Kisses •Obikaka•

04: Besó en la mano.

Ya había transcurrido un tiempo desde lo ocurrido y Obito seguía pensando en eso.

No podía sacar ese momento de su mente.

Tenía insomnio por el simple hecho que le estaba aterrorizando el soñar con ese atardecer donde vio reír a Kakashi.

Su cabeza era un caos total. No podía concentrarse del todo en sus misiones y en consecuencia, su superior le daba varias reprimendas por eso, aún si lograba completar cada cosa que se le ordenaba. Pero era inevitable.

Incluso Fugaku y el consejo Uchiha le recriminaban sus imprudencias, haciendo más caóticos sus entrenamientos dentro del clan.

De tan solo Obito pensarlo, una migraña lo inundaba, factura de no dormir y el cansancio tenerlo agotado.

Las ojeras bajo los ojos de Obito eran un claro ejemplo de su estado y eso preocupo a sus conocidos. Por ello, luego de estar de acuerdo, Minato y Kushina lo invitaron a comer para hablar con él. Mikoto también había asistido, pues estaba preocupada por él.

Esa situación no podía seguir así.

—Perdón la tardanza, un perro me persiguió y me mordió.— Obito se quejó mostrando su pie, dejando ver su pantalón rasgado y pie vendado.

—Bah no importa. Pasa 'ttebane.—Kushina suspiró dejándolo entrar.

Ambos ingresaron y caminaron al comedor, encontrando al rubio colocando los platos de comida en la mesa con ayuda de la Uchiha.

—Oh Obito, llegaste.

—Vengan siéntense.—invita Mikoto sonriendo. —La comida ya está lista.

Todos se sentaron e iniciaron a comer, siendo el menor quien siguiera en su mundo, eso preocupo a los mayores. Intercambiando miradas Mikoto es quien habla, dispuesta a averiguar lo que le ocurría al adolescente.

—Obito hemos notado que no has dormido. ¿Te ocurre algo? —le mira angustiada.— Es por lo de tu.. —vacila.

—¿Eh? Ah no, se que a mí abuela no le gustaría verme triste por su muerte.—respondió Obito sabiendo lo que diría.

—Entonces ¿porqué estás así? Te vez como si no durmieran. ¿Tienes insomnio, no? —interroga está vez preocupado Minato.

—Sí. No puedo dormir por una duda...—confirma, juegando con los palillos.

—¿Quieres contarnos? Quizás podamos ayudarte ttebane.— Kushina le sonríe.

El menor los miró un momento, luego miro a su comida y suspiró. No era mala idea. Quizás ellos supieran la respuesta concreta.

Sin más, les empezó a relatar todo con lujo de detalle. Desde el suceso del primer beso en el armario hasta el amor unilateral del platinado.

Al finalizar casi todo su relato, en la frente de la Uzumaki, remarcó una vena tras contar el suceso final. Minato y Mikoto se hallan nerviosos tras notarlo, mandando miradas a Kushina para que no fuera impetuosa. El matrimonio Uzumaki-Namikaze eran parte de los cómplices del Hatake sobre la verdad detrás del suceso.

Mientras, Mikoto ya podía deducir que le pasaba a Obito, estando nerviosa de que su imprudente amiga soltará de golpe lo evidente.

—Y estoy confundido. Se supone que me gusta Rin pero, cuando estoy con Kakashi...

Obito no siguió y deja en el aire la oración, suspirando cansado. Su mirada seguía viendo la mesa, como todo el tiempo en el que relato los acontecimientos que desencadenaron su estado actual.