Cap 7

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El ambiente había cambiado completamente de un momento a otro, de incomodidad y tensión, paso a estar caliente, lleno de deseo y tentación. Ambos seguíamos besándonos con esa intensidad que crecía cada vez más entre nosotros, nos separamos por un momento para tomar aire y luego volvimos a besarnos sin importar nada.

Mi mano fue hasta su cabello que hizo que lo desordenara con desesperación, su mano había pasado a estar a mi cintura pero poco a poco fue bajando hasta llegar a mi trasero apretándolo haciéndome soltar un leve gemido en sus labios y como respuesta él sonrió en medio del beso. Lo que estaba pasando entre nosotros ahora, era algo que quizás queríamos desde un principio, pero no era lo correcto, él es mi jefe y yo su secretario.

Mi mente pudo hacer conciencia de lo que estaba pasando así que puse mis dos manos en su pecho y lo empuje, nuestras respiraciones eran un completo desastre, sus labios estaban rojos e hinchados, supongo que los míos deben estar igual o peor ¿Qué mierda hice? Me lleve ambas manos a la cabeza y comencé a caminar de un lado a otro mientras Bible me miraba confundido sin decir nada.

—Esto... esto no esta bien, tu mismo lo dijiste Bible—suspire—hay un limite entre tu y yo, de hecho tu pusiste ese limite ¿no? Tu eres mi jefe y yo tu secretario, lo que acaba de pasar olvídalo esto jamás paso—al terminar de hablar las puerta del ascensor se abrieron y sin dudarlo me salí de aquel ascensor. No le di tiempo de hablar a Bible pero realmente no quería escucharlo, no ahora.

Mi mente ahora estaba llena de confusiones y dudas ¿Qué había sido todo eso? Primero el limite que puso entre ambos, esas miradas y la tensión constante que se formaba en esa oficina y ahora esto. No voy a negarlo, me encanto el beso pero se que esta mal, esto jamás volvería a pasar, yo lo tengo claro y Bible debería tenerlo aún más que yo, si él mismo me aclaro las cosas y luego todo lo que acaba de pasar en ese ascensor era muy confuso. Al salir de aquella empresa me encontré con Apo que me estaba esperando.

Apo me miro con cara sorprendido—Biu por dios ¿Por qué tienes las mejillas completamente rojas? ¿Qué paso?

Como le podría contar a Apo que Bible me acababa de besar en un ascensor donde en ese espacio se lleno completamente de deseo y lujuria que ambos sentimos en el momento, pero que era imposible que algo pasaría más allá de una simple relacion de trabajo.

—Es que...en el ascensor hacía mucha calor y como es un espacio pequeño aún más calor hacía en ese lugar, será por eso que tengo las mejillas así—explique omitiendo la parte del beso.

—Oh entiendo, ¿pero estás seguro que es por eso? ¿O hay algo más que me quieras contar?—preguntó poniendo cara de curiosidad.

—Ay Apo—chille—claro que es por eso, ¿Por qué más seria?—finalice mientras me tocaba ambas mejillas.

—Esta bien—contestó muy poco convencido.

Espero que este tema jamás se vuelva a tocar, gracias a este beso ahora si el ambiente que se formaría en esa oficina sería incomoda, bastante diría yo. Pero después de todo yo mismo dije que lo olvidara y yo haré lo mismo, lo que haya pasado en ese ascensor jamás volvería a pasar, de hecho ¿Por qué volvería a pasar?

El recorrido a casa fue tranquilo al lado de Apo, ambos nos contábamos como había sido nuestro día, en estos últimos meses Apo había comenzado a trabajar en un bar, solo que ahora no era su turno y por eso me fue a buscar al trabajo, ciertas veces lo hacía.

Ya al llegar a mi destino me despedí de mi amigo y me adentre a mi casa, deje las llaves en un mueble que estaba al lado de la puerta y me dirigí a mi habitación donde sin dudarlo me tumbe en mi cama mirando al techo y pensando en lo que había pasado hace unas horas. Lleve mis dedos a mis labios dibujándolos tratando de recordar aquel contacto que había hecho con esos labios carnosos que tantas miradas le hice en un momento.

TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora