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JOVEN MUERE, CAUSA DE MUERTE: UN OSITO DE GOMA, II

Obscuridad... Eso era todo lo que Roier podía ver. Su cabeza dolía levemente y estaba muy confundido. No sabía ni donde estaba ni como es que había llegado ahí.

-¡¿Dónde chingados estoy?!- dijo mientras intentaba buscar alguna clase de pista o señal que le indicará donde estaba. Sin embargo esto fue inútil, estaba completamente a obscuras.

A ver Roier, piensa. Se dijo a si mismo. Tenía que hacer una recapitulación de todo lo que había hecho unas horas atrás. Aunque estaba casi seguro de no haber hecho otra cosa durante todo el día que no fuera leer Abismo Pasional mientras comía como snack un paquete de...

-¡NO MAMES! ¡PUTOS PINCHES OSITOS DE MIERDA!- todos los flashbacks de lo que había pasado antes de su supuesta muerte llegaron a su mente de una.

No lo podia creer. Que jodida forma más lamentable de morir. Aunque, si estaba muerto...

¿Cómo es que estaba conciente ahoritita mismo?

-A chinga', ¿pues donde estoy?...

¿A caso se encontraba en el infierno y esta era su interminable tortura?

Si ese era el caso pues tenía que admitir que el señor obscuro no tenía mucha creatividad que digamos. Roier no subestimaba este castigo para nada, no lo malentiendan, vivir por el resto de la eternidad en una obscuridad total no era ni en sueños algo disfrutable. Pero, si él fuera el director creativo del departamento de castigos en Infernos Corp (empresa imaginaria que Roier se acaba de imaginar y que esta encargada de todos los asuntos legislativos del Infierno), definitivamente se hubiera asignado a si mismo un mejor castigo. Algo como arder en las llamas mas ardientes por el resto de la eternidad, ver como mueren sus seres queridos una y otra vez en bucle ó, aún peor, ser obligado a ver Badabun por el resto de su vida.

Ugh... De tan solo pensarlo le dieron escalofríos.

-Hola Roier

-...

-...

-...

-¿¡Q-QUIÉN DIJO ESO?- Roier pegó un salto del susto mientras retrocedía en dirección contraria de donde provenía la voz que, para su gusto, había sonado demasiado cerca de él. Sus instintos estaban a flor de piel, tenia la piel de gallina y sus pelos se habían erizado. Rapidamente adopto una posición defensiva y volvio a preguntar -¿¡Q-quién esta ahí?! ¡Muestrate ya hijo de tu pu-

-¡Wow! ¡Wow! Tranquilo. No hay necesidad de usar palabras altisonantes ni de alterarnos. Aunque tienes razón, que mala educación de mi parte, una disculpa. Me presento.

Después de escuchar esas palabras una luz cegadora nacio en las penumbras del cuarto. La intensidad de la luz era tanta que provocó que Roier tapara rapidamente sus ojos con su antebrazo en un intento de poder ver mejor.

-¡Ahhhh! ¡Espérate cabron!

La intensidad de la luz fue disminuyendo progresivamente, Roier bajo lentamente su antebrazo y pudo ver a un extraño ser que parecía ser el origen de la luz que apareció tan repentinamente.

Roier pudo identificar por fin al dueño de la voz extraña: un lindo osito.

-Mi nombre es Angelito y me han asignado como tu sistema ayudante personal- continuo el ser con su presentacion en un tono bastante animado.

Bueno, ahora definitivamente no sabía que mierda estaba pasando.

Miro con mucha atención al curioso animalito en frente de él que, después de notar la obvia confusión en la cara de Roier, se puso a dar una detallada explicación de la situación en la que se encontraba. Explicación a la cual definitivamente deberia de ponerle atención pero honestamente estaba más interesado en analizar a este extraño ser llamado "Angelito".

Este pequeño ser parecía ser una especie de osito blanco flotante, con alas en su espalda y una aureola ondeando sobre su cabeza. Y cuando Roier lo describía como pequeño no exageraba, esa cosa era en realidad bastante chiquita, se atrevía a decir que medía aproximadamente lo mismo que dos latas de coca cola.

Su pelo se miraba bastante suavecito y esponjoso, tal vez si le preguntaba amablemente el oso le dejaria tocar su pelaje. Le parecía chistoso como hace sólo un par de minutos se estaba cagando de miedo sólo por una cosita tan lin-

-¡Oye! ¡Oye! ¡¿Me estas poniendo atención!?- uis, ya lo habían cachado.

-¡S-si!- respondió al instante pero ante la mirada incriminatoria del otro se vio obligado a decir la verdad muy apenado.- Bueno, no...

-¡Ay, estos humanos!- la molestia en su voz era muy notoria- Ya ni porque te vengo a dar las respuestas que tanto debes de andar buscando me pones atención. Pero si asi lo prefieres, te puedo dejar aqui solo solin solito

-¡No! ¡Por favor no!- el castaño rapidamente se arrodillo mientras le suplicaba- Ya pondre atención, ¡lo juro por mi tripita!

Resignado, el oso no tuvo de otra más que reiniciar su explicación, después de todo, realmente no podía abandonar a su nuevo protegido aunque él asi lo quisiera.

-Esta bien, empecemos desde el inicio. Mi nombre es Angelito y me han asignado como tu guía- dijo con un tono no tan animado como el que uso en su primer introducción.

Y como si se tratara esto de una clase de primaria; Roier, que se encontraba ahora sentado en el suelo, levantó su mano derecha para hacer saber que tenía una duda.

-¿Si, Roier? ¿Tienes alguna duda?- respondió el Angelito con un tono amable que Roier casi podía jurar que era fingido.

-Si, tengo varias en realidad. Primero que nada, ¿Qué eres? ¿En qué me vas a guiar exactamente? ¿Dónde estoy? ¿Cómo es que llegué aquí? ¿Puedo salir de aquí? ¿Estoy muerto? ¿Este es el infierno? ¿Cómo agendo una cita con el señor Diavolo? Me gustaría presentarle algunas de mis propuestas para poder elevar el nivel del lugar, no es por ser muy vieja criticona pero sinceramente yo creo que-

-¡Ya bastaaaaaaaaaaaaa!

Genial, ya había logrado que el osito se molestara de nuevo.

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Bueno, aqui esta ya la segunda parte del primer capítulo.
Olvide mencionarlo pero los capitulos estaran divididos en varias partes.
En cuanto al capítulo uno, la siguiente parte ya deberia de ser la última ;)

Y no se desesperen! En el segundo capítulo ya saldrá el spring... O no.
Jujujuju