My Pink World (Español)

14 | Celos, veloces como el viento.

¿Recuerdas eso de que no iríamos a pedir dulces con un disfraz colectivo? Bueno, cuando tienes un grupo de amigos muy extenso como el mío, las cosas no salen bien y cada uno sale a sus anchas.

Ahora solo parecemos un grupo de indigentes que se unieron en el camino, por segundo año consecutivo.

Solo esperaba que esta vez, nadie fuera tras las rejas.

Todos nos veíamos mal, bueno, a excepción de Sasha. Ella va con un tutú verde y unas alas. Es Tinkerbell, creo.

Ha sido la única que al final si ha logrado disfrazarse. Los demás hemos optado por la vieja confiable: Zombies.

Aunque, al habernos puesto de acuerdo a último minuto nos a tocado improvisar. Lo que quiere decir que algunos de nosotros vamos llenos de pintura roja con verde hasta las orejas, mientras que los otros han tenido que rasgar algunas de sus piezas de ropa para que parezca creíble.

-Esto es patético -me oigo decir, mis amigos voltean a mirarme con curiosidad. No soy de las que ponen muchas quejas y esto, sin duda es una mancha en mi historial-. ¿Cuándo podremos hacer planes y que al final sí resulten?

Cygnus que va, mirando fijamente al culo de Amber, se encoge de hombros.

-Así es siempre, recuerda la vez que salimos a la playa.

Lo recuerdo.

Esa vez salimos juntos a la playa, cada quien tenía sus tareas y al final solo las cumplieron Amber, Cygnus, Sasha, Nathaniel y yo.

Casi nos quedamos sin almuerzo porque de eso se encargaba Maddie. Y es que, esa vez, fuimos de las personas que van a la playa con un dólar en el bolsillo.

Bueno, yo tenía ese dólar, sí, pero casi destrozado por completo y aparte, en la funda del celu.

-Por eso digo. ¿Cuando será la vez que por fin nos pondremos de acuerdo en algo y lo cumpliremos al pie de la letra?

-Cuando los cerdos vuelen- murmura Azul con tono de fastidio.

Y en ese momento, vemos a un niño disfrazado de cerdito y por raro que parezca, lleva unas alas al costado.

Todos nos quedamos con un signo de interrogación en la frente.

-Bueno... Está claro que puede que para la próxima...-la estupefacción está impregnada en la voz de Maddie cuando fórmula esa oración.

-Halloween es una mierda- escuché decir a uno de mis amigos, aunque, no sabría decir con exactitud quien había sido.

Estaba absorta en mis pensamientos, hasta que una figura que últimamente se cruzaba en mi camino, se materializó ante mí.

Sus dos hermanas pequeñas fueron las que se llevaron mi atención principalmente, iban vestidas con los disfraces que habían adquirido en la tienda.

Sonreí, aunque no me duró mucho tiempo. Una chica iba a su lado, una chica que le dejó un beso sonoro en la mejilla, que lo hizo sonreír.

Una chica que usaba Converse moradas.

Por alguna razón, aquello me pareció un acto de íntima complicidad que no debí haber presenciado. Por lo que aparté la vista de ellos dos, fingiendo que no había visto nada.

Mis mejillas estaban calientes, quizás se debía a un acto de vergüenza o solo en una manera de demostrar el enojo.

Pero, ¿Por qué me sentía enojada principalmente?

No sabía si eran celos porque no sabía que era sentir celos, principalmente.

Antes nunca los había sentido. Él siempre me hizo hecho sentir especial.