgasmo?

—Yo...— Toni no sabía que responder.

—Diablos, ¿Al menos alguna vez te ha dado uno?

Toni negó con las mejillas rojas.

Y Cheryl abrió los ojos en grande.

—¿Me estás diciendo que llevas al menos cinco años sin un orgasmo?

Antoinette estaba muy avergonzada, llevaba cinco años de casada, pero antes de su esposo nunca tuvo relaciones sexuales con nadie, su familia le había enseñado que debía llegar virgen al matrimonio y ella lo hizo.

—Yo... Bueno... Antes de casarme... Yo no...

—Antoinette , tranquilízate— Cheryl pidió con una risita al verla tan nerviosa.

—¡Nunca he tenido uno!— Ella soltó dejándose caer contra el pecho de Cheryl, estaba muerta de la vergüenza —¿Podemos cambiar de tema?

—Diablos, entonces te acostaste con los menos aptos— Chely razonó.

—Llegué virgen al matrimonio, ¿Podemos cambiar de tema?— Volvió a preguntar aún escondida en el pecho de Cheryl.

—¿Nunca te tocaste?

—¿Podemos cambiar de tema?— Insistió.

—Relájate, estamos en confianza y este tema es importante.

—Pero me avergüenza— Ella se sinceró.

—Es algo natural Toni, pero no es nada natural que tu esposo no pueda complacerte, ¿Qué clase de hombre es entonces?

—¡Oye! Es solo que él está más enfocado en tener un hijo.

—Es solo que es egoista, busca su propio placer y no le importa nada más que eso.

—Basta, pedí cambio de tema— Toni una vez más insistió avergonzada.

—Lo siento— Cheryl pidió intentando levantar el rostro de Toni para mirarla, pero ella insistía en esconderse en su pecho.

—Déjame, estoy muy avergonzada— Pidió la menor abrazándose fuerte del torso de Cheryl para que esta no pudiera alejarla de su escondite.

Y esta rió abrazándola también.

—Nunca me toqué porque me dijeron que eso era malo— Confesó aún escondida.

—¿Por qué sería malo?

—Mis papás eran religiosos y decían que m-masturbarse era malo— Ella ni siquiera podía decir la palabra sin avergonzarse nuevamente.

—No lo es, es peor entregarse a alguien sin amor.

—Pero aquí estoy, es la vida que me tocó— Toni se encogió de hombros restándole importancia.

—Eso podría ser diferente— La mayor soltó con total sinceridad.

—¿Cómo?— Ella quería saber, estaba realmente interesada.

—Pues...— Y Cheryl también quería decirlo.

Sin embargo la alarma de Toni la interrumpió.

Cheryl debía irse.

Debía dejarla en manos de ese bastardo con la inseguridad de poder encontrarla al día siguiente con nuevas heridas de maltrato. Y ella no quería eso, le había costado tanto quitarle esas marcas de violencia como para que de un día a otro su esposo le hicieran nuevas.

Pero no podía hacer nada más.

Nada más que irse.