—¡Jaja!—Esa risa...
En el campo estaba bailando mientras saltaba una persona nueva, tenía el pelo corto castaño y estaba bastante delgada, mientras bailaba de forma torpemente y reía.
Se me hacía tan familiar...tan... maravilloso.
Me levanté del árbol del que estaba sentada y empecé a caminar, baje la colina con cuidado y me acerqué. Al principio algo lento, pero, no dude en correr.
Ella al verme, empezó a correr mientras reía.
—¡Espera! ¡Espera!—Grité, pero, parecía no querer oírme. Corrí aún más rápido, pero ella me superaba con creces. —¡No te vayas, porfavor! ¡No quiero quedarme sola!
Hasta que desapareció,paré en seco, mirando a mi alrededor. Se esfumó de la misma forma que aquel chico...
Empecé a caminar hacia adelante, buscando a alguien más, pero, no me alejaba del árbol, seguía igual de cerca que antes, hasta que, choqué contra una pared invisible.
—¿Qué? ¿Qué es esto?— Empecé a golpear con fuerza, pero, aparentemente, no podía hacerle nada, hasta que escuché un crujido, animandome a romper más, los crujidos eran cada vez más fuerte, y cuando metí mi cabeza...
Estaba en otro lugar, era un pueblo con un gran, gran reloj... Y, bastantes caminos para acceder a diferentes partes del pueblo. Había pocas personas en esta parte del pueblo. Decidí meter mi cuerpo completo ahí.
—¿Dónde...Estoy?— Miré a mi alrededor, y por primera vez, toqué con mis pies descalzos algo que no era hierba.
La suave y rítmica música alegraba a todos quien la escuchaba, ¡hasta a mi me entraba ganas de bailar!
A lo lejos vi, lo que parecía ser, un ser de madera junto a una hada, siendo perseguido por un perro, confusa, me dirigí donde ellos.
—Uh... Perdona... ¿Sabes dónde estoy? — tanto la hada y el pequeño árbol de madera se quedaron callados.
Hasta que, desapareció esos dos personajes derepente. Estaba pensando que todo eso de desaparecer es muy normal aquí....
—Tu no debes de estar aquí...— Esa voz... Es la del chico elfo. Al darme la vuelta, estaba él, mirándome de brazos cruzados. —¿Cómo pudistes salir?
—Yo... No lo sé... Sólo, golpeé una pared invisible muy fuerte... Y aquí estoy...
—Oh.— Se quedó callado y suspiró — Con que eso... Eso es... Nuevo.— Me miró fijamente —Tu eres otra alma, ¿verdad? Pero... ¿Cómo llegastes hasta aquí?
—Yo... No lo sé... lo siento, en verdad..— Me sentía bastante nerviosa con su presencia.
—Nunca sabes nada.... Y quítate esa máscara, por dios, da yuyu...—Hizo una mueca de desprecio, acerqué mis manos hacia mi cara, pero, esa máscara no podía salir de mi cara.—¿No puedes quitártela?— Negué
—No... ¿Cómo se ve mi máscara? Nunca me he visto...—Me miró fijo, aun con la misma mueca
—Fea... madera blanca... Y... ¿Tentáculos? ¿Pinchos? ¿Qué coño es eso? supongo que cuernos... Y tiene una expresión de sufrimiento.— Asentí y miré hacia mi alrededor, todos habían desaparecidos, al igual que la canción.
—¿Dónde estoy?— Empecé a caminar, mirando al gran reloj, que seguía moviéndose, para que, cuando levanté mi mirada, la luna estaba tan cerca.... Con una cara tan terrorífica
Mientras observaba la luna con su rostro aterrador, me preguntaba qué significaba todo esto. ¿Estaba en un sueño, una pesadilla o una realidad alternativa? Pero, más allá de todo eso, ¿por qué mi máscara parecía estar conectada a mi alma de alguna manera?
La filosofía nos enseña a cuestionar nuestra propia existencia y a reflexionar sobre el propósito de nuestra vida. En este extraño lugar, me encontraba cuestionando mi propia realidad y el propósito de mi existencia. ¿Estaba aquí para cumplir una tarea específica o simplemente estaba atrapada en un ciclo interminable de caos y confusión?
La filosofía también nos habla sobre la dualidad de la vida, el bien y el mal, la luz y la oscuridad. Esta dualidad se hacía evidente en este extraño mundo, donde la música alegre y la danza eran contrarrestadas por el rostro aterrador de la luna y la aparente desaparición de seres y objetos. Me preguntaba si había un equilibrio entre estas fuerzas y si podía hacer algo para cambiarlo.
La máscara en mi rostro, con sus tentáculos o pinchos y expresión de sufrimiento, también parecía ser un símbolo de dualidad. ¿Era una parte de mí que debía abrazar y aceptar, o una máscara que debía quitarme para encontrar mi verdadero yo?
En definitiva, estaba en un mundo lleno de incógnitas y preguntas filosóficas. Aunque no tenía todas las respuestas, sabía que debía seguir adelante y buscar una salida de ese lugar, o al menos encontrar alguna pista sobre mi propósito en este extraño mundo, eso sí...tengo algún propósito.
—Estanos en la ciudad del reloj, y esa luna, es la que va a matar a todos aquí en 3 días— Me espanté al escucharlo
—¿¡En 3 días!?— El soltó una carcajada al ver mi cara de susto
—¿Qué? ¿Te asustaste?— Asentí — Pues, para que sepas, no te va a pasar nada, acaso que yo no quiera que te pase algo —Volvió a reírse mientras sacaba una ocarina azul—Esto salva la vida de todos las veces que yo toque la canción del tiempo.
—¿Canción del tiempo?
—Como se nota que no eres de aquí. Es una canción que solo yo o el jugador puede tocarla, sirve para volver en el tiempo hasta el primer día.
—Ah... ya, ya... si... —
No entiendo nada.
—Bueno, me temo que debo de irme ya, te estaré vigilando de cerca...— Y se esfumó.
Otra vez sola...
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Y llegó Ella [BEN DROWNED X READER]
Fanfic¿Creías que hasta después de la muerte te ibas a escapar de sus garras? El siempre estará en tu vida.