Prologo

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— Sultana— se reverenció Sümbulag, — ¿Que pasa Sümbul?, ¿por qué te vez tan preocupado?—preguntó la pelirroja, — El sultán ha pedido a el príncipe Mustafa, le perdonó la vida, sultana— Hürręm hizo una de sus típicas muecas, esta mostraba desagrado.

Pensaba que con Selim siendo excelente, este sería el próximo sultán...pero no.

— Allâh..— respondió con enojo, — me han pedido que prepare tres aposentos, y una habitación privada de favorita en el ala— Hürręm lo miró confundida, — ¿tres?, ¿Estas seguro Sümbulag?—este asintió, — se lo juro sultana— Hürręm asintió mientras salió de sus aposentos, directo a los de Suleyman.

¿Cómo era posible que le perdonase así de rápido?, que injusticia, ella estaba segura de haber planeado todo, tardaron meses en hacerlo caer con sus malas decisiones.

— Díganle a el sultán que estoy aquí— los aghas se miraron entre sí, — discúlpenos sultana, pero, el sultán pidió que no tuviera ninguna interrupción— esta cerro los ojos con fuerza, — ¡Díganle ahora!—dijo entre dientes, — ¡Ahora!— gritó bajo y un agha entró a los aposentos de el sultán.

— adelante; sultana— dijo el agha con la cabeza baja y esta asintió mientras entró.

— Suleyman— dijo inocentemente, cambiando completamente su humor, — Hürręm, ¿quien te crees?— preguntó y ella lo miró a los ojos, buscando piedad de su parte, — ¡Mis decisiones son incuestionables!— está bajo la cabeza, — Solo quería visitarlo, sultán— susurro y Suleyman cambió su semblante a uno más tranquilo, — Bien, ¿qué necesitas?—preguntó calmándose, — El príncipe Mustafa..—no terminó por que este alzó la mano, — El, es mi hijo. Jamás ordenaría la muerte de uno de mis hijos. Ahora dirigirá Amasya, Bayazid Moldavia— El semblante de Hürręm cambió un poco a uno más calmado, siquiera Selim conservaría su lugar en Manisa.

— ¿Eso es todo?— preguntó este mismo y ella asintió, — Disculpe por..molestarlo— se reverenció y salió de los aposentos.

Así eran los años, dejaron de intimar y el sultán ya no llamaba a nadie de su harem después de que Firuze fuera una perša.

Este había cambiado con ella, era más frío, ¿por qué?, se enteró que Anne, una de sus concubinas que se gano su cariño, fue estrangulada por ella, al igual que Firuze había sido ahorcada sin éxito, solo quedaron marcas de su cuello a el intento de Suleyman.

Sin embargo, la había perdonado, antes la amaba, ahora solo la quería.

La quería así como a Mihrimah; quien era su sol y luna aún.

Mustafa llegaría pronto, Amasya era cercano a Topkaki, no más que Manisa, pero lo era como para llegar en tres horas.

Hürręm enloquecía al ver sus planes arruinados, estaba molesta por tal fracaso.

— Madre — escuchó la voz femenina de Mihrimah sultan, quien la miraba con miedo, — Mustafa vendrá de nuevo, ¡no funcionó el plan!—lo último lo dijo un poco más alto.

— Lo sé—

Respondió

— ¿que haremos?— pregunto de nuevo la pelicastaña , — No lo sé..esperaremos a que Mustafa cometa uno de sus errores otra vez. Mahidevran lo condenará, entiéndelo. Mientras Selim sea el heredero estaré calmada— se sentó en el diván intentando ocultar su nerviosismo para su hija, quien le dio la razón y se calmó.

Así pasaron las horas, la llegada de Mustafa era la mayor novedad.

Hürręm, Mihrimah, Selim y Bayazid los esperaban, no todos con ansias..

— ¡Atención!, ¡su majestad el príncipe Mustafa, la sultana Mahidevran y Nugül sultán han llegado!—aquello último le heló la sangre a Mihrimah, mientras Hürręm estaba quieta en su lugar.

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