Parte II

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Cortesía de la casa. —El castaño dejó un tarro de cerveza en la mesa donde Yoongi estaba sentado esperando a que el show diera inicio.

—¿Uh?

—Que es gratis.

Yoongi rodó los ojos.

—Eso ya lo sé, ¿pero por qué?

Jimin se encogió de hombros.

—También me lo pregunto.

Yoongi bufó al ver a Jimin darle la espalda e irse. Tomó la cerveza y la bebió, no iba a despreciarla, necesitaba beber algo para relajarse, pues había tenido una junta estresante de tres horas que le habían parecido eternas.

Los actos dieron inicio. Desde que vio a una linda chica de tez morena y traje rojo supo que debía esperar un poco para el acto que tanto ansiaba. Recordó los hechos del sábado anterior y se preguntó si él se encontraba bien. Parecía tan asustado y vulnerable, que Yoongi quiso protegerlo al instante. Pero cuando menos se dio cuenta el chico ya se había ido y le había dejado con el corazón en la manga.

—¿Puedo sentarme?

Yoongi vio a la hermosa mujer de piel morena que tanto se burlaba de él con miradas cada sábado. No la detestaba, pero parecía que ella siempre trataba de provocarlo al dejarle en claro que no podía acercarse más allá de la distancia del escenario y su mesa. Lo comprendía, pues tampoco quería verse como un acosador.

—Claro.

—Es el siguiente.

Yoongi asintió antes de acomodarse en su silla.

El reflector apareció como cada vez, y fue distinguible la figura. Como todas la veces, se veía como una reina, el maquillaje, el vestuario...

—Where have all the good men gone and where are all the gods?

El acto comenzó de manera abrupta, Yoongi reconoció la letra de inmediato y comenzó a sonreír. ¿Acaso eso era...?

—Somewhere after midnight in my wildest fantasy... somewhere just beyond my reach, there's someone reaching back for me...

Su piel se puso de gallina al escuchar la poderosa voz del personaje en el escenario. Era simplemente maravilloso tenerlo frente a él, tan cerca pero tan inalcanzable al mismo tiempo, pues sabía que aquél encuentro había sido una terrible coincidencia, que esperaba que no se repitiera. No quería ni imaginarse al precioso chico ser maltratado, pues su sangre hervía ante la sola idea.

—I need a hero, i'm holding out for a hero 'til the end of the night! —Yoongi abrió los ojos con sorpresa cuando Venus lo miró directamente al cantar la última línea de la famosa canción de Bonnie Tyler, sin despegar su mirada de él, incluso cuando la luz del reflector se apagó y todo el lugar quedó a oscuras, o al menos eso imaginó desde su lugar en el público.

La canción terminó y la gente aplaudió como era usual.

—Dijo que quería verte —Yoongi escuchó a Leah decir.

—¿A mí?

Ella asintió.

—Me contó sobre lo que pasó el sábado pasado. Todos estamos agradecidos contigo. Quiere agradecerte personalmente.

Yoongi pensó que estaba soñando al escuchar aquellas palabras. Leah le indicó que lo siguiera y así lo hizo, casi tropezando con sus propios pies en el camino.

Llegaron hasta la puerta dorada y Leah se detuvo por unos momento.

—Vas a entrar, pero debes taparte los ojos. Mis chicas se están preparando para sus números.

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