blanco y negro

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Siempre se preguntaba una y otra vez porque todos lo miraban de esa forma tan rara.

¿Por qué lo miraban extrañados cuando besaba a su novio o cuando acariciaba sus mejillas de forma tierna?

¿Por qué cuando ambos salían a comer unos deliciosos helados las personas lo miraban con mucha lástima?.

¿Por qué?

—Yoonnie... —lo llamó pasando su brazo por los hombros de su novio suavemente olvidando los horribles pensamientos por las cuales estaba siendo atacado—¿Hoy quieres ir a comer helados?—preguntó—

El nombrado negó inmediatamente recostando su cabeza tiernamente en el pecho del más alto mientras este le acariciaba las mejillas.

—Solo quiero quedarme aqui contigo JiMinnie—cerró los ojos al sentir el contacto de JiMin en su piel—

—Bien, entonces nos quedaremos aqui bebé—sonrió ampliamente viendo el hermoso rostro de su novio iluminado por los rayos del sol—

Hace no mucho se habían mudado a esa linda casa frente a la playa, JiMin lo había decidido así después de haber tenido un pequeño problema con el dueño de su departamento anterior, el siempre se decía a si mismo que debía proteger a YoonGi de cualquier cosa y si cualquier cosa era irse del jodido departamento por que el imbécil le había mirado de más a su novio entonces sería así.

Tratando de no alterarse acarició los cabellos rubios de YoonGi suavemente, ¿como podía existir un ángel tan hermoso? El más pequeño había llegado en un punto tan preciso de su vida que tenia tanto que agradecerle, cuando el no tenia a nadie más que el mismo, cuando pensaba que la única forma de ser feliz era morir... YoonGi apareció, sabia que muchos solían repetirle la frase...

"Si te tienes a ti mismo, todo esta bien, debes valerte por ti mismo, te tienes a ti y a ti en esta vida"

Pero el no necesitaba de el mismo. Para el, el tenerse no cubría lo suficiente en su interior, necesitaba de alguien que lo ame de verdad, que lo aprecie, que lo valore... que esté ahí cuando más lo requiera, necesitaba de YoonGi para vivir, solo él y nadie más.

Aquel pequeño ser que tenía entre sus brazos podía llenar lo vacío que aveces se sentía con solo una sonrisa, con solo una mirada, con solo un "eres importante para mi" de su parte, con solo un beso de sus dulces labios que lo transportaban al mismísimo paraíso haciéndole olvidar el jodido desierto por el que era rodeado. Olvidando lo solo que había estado antes de que lo conociera.

—Minnie, ¿estas bien?—su voz era tan dulce que el más alto quería que le hablara al oído siempre... en las mañanas, tardes y noches.Para toda la vida—

—Si bebé, solo estoy pensando algunas cosas—respondió suspirando y mirando a la nada—

Observó como el pequeño se quitaba del agarre de sus brazos y se sentaba en su regazo despacio, cogiéndole el rostro con sus suaves manos... acariciando su rostro con sus dulces pulgares, mirando sus ojos, atrapando su mirada, encontrándola con la suya.

—JiMinnie... —lo llamó en un susurro, con su mirada algo triste—no quiero que te hagan nunca más daño, ya no quiero que pienses en aquellas cosas que te lastiman, quiero que pienses en que ahora solo somos tu y yo contra el mundo, ya no estas más solo Minnie, ahora yo estoy contigo, ahora yo sufro contigo y soy feliz contigo... ¿podrías confiar en mi, mi amor?, ¿podrías confiar en que te haré feliz en el futuro sin ayuda de nadie más?—

JiMin sentía miles de cosas en su estómago, sentía mucha felicidad pero también nostalgia, sin embargo la tranquilidad que brotaba de la mirada del más pequeño hizo que dejara de lado lo que lo dañaba como cada vez que lo veía, era su medicina... Era su solución a los problemas, su puerta mágica a la felicidad... Era simplemente su vida entera.

𓍯  ᥱs𝗊ᥙіz᥆𝖿rᥱᥒіᥲDonde viven las historias. Descúbrelo ahora