Prólogo

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Levanta la cabeza

Jamás la bajes

Eres mejor que todos

Eres una Abagnale

Representa el apellido adecuadamente

La princesa del Sur

Heredera de Fénix

Segunda al mando en la mafia de Jason Abagnale

Tanto cargos y obligaciones para una joven, necesitaba escapar de todos los títulos y fortuna de mi familia

—Necesito una salida Donato - confieso dejando todo mi orgullo de lado - estoy arta de todas mis obligaciones quisiera descansar de mis padres y la familia al menos unos meses

Mi hermano mayor detiene el pequeño experimento con el perro del vecino y me mira sin ninguna expresión

—Eso lo dices por que eres joven, solo tienes 12 años cuando crezcas lo sabras sobrellevar - sigue en lo suyo

—no, no es así - confieso - no soy ni la mitad de buena que tú soy muy diferente a nuestros primos es como si mi ADN se hubiera detenido - Él solo ríe 

—no digas tonterías Leila y no trates de buscar una escusa para escapar solo dime la verdad, soy tu hermano confía en mi - suelto un fuerte suspiro

—quiero irme a Rusia - confieso - mis padres se están peleando por mi custodia, Mamá me quiere separar de ustedes y mi padre no se lo va a permitir

—¿entonces tú decisión es alejarte de los dos? - asiento - esa no es una buena decisión Leila, eres mejor que eso

—también quisiera experimentar - confieso

—¿experimentar? ¿Qué quieres experimentar?

—quiero saber que se siente ser normal

—ser normal es para débiles Leila - al parecer no le agrada la idea - somos Abagnale no te sietes mal de llevar el apellido

—¿podrías tratar de entenderme por primera vez en la vida Donato? - pregunto

—estoy tratando de hacerlo Leila, si quieres irte puedes hacerlo okay ya no me importa que te quieras alejar de mi okay, has lo que te venga en gana

—no quiero alejarme de ti, si quieres puedes venir a estudiar conmigo, el internado al cual me inscribí es muy bueno - indicó

—no Leila yo no puedo dejar de lado a la familia

—¿no puedes dejar de lado a la familia o a la niña? - pregunto acercándome a él

—no puedo dejar de lado a nuestro hermano Leila a él no lo puedo dejar de lado - toma del cuello de mi camisa acercándome a él - tengo que protegerlo a él y a tus asquerosos demonios

—a mis hermanos no los insultas - respondo

—¿cómo sabías que estaba hablando de tus hermanos? - sonríe de lado

—ay te Odio Donato Abagnale - lo empujo haciéndolo reír

—también te Odio Leila y tranquila convencere a papá que lo mejor para ti es ese internado

Mi bella noche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora