Un beso accidental fue el principio de una historia de romance juvenil.
El beso siguiente responde dudas de uno y confunde al otro.
Las hormonas no son más que una escusa de lo que ocurre y por desgracia, lastiman a uno.
Diferentes besos desarrol...
Días después, la castaña del ex equipo siete derramó lágrimas de disculpas sobre la camisa del más joven, mientras le abrazaba fuertemente. El Hatake también se disculpo ese día con ella y con todos por sus supuestos actos egoístas. Arreglando entre todos el conflicto por la anterior misión.
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Los días fluyeron. Las semanas pasaron. Todo volvió a la normalidad... O al menos así era visto por el Hatake. Quitando el hecho que despertaba llorando todas las noches, o que usualmente iba a ver a Rin luego de finalizar sus misiones.
Todo estaba normal.
Kakashi aún ante el temor de perder a Rin, de sus constantes pesadillas. Iba mejorando.
Obito lo hacía posible.
Estaba ahí cuando despertaba por las noches aterrado. Eufórico.
En sus momentos de ansiedad.
De estrés.
El moreno había dicho que estaría para él, a su lado y lo cumplía.
Cada noche, luego de sus misiones, Obito lo visitaba en la noche. Y aún pese al cansancio y la hora, iba hasta la casa del Hatake e ingresaba. No haciendo falta pedir permiso. Incluso aunque Kakashi no quisiera, Obito ahí estaría.
Y lo demostraba en cada noche de desveló en compañía del otro. Con cada una de sus platinas nocturnas. Con una y mil caricias...
Con cada pelea absurda que podrían tener para relajarse.
No importaba el tiempo o la situación. Obito iba incluso si solo era a pelear sobre porque seguía escapando de sus misiones en las noches para verlo, abusando del kamui. Por qué sí. Incluso estando en misión de días, en un mínimo descanso que le dieran espiaba a Kakashi e iba con él. Kakashi ya no podía escabullirse sin ser encontrado desde que Obito logro descifrar la conección de sus Sharingan, encontrando lo cuando se escondía. Incluso se escabulle a las bases anbu tan solo para ver si el albino está bien luego de una misión, pues ya tenía su cronograma de misiones incluso antes que se las asignen a Hatake.
El albino se molestaba por el hecho de que Obito no descansará. Bien sabía que su enamorado era una clase de Super soldado, pues fue sometido a un experimento donde le implantaron las celular de Hashirama Senju para que pudiera sobrevivir en la misión que casi le cuesta la vida. Adquiriendo la habilidad de no sentirse cansado físicamente o incluso no comer. Pero Kakashi no lo veía así. Para él era un humano común y corriente. Solo era Obito Uchiha. Solo lo veía a la persona que tanto amaba.
Era inevitable que no se preocupara, pero tampoco sería el único.
Ambos mutuamente veían por el bien del otro. Aún si uno era más obsesivo e intenso que el otro.
Siempre sería así porque Kakashi era valioso para Obito. Era su luz en la oscuridad. Su paz en la tormenta. Su ángel en el infierno. Su luna. Su todo.
