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JOVEN MUERE, CAUSA DE MUERTE: UN OSITO DE GOMA, I

Roier miro concentrado su celular mientras leía, la que ahora él consideraba, su novela favorita del momento: Abismo Pasional. Aunque tal vez ponerla en su top #1 de novelas era algo precipitado, ya que aún no terminaba de leerla realmente.

Un arco. Solamente le quedaba un último arco de la historia y sus tardes de leer Abismo Pasional junto con una coquita y unas cheetos se acabarían.

Después de pasar 589 capitulos junto al sumamente atractivo protagonista de la historia, Roier le había agarrado cierto cariño a este. Incluso después de todas las veces que se quiso arrancar su cuero cabelludo por la impotencia que solía sentir al leer las idioteces que el protagonista cometía en ocasiones.

A pesar de ser promocionada como una historia de romance, Abismo Pasional era mucho más que eso. De hecho, Roier se atrevía a estimar que aproximadamente solo el 27,3% de la historia pertenecía a la categoria de romance. Inclusive, Roier no se había dado cuenta que la novela tenía el #romance hasta ya que ya se había leído 131 capitulos de la novela.

Roier se empezó a reir al recordar como había reaccionado al averiguar el verdadero genero de la historia. Que tondtito Doier, se dijo mentalmente el chico mientras agarraba el snack que lo acompañaba en esa tarde de leer Abismo Pasional: un paquete de ositos de goma.

Sin detenerse a analizar a profundidad el contenido de la bolsa, metió su mano en el material de plástico y sacó un osito de goma. Aun concentrado en leer cada detalle de la novela, Roier introdujo sin ninguna preocupación el dulce en forma de oso en su boca y empezó a masticarlo cuidadosamente. Aunque decir que Roier fue cuidadoso al masticarlo es en realidad un completo engaño.

Después de leer una línea que, en palabras de Roier, "estuvo buenísima"; el peli-castaño empezo a reírse descontroladamente, logrando así que la gomita no fuera masticada propiamente y descendiera prácticamente entera por la faringe del muchacho. Y, si bien no era un dulce con un tamaño gigante, si era lo suficientemente grande como para obstruir el paso del aire a los pulmones de Roier.

Alarmado, el chico empezó a toser bruscamente. Podía sentir como con cada exhalación que daba el paso del aire se reducía cada vez más. En un acto de desesperación, avento su celular al suelo mientras se sentaba en su sillon y trataba de darse golpecitos en su pecho y tosia cada vez más fuerte.

Pero no dieron resultado.

No lo podía creer. ¿De verdad así sería su fin?

Ya se podía imaginar los encabezados del periodico del día siguiente: ¡DE ULTIMA HORA! ¡JOVEN VIRGEN UNIVERSITARIO MUERE DE ASFIXIA CAUSADA POR UN OSO DE GOMA!

¡No podia morir de esa forma tan humillante!

¿Y si su crush miraba los encabezados de las noticias?

Seguro que este lo recordaría por siempre como aquel rarito que murio ahogado por un osito de goma. Roier queria llorar de tan solo pensar en que seria recordado de esa forma tan vergonzosa.

¡Lo peor de todo es que las manifestaciones en las que había estado trabajando aun no se cumplían!

Su crush aun no se le había confesado durante una noche cálida de verano bajo la luz de la luna, delante de un bello estanque de patos que nadaran suavemente por las aguas del lugar; todo justo como el lo había fantaseado miles de veces antes de irse a dormir.

Ya hasta tenía planeado un dialogo mental de lo que le iba a decir cuando su sueño mas anhelado por fin se cumpliera.

Pero ahora todo eso era insignificante porque estaba a un suspiro de morir asfixiado...

Por un pinche osito de goma.

Estaba seguro que sus amigos se reirian de él cada vez que lo fueran a visitar a su tumba.

Ah, sus amigos... Se suponía que hoy Osvaldo, Aldo y Rivers vendrían a visitarlo para jugar juntos Mario Party toda la noche. Una lastima que ese plan ya no se podria llevar a cabo.

Toc Toc

¿Acaso ya estaba delirando lo suficiente como para empezar a escuchar cosas irreales o alguien de verdad estaba tocando la puerta de su departamento?

-Roier! ¡Mien, abrenos!- se escuchó la voz de un hombre que parecía provenir desde el exterior de su departamento.

-¡Andale Roier, apurate! El Aldo se nos anda meando, no va a aguantar- grito otra voz mas chillona pero afónica.

¡No! ¡No estaba desarrollando esquizofrenia! El cielo habia tenido piedad y mando a sus amigos al rescate.

Con desesperación, Roier se tiró del sofa hacía el piso y empezó a gatear hacía la puerta del lugar... Ó no.

Ó no porque en realidad la falta de aire ya le había afectado tanto que sus fuerzas se habían esfumado completamente. Tirarse al piso fue lo máximo y último que logró antes de que perdiera la conciencia y su vista se tornara completamente negra, escuchando de fondo como sus amigos tocaban insistentemente su puerta y le pedían que abriera ya de una maldita vez.

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N O T A S

Bueno, esta es la primer historia que hago jsjsjs
Por ende, espero entiendan que mi experiencia en esto es nula.
La historia probablemente este llena de incongruencias, pésima ortografia y mala redacción.
A pesar de esto, espero que la disfruten al máximo.
Acepto criticas, correcciones y sugerencias. Todo siempre y cuando sean dadas desde el respeto :)

Por cierto, seguro que ya se pueden imaginarse quien es el protagonista de la novela que Roier lee jujuju
;D