﹑하나 ?

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Con los ojos vendados, las manos atadas detrás de su espalda para evitar cualquier oportunidad de tocarse, Minhee estaba sentado, completamente desnudo, con sus piernas abiertas y la espalda apoyada en el respaldo de la cama, dejando todo su escultural cuerpo a la vista, solo para Serim.

Según el mayor, Minhee se había portado mal, en su ausencia había hablado demasiado bonito y muy de cerca con Koo Jungmo.

Serim los había encontrado justo antes de que sus labios pudieran tocarse.

Tenía que admitir que el chico era rápido, apenas lo había dejado menos de una hora, dándole permiso para quedarse en el bar sin su compañía mientras él hacía otras cosas. Y apenas en un rato ya estaba sentado sobre aquel tipo con cara bonita.

No eran novios, no tenían la intención de serlo, pero en su extraña relación de buen sexo eran una pareja, pero más que nada, Kang Minhee pertenecía únicamente a Park Serim, a nadie más.

Había arrastrado con furia a Minhee hacia el auto, y luego discutió hasta llegar a casa, donde a frase: "Te follare tan duro y tan bien que no querrás ni imaginar estar con otras personas" marcó el inicio de un desafío.

A lo que el rubio había respondido con un "Ni si quiera vas a escuchar un puto gemido de mi boca, porque cualquiera puede dar una buena follada, Park Serim."

Así que ahí estaba, ambos en el cuarto que siempre era testigo de todos sus encuentros.

El pelinegro caminaba de un lado a otro en el cuarto, admirando al chico con ojos lujuriosos, mientras una mano tocaba su mentón, pensativo.

No podía resistirse al menor, menos si estaba así, a su merced, pero el castigo era la razón de eso, y estaba calculando fríamente qué hacer, sin querer caer en golpes, nalgadas o asfixias, no era mucho de ese tipo de cosas.

El sexo duro les gustaba mas que todo eso.

El problema era que a Minhee también le gustaba que le den duro, como Park Serim lo hacia.

Por algo era tal para cual.

Aunque eso ahora les jugaba en contra.

— ¿En algún momento vas a empezar? — Preguntó el rubio con fastidio, se estaba cansando y comenzaba a sentir algo de frío, ya que la calefacción estaba baja, la idea era que ellos calentarían el ambiente, así que el cuarto siempre estaba fresco hasta que ellos hacían lo suyo.

Serim sonrió un poco, con gracia por la actitud del chico.

Sin decir nada, se acercó a él, Minhee movió su cabeza en dirección al ruido de las sabanas mientras lo sentía avanzar.

El mayor se apoderó de su boca con violencia, recorriéndole completamente.

Sintió la mano del chico recorrer con la punta de sus dedos su muslo, yendo hacia la parte interna, haciendo que un escalofrió lo recorriera, conforme el otro subía por su piel para acariciar de la misma manera su miembro, aun dormido.

Serim separó sus labios, escuchando la respiración agitada de Minhee por aquel beso.

— Voy a hacerte rogar para que empiece, Sunshine.

Minhee quiso reír.

Notó a Serim alejarse de su rostro, pero volvió a sentir sus labios sobre su cuello, lamiendo y succionando su piel, mientras su manos tocaban la piel de sus muslos peligrosamente cerca de su pene, pero nunca lo suficiente, yendo hacia su torso, hasta terminar en sus pezones, retorciéndolos un poco, apretándolos, mientras la boca de Serim descendía hacia su miembro, dejando chupetones por todo su pecho y torso.

៶ sunshine: serim ᕀ minhee ꒱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora