Otra dimensión. (Omegaverse)

22

Una semana era lo que había pasado desde la batalla de Ultrón, los vengadores se habían ido a vivir a un complejo fuera de la ciudad, debido a que la torre estaba en reparacion, a la cual Tony no había podido ir, ya que estaba instalando su nuevo taller y además, siempre que se desocupaba alguno de los Vengadores le pedía algo así se mantenía solo ocupado, incluso ni noticias miraba, pero para él era mejor porque así evitaba pensar en cierto asunto, salió de su nueva habitación dispuesto a ir al taller que recién estaba instalando, se detuvo en la puerta de cierta habitación después de percibir el amargo aroma, dio un suspiro y entró.

- Vamos arañita, anímate. -Mencionó sentándose a un lado de la cama.- Estoy seguro que Brucie volverá.

- Debí hacer algo más... -Murmuró ella.

- Hiciste lo que pudiste, lo que pasa es que ahora él necesita tiempo. -Acarició el cabello de la alfa con ternura, ella no respondió solo se levantó y abrazó al genio, mientras este deslizaba su mano por la espalda de la pelirroja.- No estás sola, nosotros estamos aquí para apoyarte, después de todo somos una manada.

- Gracias Tony... -Susurró ella, aúnque no podía percibir los aromas, sentía esa tranquilidad que el omega le transmitía.

- No tienes que agradecer, ustedes son como mis cachorros, es lo que dicen.

- Exacto, Steve es como nuestro papá y tú nuestra mamá.

- No, soy su otro padre. -Mencionó Tony sujetando las mejillas de Nat y viéndola a los ojos.- No te preocupes por Brucie, se que él estará bien, mejor tú esmerate en ponerte más bella, para que cuando vuelva se quede hasta con la boca abierta.

- Lo haré. -Nat le sonrió.

- Bien, debo seguir ambientando el taller.

Tony se puso de pie y revolvió el cabello de Nat antes de salir, nunca la había visto así, aunque ella y Bruce no estaban enlazados, se podía notar la tristeza por haberse separado, él igualmente se sentía triste casi no había visto a Steve estos últimos días, el rubio se la pasaba con Sam y Scott, eso le molestaba en gran manera, siguió caminando hasta que se encontró con algo que le llamó la atención, sintió que se le hacía agua la boca extendió su mano dispuesto a tomar ese manjar.

- No te atrevas. -Tony frunció el ceño al ver que alejaron aquéllos dulces naturales.

- Ay vamos cachorro, comparte conmigo.

- No soy un cachorro y son para Pietro, pica tus propias frutas.

- Solo quiero una. -Volvió a extender su brazo pero el arquero volvió a apartar el plato.

- Sino quieres picar frutas dile a Steve.

- ¡Y yo que carajo se dónde está Steve! -Dijo molesto, volvió a extender su mano agarrando un pedazo de manzana, al mismo tiempo que Clint golpeó su mano.- Me pegaste...

- Yo-yo... -El arquero quedó viendo al genio, dio un suspiro y le dio el plato con fruta.- Picare más para Pietro.

- Gracias.

Tony sonrió y se fue hacia su taller, mientras que Clint solo suspiró y volvió a la cocina, el genio disfrutó de aquellas frutas algo muy raro, ya que esos no eran los tipos de dulces que estaba acostumbrado a comer pero últimamente comía o bebía cosas que pensó que no volvería a probar.

- Bien, tengo trabajo que hacer. -Dijo observando aquellas pantallas, bueno era lo que pensaba ya que se quedó dormido diez minutos después.

- Tony, Tony, Tony.

- ¡Estoy despierto! -Exclamó volteando a ver hacia todos lados.- Ah hola brujita.

- Deberías ir a tu habitación.