る!. 𝗚𝗵𝗼𝘀𝘁 𝗢𝗳 𝗬𝗼𝘂 𓍯

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Regresar a su casa fue un golpe en su realidad, a decir verdad, el simple hecho de ver la lápida con el nombre de su difunto esposo lo era. Seguía respirando, pero sin sentirse vivo realmente, era como si toda su felicidad hubiera sido arruinada.

No le importó dejar tiradas sus cosas en la entrada y decidió sentarse en el sofá de aquella sala, presentía que si daba otro paso más iba a caer pues no sabía en qué momento sus piernas se negaban a moverse más. Se sentía sin energía, sus ojos volviéndose rojos y llorosos acompañados de un terrible dolor de cabeza producto de su mala alimentación en esos meses, odiaba lo débil que se había vuelto a causa del duelo.

"Como te extraño, Hongie"

Fue casi un murmullo, pero aquellas palabras le hicieron temblar, era como si hubiera escuchado perfectamente la voz de Yunho pero, eso era imposible ¿cierto? Sacudió su cabeza convenciéndose a sí mismo y dejando de lado aquellos pensamientos de que el mayor posiblemente podría estar ahí tan sonriente como siempre, cuando él mismo presenció el funeral de su difunta pareja.

Era una locura ¿no? Tal vez comenzaba a enfermarse, o peor, a enloquecer.

Haber pensado que quizás su chico podría estar con él le hizo desanimarse de pronto y prefería dormir una siesta, aunque se la haya pasado casi todo el día durmiendo, excepto el momento que salió para visitar la tumba de su amado. Para ser sinceros, desde que Yunho se había ido, Hongjoong dejó un tiempo su trabajo porque no se sentía capaz de continuar sin él, aún seguía sin hacerlo, así que dormir y llorar se había vuelto parte de sus cosas diarias.

Seguido iba su madre a verlo pues sabía lo difícil que era para su hijo superar la muerte de la persona que más quiso. Mingi y Yeosang también solían visitarlo o mensajearle para saber cómo estaba.

Esta imagen de Hongjoong no era lo que hubiera querido Yunho.

Decidido a dormir lo que restaba del día, y con la poca fuerza que tenía, llegó a su habitación y simplemente se dejó caer en su cama. Apenas cerró sus ojos su celular vibró indicando la llamada de su mejor amigo, definitivamente sabía que iba a llamarlo una vez estuviera en casa nuevamente, todos sabían el día que era hoy.

— ¿Mingi? — mencionó con una voz muy tenue.

— Te dejé varios mensajes, Joong, ¿por qué no contestabas? ¿Te sientes mal? ¿Quieres que vaya?

La preocupación del pelirrojo por su estado hacía que pensara lo lamentable que debería verse ahora por toda esta situación, le gustaría ser el mismo de antes pero no creía que poder lograrlo y sonreírle a todo mundo sin sentir que tiene un letrero enorme encima de su cabeza que diga "perdí a mi esposo, por favor no me hables".

— ¿Hongjoong?

— Oh, perdón... — se disculpó soltando un suspiro — No lo estoy... No me siento enfermo, estoy bien.

"Mentiras, solo le dices mentiras, Hongjoong" pensaba el rubio.

Nadie mejor que Mingi para saber cuándo mentía, nunca fue bueno haciéndolo incluso cuando se echaba la culpa por algún desastre que él no había causado en el estudio de arte que tenía la señora Song o cuando él tomó toda la responsabilidad al copiarse el examen.

— Bien, ya que no estás enfermo ¿recuerdas el café al que solíamos ir antes? — decidió continuar en cuanto recibió un sonido afirmativo después de unos segundos de silencio — Quería invitarte, hoy finalmente haré mi debut como cantante en ese lugar y me alegraría que estuvieras ahí.

La línea quedó en un largo silencio incómodo que solo hacía que el de cabellos rojizos se sintiera de repente nervioso.

— Mingi, yo... No creo que sea buena idea... — mencionó algo inseguro de su decisión.

Escuchar aquello le rompió el corazón a Mingi, él de verdad ansiaba que su amigo, que tanto le apoyó con su sueño, por fin fuera a verlo. A decir verdad, él tenía una canción preparada para el más bajo, aunque no lo culpaba, sabía cómo se sentía en estos momentos.

Aún se arrepentía de muchas cosas en el pasado, pero haber hecho una gran amistad con Kim Hongjoong no era una de las malas decisiones que tomó y estaba seguro de ser quien lo apoyara ahora como su amigo lo hizo en el pasado.

— Por favor, siempre me dijiste que debía intentar enfrentar las inseguridades con mi voz y seguir mi sueño de querer cantar para una pequeña audiencia.

En el otro lado de la línea podía escuchar a Hongjoong mordiendo sus uñas y, antes de que pudiera decir otra cosa para convencerlo, habló después de unos minutos.

— Sé lo que dije Gi, pero no me siento capaz de salir a un lugar así, no por ahora.

El rubio estaba sentado en su cama mordiendo sus labios esta vez con inquietud, no sabía por qué se sentía así tal vez el hecho de salir nuevamente sin la compañía a la que ya estaba acostumbrado.

De repente sintió un calor rodear su espalda y parte de sus brazos, como si fuera rodeado en un abrazo; un abrazo que reconocería en cualquier lugar del mundo.

"Por favor acepta ir con Mingi, hazlo por mí, diviértete como antes"

Su voz se escuchaba tan clara, nuevamente era casi en un susurro cerca de su oído, lágrimas se acumularon en sus ojos y un nudo se formó en su garganta. Tenía la vaga esperanza de que al voltear vería su rostro una vez más pero no fue así, simplemente no había nadie a su lado y terminó sollozando porque de verdad extrañaba tanto compartir su tiempo con él.

A Mingi le preocupó nuevamente escuchar sus sollozos a través del teléfono y, cuando menos lo esperó, se levantó de su lugar para así salir de su casa en ir en dirección a la del más bajo, diciéndole un simple "estaré ahí en un momento"

No le tomó mucho tiempo llegar a la casa de su amigo y, al encontrarlo con los ojos hinchados, las mejillas rojas y un notable rastro de lágrimas, no dudó en abrazarlo fuertemente; provocando que su llanto volviera y se aferrara a él como si su vida dependiera de eso.

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— Entonces... ¿Dices que escuchaste su voz, como si estuviera contigo, pero sin estarlo?

El mayor de los dos asintió mientras daba un sorbo a su taza de té que su amigo le había preparado, se notaba completamente preocupado y eso le hizo sentir como si comenzara a volverse loco, tal vez si seguía así terminaría como uno.

— Sé que suena algo descolocado y loco, tal vez estoy perdiendo la cordura.

Rio entre dientes evitando a toda costa la mirada de su acompañante quién no había dejado ese semblante un poco serio y preocupado, sintiendo como nuevamente lo rodeaba entre sus brazos al querer otorgarle un poco de seguridad y cariño.

Tal vez hubo un tiempo donde Hongjoong se había enamorado de su mejor amigo de infancia, pero era casi imposible ser algo porque él era completamente heterosexual y sabía que no tendría oportunidad, quizás en ese tiempo le fue fácil superar su enamoramiento porque conoció a Yunho y poco a poco se enamoró de él.

Ahora el asunto era al revés, el rubio siempre seguiría enamorado del que fue su esposo y Mingi se había dado cuenta muy tarde de sus sentimientos por Kim.

— Me dijo que fuera contigo...

Esas palabras dichas en un murmuro hicieron que lo mirara con un brillo en los ojos, no sonrió como deseaba hacerlo para no molestarlo o incomodarlo.

"Te lo agradezco, Yunho", se dijo mentalmente pues quizás, solo está vez Mingi se permitiría ser egoísta para hacer que su hyung fuera con él.

— No te vas a arrepentir, por favor~

Lo dudó un momento mirando hacía su foto de bodas y con una leve sonrisa, por primera vez en esos dos meses, decidió que iba a salir porque es algo que todos querían que hiciera.

Quizás Yunho también lo querría.

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