Propagación de estímulos - Cynonari.

Parte única.

Había pasado un rato desde que el grupo de Tighnari, Cyno, Kaveh y Al-Haitham se había reunido para jugar Invocación de los Sabios. Tighnari empezaba a tener algún tipo de mejoría con sus habilidades con las cartas, pues la mayoría de las veces conseguía el primer puesto de las partidas, obviamente hasta que Cyno se llevaba la jugada completa.

El objetivo principal de dicha reunión era hablar un poco más de sus rutinas matutinas, llevaban mucho tiempo sin tener contacto cercano, así que buscaban una forma de compartir rutinas para reencontrarse un poco más en las mañanas siguientes. Quedaron en desayunar juntos al día posterior ya que, hasta para el General Mahamatra, era un día tranquilo y sin mucho que hacer.

Cyno y Tighnari se aproximaron a la vivienda juntos apenas terminaron la partida de la noche, pero tenían pensado volver a jugar una última vez más, pues Cyno quería perfeccionar lo máximo posible las habilidades del fennec en las cartas. ¿Para qué? Bueno... sinceramente, ni Tighnari sabe cómo accedió a una idea que causaba tanta pérdida de tiempo.

Apenas llegaron se pusieron cómodos y dejaron ciertas prendas en uno de los muebles que adornaban la casa de Tighnari. El General despojó su gorro y el zorro la camisa más superficial de su atuendo, quedándose con una camisa oscura y delgada que solo cubría completamente uno de sus brazos. Apenas terminaron de arreglarse, cada uno se ocupó de sus cosas: Cyno se encargó de ordenar las cartas y Tighnari de sacar algunos aperitivos que tenía guardados por si surgía alguna reunión sin anticipación alguna para estar totalmente preparado.

El zorro termino de poner dichos aperitivos en la pequeña mesa y se acomodó en la silla frente a Cyno. El General supervisó superficialmente los dulces y se percató de cierto aparato de un aspecto muy tradicional de Fontaine – ¿Qué es? – Preguntó.
– Ah, ¿Recuerdas a Albedo? – El contrario asintió – Pues fue de paseo por un tiempo a Fontaine junto con su ayudante y me envió esto con una carta adjuntada. Dice que es totalmente satisfactorio para fumar, no deja humo pesado y su olor es muy característico, así que preferí probarlo en compañía. ¿Te unes? – Respondió el zorro, siguiendo alguna que otra de las indicaciones que recordaba de la carta de Albedo, esperando por la respuesta de Cyno.

Tras unos pequeños segundos, se escuchó un – Probar nunca está de más, ¿verdad? Dame un poco. – de la boca del General, así que Tighnari mostró una pequeña sonrisa y dejó las cartas de un lado – Solo será un momento. – Dijo, sentándose al lado de Cyno.

La máquina consistía en una estructura similar a una pipa de madera resistente y tallada con pequeños detalles típicos de Fontaine, contrastando con un hilo de color azul con alguna que otra joya de por medio. Así que Tighnari acercó la boquilla a su boca e inhaló un poco, soltando el humo en pocos segundos. Por alguna razón, dicho humo olía demasiado bien como para ser algo parecido al cigarro, pues parecía tener una estructura eléctrica dentro, modificando así su olor, captando la atención del General.

Tras unos segundos, Tighnari habló – ¡Bueno le queda demasiado corto! – Su cara tenía una expresión de satisfacción, relajando así su cuerpo en su sitio. – Ven, prueba. – Le entregó la pipa a Cyno y este, apoyando su brazo en la parte superior del sillón, lo probó con su mirada fija en el zorro.
– Dios, a este punto, las ganas de jugar cartas se me fueron completamente. – Dijo el General, volviendo a probar el contenido de la pipa, pero ahora cerrando sus ojos y recostándose en el espaldar del sillón.

– Entonces supongo que gané, no jugaremos Invocación de los Sabios. Es bueno distraerse un rato, ¿sabes? – Comentó el fennec mientras guardaba el paquete de cartas en su respectiva caja, para después recostarse de nuevo en el sillón y distribuirse un turno de la pipa entre los dos, intercambiando ciertas miradas que delataban la tensión de dicha situación. Aún más cuando empezaron a compartir sonrisas sin razón alguna, solo apreciando el momento.