New Order

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~Narra Hayami~

Habían pasado más de doce lunas desde nuestro regreso por los mares del Este y sus tierras, pero aun así nuestros entrenamientos continuaban sin cesar, queríamos hacernos más fuertes. Queríamos mantener en lo alto el prestigio de ser parte de la familia de Sesshomaru- Sama. Y, sin embargo, no nos faltaban nuestros momentos de ocio, como ahora que nos encontrábamos discutiendo estrategias de combate con mis hermanas y Moroha mientras Setsuna tocaba el violín en la minka —que alguna vez, fue sólo de mi madre en su niñez—, cuando de pronto sentimos el olor de Riku en el shōji principal y, "¿Qué diablos hará aquí? ¿Acaso pretende que Otou-san lo maté o qué?" pensé, cuando de un momento para el otro el pelirrojo oscuro ingreso a la estancia, apenas levantando el mimbre de la entrada y diciendo:

—Buenos días, Rin – sama—Haciendo una leve reverencia ante la mujer de kimono lila y morado. —Disculpe que la inoportune, pero será que me puede informar ¿Dónde se encuentra Sesshomaru- Sama?

Haciendo que a su vez Setsuna, deje de tocar su instrumento, cuando el aroma del pelirrojo se hizo más intenso.

—Buenos días, Riku- san— le escuchamos decir, correspondiendo a la cortesía del recién llegado mientras lo dejaba ingresar. —Sesshomaru- sama esta fuera de la aldea en estos momentos. ¿Qué necesita tratar con él? —pregunto con un dejo de curiosidad en su voz la mayor en la vivienda en esos instantes.

—Bueno, vera es que yo...—Intento decir el sucesor de las Tierras del Este, cuando de pronto un bastonazo se hizo presente en los pies del "joven" y, —Auch.

—¿Qué haces aquí? — pregunto Jaken – desconfiado, como de costumbre.

—Como le intentaba explicar a Rin- sama, "rana"—Respondiendo a la criatura verde y de grandes ojos amarillos, quien le daba un segundo bastonazo por la descortesía para con él. —Vine a buscar a Sesshomaru- sama para hablar de algo importante y privado.

—Como te habrá dicho Rin, mi amo bonito, no se encuentra en casa, así que largo que no es bien vista tu presencia estando solo damas aquí, aun cuando yo este presente—Expreso Jaken en tono severo, aunque sin alzar la voz.

—Hasta luego, señora, señoritas— dijo el sucesor de las Tierras del Este al entender que la criatura tenía razón en aquello, a la vez que casi estaba siendo arrastrado por la estancia por la criatura verde entre empujones.


Pasaron varios días de aquel hecho, y como ya se había vuelto costumbre para las noches de Luna Nueva, Sesshomaru, llego a la minka para ese día con varias cosas en sus manos, —no sólo vegetales y frutas— sino también telas nuevas para yukatas o kimonos. Cuando Jaken entro corriendo y a los gritos: —¡Amo bonito, amo bonito... debo contarle algo!

—¿Qué pasa Jaken? — interrogo en su tono característico mientras nosotras tomábamos lo que el mayor de cabellos plateados tenía en sus manos y nos lo llevábamos a la cocina, para guardarlo.

—Vera lo estuvo buscando el niño del Este en su ausencia, y se atrevió a entrar aquí.

Lo que llevo a que el aura del gran demonio del Oeste se elevara y su mirada se tornase aun más fría mientras este retomaba el habla diciendo: —Dile que lo veré en el Inuyasha no Mori al amanecer...

Haciendo que su subordinado, salga con prisa a cumplir su misión. Unas horas más tarde mientras el sol se ocultaba, al igual que lo hacíamos nosotras en el interior de la casa, llegamos a escuchar una conversación entre nuestros padres.


~Narrador omnisciente~

Mientras la familia mayor del Inu No Daiyōkai cenaba en la tranquilidad de su hogar, por fin reunida nuevamente luego de varias semanas de ausencia del jefe de la casa. Cuando de un momento a otro el peliplata mayor dejo sus palillos sobre el cuenco de arroz que tenía enfrente suyo y luego dijo:

Hanyo No Yashahime: New OrderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora