Laura
Acababa de llegar de Miami, se sentía bien volver a New York, mi ciudad natal. Aquí se encontraban muchos recuerdos, desde mis primeros años hasta mis becas y oportunidades no aceptadas.
New York es una ciudad muy fresca, donde podías encontrar a gente amable y otras personas no. La mayoría no te ofrecía mucha empatía, que digamos, pero siempre considere que los neoyorquinos tenían un temperamento igual de frío, que el clima que se llevaba a cabo en esta zona. Algo estúpido.
Pero, New York era importante para mi, por la simple y plena razón; de otorgarme preciosos paisajes los cuales se pueden capturar en una fotografía, a cualquier hora, y de todas las formas posibles, esta seguiría siendo hermosa.
El aire acariciaba mi cara de una manera tan distinta a como soplaba el viento en Miami.
¿Por que estaba en Miami?
Me habían ofrecido una beca en la mejor universidad central de allí. Siempre considere estudiar en Harvard, pero preferí dejárselos a otros, aquello no era para mi, lo mio era un estilo mas clásico; un instituto poblado de jóvenes. Aunque siempre fuí una niña muy madura, a causa de mi desarrollo temprano, nunca logre adherirme a esos espacios. Me era muy difícil, ya que, la mayoría corrían riesgos y se metían en problemas mientras que, yo, no encajaba en aquellos grupos. Todos preferían ir a fiestas, mientras yo me quedaba en casa leyendo algún libro o estudiando. Además, del instituto también estudiaba en casa, todo porque papa me obligaba. Siempre, me enseñaban métodos avanzadas o cálculos de administración jamas vistos en la escuela, lo cual me frustraba.
No me consideraba una persona muy social, ya que nunca tuve amigos, aunque si tuve a Jack, pero el es otro caso.
En Miami, logre conseguir a dos personas increíbles quienes me comprendían, lo cual me hacia sentir en casa. Me hacían bien. Sus nombres eran; Sabrina y Adam. Eran hermanos y Adam, era gay. Me entusiasmo mucho la idea de tener un amigo gay, sobre todo el, quien era masculino, pero cuando mencionabas chicos o ropa, la masculinidad se iba por el caño. Los extrañaba bastantes. Nos prometimos que cuando nos volviéremos a ver, haríamos locuras y en una de esa, estaba bañarnos desnudos el la piscina de su casa.
¿Que había estudiado en Miami?
Fácil, fotografía.
Hacia ya un mes desde que saque mi diploma de fotógrafa profesional, era muy buena en lo que hacía y estaba orgullosa de ello. Después de tantos años de practica y sacrificio al fin había llegado adonde quería, a obtener mi título. Y no era solo eso, también había estado participando en materias extras, logrando sacar algunos conocimientos en dibujo, diseño, diseño de interiores y exteriores, perspectivas, creación de logos e imágenes públicas. Se sentía magnífico cruzar el primer paso del éxito.
Me consideraba una persona muy observadora, me encantaba ver para analizar las situaciones,y eso era lo que estaba haciendo ahora mismo; ver, observar mi ciudad.
Las calles asfaltadas y limpias. Los autos a la espera del semáforo en verdes, mientras que otros transitaban por las carreteras a distintas velocidades; lenta, suave, rápida, en fin, todos hacían cosas diferentes, todos iban indiferentemente por las calles. Y me sentí mal, porque mi vida era monótona.Yo venia a pie, caminando, escuchando mis tacones chocar contra el suelo de cemento. Algunas personas corrían para tomar el autobus, otras hablaban por teléfono,otras reían ,otras comían y otras venían neutral.
Nada era casi como antes, esta vez había mas personas, mas rascacielos, mas edificios, mas empresas, mas puestos de comida y sobre todo mas parques hermosos, mas lugares remodelados para la satisfacción de personas, y esto era lo que me relajaba; admirar la belleza, para luego ser postrada en mi cámara.
Caminaba por las pobladas aceras de New York en busca de un buen empleo. Pero como siempre la suerte, no esta de mi lado. Había metido solicitudes de empleo en varias empresas y hasta en pequeños negocios y nada, ninguna ha llamado. Creí que un empleo en esta ciudad era fácil de encontrar, pero estaba equivocada en ello. Apenas llevaba una semana y nada me resultaba como lo planeado.
Se suponía que nada iba a salir mal, por que lo tenia todo, por así decirlo y sin sonar presumida; mi papá era uno de los mejores empresarios en el país. Además, de que siempre me molesto tener éxito por el, mi curriculum vitae es extenso, en el aparece mis primeras metas, desde el primer semestre hasta el último y estaba segura, que alguien se interesaría por tener una profesional trabajando en su compañía. Pero, me volvía egoísta al pensar en ello. Tenia que descartar todos esos pensamientos, no quiero ser una ambiciosa.
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Llegue a mi pequeño apartamento, donde me hospedaría hasta tener suficiente dinero para comprar una casa o algo propio.
Aunque el lugar era pequeño, sin duda era acogedor, al pasar la puerta de entrada te encontrabas con todo. Solo consistía en un perchero al lateral de la puerta, una cama matrimonial, al final del cuarto y frente a ella un pequeño mueble, donde descansaba un televisor y mis pocas pertenencias. Una mesa de noche al lado de la cama con una pequeña lampara y un closet a un lado de esta.
Pero antes de llegar a la cama, el cuarto consistía en una pequeña sala de estar con un sofa individual y una mesa ubicada frente a este.
La cocina se encontraba, después de pasar el pequeño pasillo. Para cocinar, era un poco difícil, se me dificultaba mucho el moverme para realizar la comida, pero aun así, me acogía de maravilla.
Siempre tuve un afán por los lugares pequeños, me hacían sentir protegida y eso me aliviaba.
Mi teléfono comenzó a sonar, y trote un poco, hacia la pequeña mesa para cogerlo.
—¿Si?—escuche la voz de mi padre por la otra linea.
—¡Papa!—exclame emocionada, tenía tiempo sin oír su voz.
Papa era un hombre muy aplicado en su trabajo, muchas veces te lo encontrabas con un temperamento imposible de controlar, pero a los doce años aprendí a tolerarlo, bueno casi.
Lo veía a el como un hombre, de ética y normas. Siempre cumplía con su trabajo y yo, su pequeña hija de veinticuatro años, sabía que aun no superaba el abandono de mama, y buscaba su empleo como un escape al desahogo. A mi, por otra parte, me importaba un yunque mama,-bueno, un poco- ella me había abandonado al nacer y no le iba a dar el explicito derecho de venir a reclamarme, lo cual nunca hizo, porque nunca le importe lo suficiente como para arrepentirse de su fatal acto de moral.
—Hija, ¿Como estas? ¿Que tal tu viaje?
—Bien. Se retraso un poco pero fue cómodo.
—Me alegra, no te llame antes, tenía trabajo.
—Descuida, no pasa nada.
Pasa mucho. Y de todas maneras, te llame yo. Pensé, más no lo dije.
—Tenía mucho tiempo sin escuchar tu voz.
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Abrí mi correo esperanzada, de que me hubieran llegado algunos de las empresas, pero como ya dije: la suerte nunca esta de mi lado. No tenía mensajes, nada, ni siquiera alguno de mi hipócrita madre, que tal vez, aparecería, de repente como en las películas, a reclamarme como su hija perdida. Irónico.
Al parecer así empezaba mi nuevo comienzo, mi nueva vida, aquí en New York...
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Primer capitulooooooo yayyy :D
Espero que les guste, no olvides votar please, thanks
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Sólo Sexo |Fanfic 1°| [Raura]
Romance-¿Solo sexo?-pregunte, inocente. No sabia lo que me esperaba. -Solo Sexo.-afirmo el, seguro de si mismo. Aun sus manos sujetaban mi mentón. ********************************** ADVERTENCIA: No me hago cargo de traumas o problemas personales. Leen esto...