Relatos {+18}

The Teacher {Gay}

    Nunca en mi vida había tenido un profesor sexy, y mucho menos uno tan sexy como el profesor de filosofía de la universidad. Una de las ventajas de la universidad es que los homosexuales son abiertamente homosexuales, así que todos sabemos con quien podemos salir. Eso incluye a dicho profesor, un gay declarado.

  La universidad no tiene problemas con profesores que salen con estudiantes, siempre y cuando el estudiante no sea menor de 21 años. Mi problema es que tengo 19 años, sin embargo no hay es algo que el profesor necesite saber. Mis amigas y yo nos hicimos unos fake IDs cuando entramos a la universidad, por ende no tengo nada que ocultar.

  Con varios coqueteos logré que aceptara a salir conmigo esta noche. Lo traje a un bar sofisticado pero barato, estoy dispuesto a impresionarlo. No solo muero de ganas por acostarme con él, sino también me gustaría conocerlo más afondo, pues es increíblemente sensual.

-Te luciste, Jack- dice cuando llegamos al restaurante.

-¿Es demasiado?- río.

-No, es perfecto- sonríe tiernamente, y me sonrojo.

  Hablamos demasiado durante la cena, parece que tenemos muchas cosas en común. A ambos nos gusta pescar, leer, las malas comedias y el sexo. Así es, el sexo. Esa fue la última palabra que mencionamos antes de pedir la cuenta, antes de ir a su apartamento.

  Llegamos a su apartamento y comenzamos a besarnos apasionadamente sin dudarlo. No nos molestamos en ir a su cuarto y vamos a la cocina. Me ayuda a sentarme en la isla, nos quitamos las camisas y rodeo su torso con mis piernas.

  Se las arregla para bajarme el pantalón y el boxer y toma mi miembro entre sus manos, haciéndome gemir.

-Lo admito, en clases he tenido tantas ganas de hacerte esto- dice antes de meterse mi miembro a la boca.

  Lo hace por media hora, intento contener el orgasmo pero es tan excitante que no logro aguantarlo más. Me riego en su boca y él escupe el semen en el lavabo. Vamos a su habitación y nos desvestimos por completo. Me pone de cuatro patas y lentamente mete su miembro dentro de mí, lo que me hace jadear y gemir.

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  Al despertar me duele todo. Si que fue una noche agitada. Me doy la vuelta y veo al sensual profesor dormido a mi lado. Se ve demasiado sexy aún dormido. Me levanto, me pongo mi boxer y voy a la cocina a buscar cosas para hacerle el desayuno.

-¿Qué cocinas?- pregunta al llegar a la cocina.

-Bacon pancakes- sonrío.

-Sexy, elegante, con buen gusto y cocinas- dice sonriente-. Si que me saqué la lotería.