No sé a donde vamos aunque estoy segura de que si le pregunto tampoco me lo dirá, así que sólo me abrazo a ella y aparto mi cabello de mi cara.
Detiene la moto frente a su trabajo, miro a los lados y veo a sus amigos bajar del auto frente a nosotros.
—Vaya, miren quién está aquí. —Me saluda uno de los chicos, ya lo había visto antes. Me limito a saludar con la mano.
—Bien, ya estamos todos, iremos a comprar algunas cosas, síguenos. —Dice el otro chico que no conozco y se van al auto. Mari los sigue de cerca, nos detenemos un par de veces a comprar comida, supongo.
Finalmente tomamos una avenida que conduce a una de las mejores partes de ciudad, está muy cerca se la costa y siempre he oído que sólo ahí viven las personas con dinero de la ciudad.
Me siento emocionada y ansiosa al mismo tiempo, ya quiero saber a dónde iremos y que haremos, aunque es fácil intuir que iremos a la playa.
Luego de un rato llegamos a una casa, tiene un enorme portón y grandes paredes que no permiten la visibilidad hacia la casa, un largo camino nos lleva hasta la casa, tiene muchas ventanas y una pared de vidrio, desde el suelo al techo.
Joder, es hermosa.