Capítulo 16: Mi mundo rosa.
Nathan.La afirmación de Naisha resuena en el aire como un eco en la penumbra del bosque. Me detengo en seco, deseando que esas palabras no se pierdan en la oscuridad. Mi mundo gris, mis sueños de ir a un lugar un poco menos colorido... ella lo ha dejado claro: es capaz de convertir incluso mis momentos más sombríos en algo vibrante.
Me vuelvo y la miro, observando cómo sus ojos brillan a la luz de la luna mientras intenta lidiar con esta repentina tensión que, aunque no es nueva, se siente diferente ahora que todo está en juego. Débilmente, soy capaz de sentir la burbuja de incomodidad que se ha formado entre nosotros, una mezcla de celos, incomprensión y los retazos de un pasado que aún duelen.
—Nai… —empiezo, pero las palabras se desvanecen antes de salir de mis labios. En lugar de eso, siento el peso de todas las miradas sobre mí, sobre ella.
Lía, que va encadenando las palabras con nuestras hermanas, agrega en voz baja mientras se frota las manos.
— A veces, lo que parece ser un color, en realidad puede ser una sombra que oculta más de lo que imaginamos.
La frase es tan rotunda que parece hacer que todos giren hacia Naisha otra vez. Su rostro enrojecido solo aumenta la incomodidad.
Ambos estamos en esta extraña red de sentimientos. Por un lado, quiero preguntar qué hay detrás de su sonrisa o el porqué del fruncimiento de su ceño. Por el otro, no quiero que aborde un puente que creía que habíamos cruzado.
Maddie intenta romper el silencio con una broma, lo que hace que nuestras miradas se desvíen, permitiéndome respirar de manera más ligera. Sin embargo, el pequeño grupo de amigos parece dudar de la dirección que tomará la conversación.
Una parte de mí sabe que debo ser valiente, que he llevado esta carga por demasiado tiempo. La idea de sentarme junto a Naisha, de levantar el tema de mis propios colores, surgiendo de entre mis dudas, me da un leve terror.
—Eso suena como algo que diría una paleta gris— me atrevo a contestar con un intento de humor, esperando suavizar el ambiente.
Naisha me lanza una mirada, como si hubiera escuchado cada palabra que nunca me atreví a decir. Mis amigos giran la cabeza, como si esperaran mi próxima jugada, y finalmente dan un paso atrás, dejando espacio entre nosotros dos.
—El mundo no es blanco y negro, Nathan. Cada color es único—,dice ella de manera reflexiva, observando las hojas caídas que les dan un aire puro y crujiente al suelo donde nos sentamos.
—Lo sé.
Le respondo, viendo cómo la melancolía en su mirada se apodera de mí.
—Pero a veces, es más fácil quedarse en el gris. Es más seguro— digo, como si una parte de mí hiciera una súplica.
La suave brisa de la noche parece murmurar entre los árboles, y puedo ver que algo cambia en su rostro. La tristeza que construye un vínculo más profundo entre nosotros parece disiparse lentamente, transformándose en comprensión.
—Pero eso no es vivir— dice ella, su voz clara, como el canto de un pájaro al amanecer. —Sabes que puedes explorar otros colores, ¿no?
—Es verdad, y tú eres la que me lo enseñó— admito lentamente, sintiendo que cada palabra es un paso hacia el corazón del asunto. —Tal vez, tal vez solo necesito un empujón...
Una risa burlona suena detrás de nosotros, como si Cygnus hubiera captado parte de nuestra conversación. Pero estoy más centrado en la conexión que se forma entre Naisha y yo en este momento tranquilo y vulnerable.
—¿Michael Angelo y su David?—pregunta cínicamente Emah, pero ningún comentario puede romper la burbuja de honestidad que parece flotar entre nosotros.
—Algo así—, le respondo a Emah sin desviar la vista de Naisha, que sonríe con complicidad.
—¿Significa eso que te dejarás llevar un poco más, Nathan?— la pregunta chisporrotea con una esperanzadora insinuación.
—Significa que tal vez sea hora de darle un giro a mi mundo un tanto gris. Pero solo si tu mundo rosa es parte de eso— confieso, sorprendiendo incluso a mi propio ego que lucha por mantener las defensas levantadas.
—Suena como un trato— dice Naisha, estirando su mano. La miro, sintiendo que todo se difumina a nuestro alrededor. —Te atreverás a pintar tu mundo de colores, Nathan. Y este es sólo el comienzo.
Ambos nos acercamos, nuestra conexión palpable mientras entrelazamos nuestras manos. La realidad ya no importa, sólo este instante, donde el mundo gris de Nathan y el mundo rosa de Naisha empiezan a tomar un nuevo rumbo.
Con la risa de nuestros amigos de fondo, la noche se convierte en un lienzo en blanco, listo para ser pintado con los nuevos colores que estamos por descubrir juntos.
• ♡ •
Well, he de decir que sí. Quizás ya no hay nadie que lea esto pq me tardé años para volver pero ya he tenido tiempo suficiente y he salido de los bloqueos y la he terminado (después de tanto tiempo) y estoy satisfecha con el resultado. Aunque en un principio iba a contar con 24 capitulos ahora tiene un total de 31 y un epílogo. Los estaré subiendo en estos días.
ESTÁS LEYENDO
My Pink World (Español)
Ficção AdolescenteEl color favorito de Naisha, es sin duda el rosado, y todo en su vida es de ese color solo porqué sí, sin embargo, su día a día también es muy colorido. El color favorito de Nathan es el gris siempre va vestido así, resaltando el azul de sus ojos. ...