Mi A-Cheng Panzón

Tenía su cabeza recargada en las piernas de su hermoso A-Cheng mientras lo miraba con adoración mientras besaba su pancita que estaba completamente plana, Jiang Cheng tenía la camisa levantada y el de ojos ocre miraba con completa adoración su abdomen, se acercó para depositar un beso en la pelvis para luego alejarse con los ojos brillosos , Lan Huan repasa con su mirada cada una de esas hermosas pecas que tenía en su abdomen, cada que las veía le provocaba besar cada una y no se cansaría de hacerlo.

—¿Te imaginas cuando tú abdomen crezca? ¿Cuándo de su primera patadita?  —el Lan se acerca más y rodea con sus brazos las caderas de Jiang Cheng quien empieza a acariciar sus cabellos.

—A-Huan no te precipites, aún no es seguro —el mayor se ríe levemente, levanta la mirada y observa esos hermosos ojos violeta.

— Yo sé que mi A-Cheng está embarazado...

Abre lentamente los ojos y lo primero que siente es a su hermoso esposo acostado en su pecho, puede observar su perfecta desnudez y como algunas pecas bañaban su cuerpo, se veía tan hermoso mientras soltaba unos pequeños ronquidos.

"A-Cheng está embarazado"

No pudo evitar sentir demasiado bonita esa noticia que su hermoso loto le había dado hace... ¿Unos días? Sacudió la cabeza y afianzó el abrazo y con una de sus manos empezó a acariciar su espalda baja, besó su frente la cual empezó a arrugarse y bajo el toque de sus dedos sentía como su piel se colocaba de gallina, lo bueno era que ese día era fin de semana, podrían levantarse un poco más tarde de lo habitual. 

El Jiang lentamente empezó a abrir los ojos, soltó un bostezó mientras se restregaba los ojos con una de sus manos, miro el rostro angelical de su esposo quien lo miraba con total adoración, no pudo evitar sonreír al verlo, las sonrisas simples y sinceras que le dedicaba Lan Huan producían una sensación encantadora en su interior.

Lan Huan beso su frente—. Buenos días A-Cheng.

—Buenos días Huan-Ge —le dió un pequeño beso en el mentón para luego acurrucarse más en el pecho del mayor.

Era demasiado reconfortante el calorcito que le brindaba el cuerpo ajeno, el de ojos ocre soltó una encantadora sonrisa viendo el comportamiento de su amado. 

—A-Cheng tenemos que levantarnos, hay que hacer mercado hoy —escucho un gruñido por parte de Jiang Cheng, metió su nariz en el cuello del Lan, el mayor podía jurar que el otro estaba haciendo un puchero.

—Cinco minutos más —el de ojos ocre volvió a sonreír y acomodó mejor al Jiang en su pecho, un hermoso recuerdo cruza por su mente y apoyó su mano en el vientre del Jiang, volvió a sentir como su piel se colocaba de gallina— ¿Me estás seduciendo? 

Escuchar la voz completamente ronca del menor demasiado cerca de su oído hizo que se detuviera, trago grueso, no importa cuántos años pasen siempre le parecerá demasiado sexy. Jiang Cheng se sentó arriba de él, dejando que vea por completo su desnudez, como amaba ver su brazo izquierdo completamente tatuado, el Lan por inercia colocó sus manos en las caderas del menor y las apretó levemente. El Jiang acomoda sus nalgas en medio de aquella media erección que empezaba a crecer en los pantalones del Lan.

Empezó a moverse levemente y sintió cómo el cuerpo del Lan comenzaba a retorcerse levemente, la expresión del Lan cambia a una preocupación, se sienta con el Jiang en su regazo, acaricia el hermoso rostro confundido del Jiang.

—A-Cheng no podemos hacerlo, podría hacerte daño —deposita un suave beso en sus labios para luego apartarse y levantarse de la cama— voy a hacer el desayuno, tengo que alimentarlos —los ojos del Lan brillan emocionados y con un brillo inocente, se veía demasiado encantador.