Capituló veintiuno.
Nos adentramos al cine tomados de la mano, me siento sumamente nerviosa me da miedo que me empiece a sudar la mano, la verdad no se si estoy bien vestida y tampoco se si mi cabello está bien arreglado. Tomo la parte del brazo de mi camisa para cerciorarme que no huela mal, gracias a Dios no tiene mal olor al contrario huele bien, creo que tengo la cara roja, lo volte a ver para apreciar su hermoso rostro tallado por los mismos ángeles parece un actor de cine, me siento pequeña a su lado el es en definitiva un hombre muy guapo y eso es lindo y ala vez no tan lindo.
–¿No prefieres mejor ir a otro lugar? Sinceramente no me apetece ver una película de terror la primera vez estando juntos– le digo riendo.
–¿Quieres ir a una cafetería? Conozco una muy buena en una pocas cuadras, ¿que te parece?– me pregunta.
–Me parece excelente, déjame ir donde mis amigos a avisarles, espérame afuera.
Asiente y a lo lejos veo que se aleja.
Llego a la sala a buscar a mis amigos y a lo lejos veo que se están besando, me es incómodo tener que interrumpirlos, así que mejor me regreso y no molestarlos, luego les enviaré un mensaje.
–No tardaste.
–Ellos estaban... ocupados por así decirlo así que preferí no interrumpirlos– le digo sin darle detalles del porqué no los interrumpí.
Me sonrió y tomo de mi mano, caminamos juntos hasta la salida buscamos su auto que se distinguía muy fácilmente de los demás. Es un auto negro muy lindo, creo que es un Mercedes, la verdad no se de autos pero este se nota que es un último modelo. Me abre la puerta del auto y me ayuda a subirme y luego cierra la puerta.
Nos detuvimos en una cafetería muy linda, trato de abrir la puerta pero Damon me detiene antes de hacerlo.
–¿Que sucede?– le pregunto extrañada.
–Espera aquí– me dice saliendo del auto dando la vuelta alrededor de él hasta llegar donde estoy yo y me abre la puerta tomándome de la mano.
–Gracias– le digo poniéndome toda roja, es la primera vez que alguien me abre la puerta del auto.
Nos adentramos a la cafetería y nos sentamos en una meza que está pegada a la ventana, el lugar en muy lindo y espacioso.
–¿Que desean ordenar?– se nos acerca una chica de cabello negro y ojos verdes muy bonita sin mencionar que tiene un cuerpo muy marcado, ve de manera coqueta a Damon haciendo que me sienta incómoda, pero no digo nada.
–Yo quiero un café con un pastel de limón, y tu cariño ¿que deseas?– me dice riendo.
Es la primera vez que me dice cariño.
–Un Frappuccino con un pastel de chocolate– le hablo a la mecerá pero ella solo ve a Damon y Damon me ve a mi, volteo a verla haciendo que me preste atención– eso sería todo, te puedes retirar gracias.
Le digo haciendo que me dé una mala cara y yo le respondo igual volteándole los ojos, me fijo en Damon y veo que está riendo de la situación.
–¿De que te ríes?– digo achinando los ojos.
–La manera en cómo arrugaste las cejas cuando la chica me estaba mirando, ¿acaso estás celosa?– su pregunta hace que me comience a reír de los nervios provocando que me ponga roja.
–¿Yo? Por supuesto que no, claro que no, porque debería de estarlo– hago como si no me interesara, pero me interesa y MUCHO.
–No lo se, digamos por la forma en cómo la veías, si tus ojos tuvieran balas la hubieras matado en este mismo instante– sigue riendo haciendo que yo también me ría.
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NO TE VAYAS.
Teen FictionSe dice que cuando encuentras el amor tu mundo se pone de cabeza, no creía hasta que me sucedió. Mi nombre es Olivia Michelson y esta es la historia donde ni en mis mejores sueños me hubiera imaginado enamorarme de una persona que aparte de ser mayo...