Capítulo único

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Advertencias:

Canon divergente spin-off Blue Lock: Episode Nagi

Friends to lovers

Tontos enamorados

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Inquietud

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Ya perdió la cuenta de las veces que ha tenido que reiniciar la partida, tampoco está al tanto de la hora, ni de la cantidad de autos que aceleran sobre el asfalto a varios metros de distancia. Nagi puede captar diversos sonidos, distinguir el origen de algunos, pero aquí lo verdaderamente importante es que Reo está tardando en aparecer. Todo lo demás es irrelevante para él.

Suspira, y lo siguiente que percibe es el gruñido proveniente de su estómago. Un reproche ante la falta de alimento desde la tarde del día anterior. Bueno, tal vez el hambre es primordial en comparación con la ausencia de Reo, aunque está casi seguro de que verlo podría solucionar cualquier inconveniente.

—Reo, ven ya y tráeme algo de comer. —Es solo un murmullo al aire mientras se acomoda mejor en el suelo, recostado contra la pared más lejana a la puerta que da a la azotea.

Podría intentar abrir una ventana flotante de la app de mensajería y escribirle, pero hacerlo implicaría un esfuerzo adicional al que ya realiza manteniendo gran parte de su atención en el videojuego. Ah, la vida es complicada de principio a fin.

Como consecuencia de haber elegido ignorar las demandas alimenticias que le hace el cuerpo, Nagi termina por perder una partida, luego otra, y otra más. Todo lo que le queda es mirar los puntos y la clasificación a la que tanto le costó ascender, ir en picada sin que pueda evitarlo realmente. En definitiva, hoy no es su día.

Las circunstancias lo empujan hacia la acción, primero se toma un momento para mentalizarse, para hacerse a la idea de que tiene que abandonar este lugar tan tranquilo e ir a conseguir comida, del tipo que sea. Cuando se estira, un rayo de sol le da directo a la cara, orillándolo a reconsiderar su decisión. El sol golpea en ángulos diferentes conforme pasan los minutos, de modo que poco a poco le ha ido robando terreno a la sombra que le brindaba la pared. Una muestra más de que la hora del almuerzo está por terminar.

Las pisadas constantes provenientes de detrás de la puerta lo obligan a quedarse en su sitio, aliviado al imaginar que se trata de Reo. Sin embargo, el par de sombras resultantes le indican que está equivocado.

—Ya, deja el misterio y dime quién es, Mika. —El tono de voz es dulce e indudablemente femenino. Nagi asoma media cabeza solo para confirmar—. ¿Es Reo-kun? Sí, tiene que ser él.

La otra chica, de menor estatura y cabello castaño, respinga al escuchar a su amiga decir el nombre sin reservas.

—Baja la voz, por favor.

—Nadie nos va a escuchar aquí, tonta. Ven, vamos a sentarnos y me cuentas todo con detalles.

Chicas. Suelen huir de él porque es raro, lo que sea que eso signifique en el idioma de ellas.

Se ubica de regreso en el lugar que ocupaba originalmente, incluso si la mitad de la pierna izquierda es abrazada por el sol del mediodía. Por mucho que no esté interesado en la conversación que se desarrolla a sus espaldas, Nagi sabe, contra todo pronóstico, que sería bastante imprudente de su parte salir de ahí ahora mismo. El par de amigas lo verían y acabarían por malinterpretar las cosas, que es un chismoso, que desconoce lo que es el respeto y demás.

Inquietud | NagiReoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora