Aun no termino de procesar lo que sucedió en la clase de biología, llevo todo el día pensando en eso y nada.
Finalmente decido no darle tanta importancia, es solo una chica, nunca e dejado que una chica me amargue la vida y esta ves lo será diferente.
Salgo del instituto y me monto en mi motocicleta para ir a mi casa, vivo en California y lo mejor de vivir aquí es el clima, no se si es por costumbre de vivir siempre aquí, pero me encanta sentir el aroma a playa, el viento soplar mi cara mientras voy por las calles, el sol "resplandeciente cada mañana, los bellos atardeceres que se aprecian en la playa, hablando de playa, lo mejor de todo son las fiestas que se hacen ahí. Donde hay música movida a todo volumen, alcohol hasta no poder mas y chicas extremadamente sexis, yo no soy de esos chicos que andan de chica en chica, pero si me gusta pasarla bien en una fiesta con una buena compañía, claro e tenido mis relaciones no formales para pasarla bien, pero no soy como los idiotas que solo usan a las mujeres como objeto sexual.
Justo hoy hay una fiesta en mi playa favorita por " inicio de clases " cosa que veo totalmente absurdo, quien celebra el inicio de clases, nada mas los nerd que les encanta estar frente a un pizarron oliéndole el trasero a los profesores.
En mi opinión, lo de inicios de clases es solo una simple escusa para joder y emborracharse, cosa que si me parece totalmente bien.
Mi instituto es un " centro de recreaciones" digo esto por que luego de clases se llena completamente por las diversas actividades, se practica fútbol, básquetbol, natación, dan clases de danza, gimnasia y flamenco, hay grupos de teatro música y artes. La verdad el instituto puede resultar genial, si obviamos el hecho de ver tantas horas de clase al día, lo que me da una flojera enorme, yo tengo la capacidad de captar rápidamente lo que dicen los docentes, y todo lo que me dicen se almacena en mi memoria automáticamente, creo que se llama memoria fotográfica o algo así, es uno de las ventajas que tengo gracias a mi " poder mental " todo eso hace que me de mucho fastidio ver como siempre repiten lo mismo como " repaso ".
Llego a mi casa y me encuentro con mi queridísima hermana menor Anna sentada leyendo una revista de tatuajes en el sillón de la sala de estar, tiene 15 años y es un tormento, le dio de un tiempo para acá la loca idea de ser " EMO ", por lo que tiene el cabello negro, la piel blanca y en su hermosa cara, tiene exageradamente maquillaje negro, que ocultan los hermosos ojos verdes que tiene, es depresiva y se viste con pura ropa y accesorios oscuros. Me da mucha lastima ver como arruino su hermoso ser, antes ella era una niña totalmente alegre y extrovertida, se vestía con colores vivos y alegres, y lo mejor de todo es que odiaba el maquillaje, no me gusta que haya cambiado tanto.
- hola grandulón - me saluda sin dejar de mirar su revista.
- hola poco de nieve - le digo acercándome a ella y dandole un beso en la frente.
- quítate, que empalagoso eres - me aleja de un empujón. Lo que me causa mucha risa - de que te ríes ?
- de ti - digo aun muerto de la risa y mi voy escaleras arriba.
Llego a mi habitación y cierro la puerta tras de mi, me siento en mi cama y repaso todo lo ocurrido hoy. Aun no entiendo por qué voy al instituto, sinceramente no lo necesito, solo con ver la página de los libro ya entiendo el tema y me los aprendo completamente, sin embargo mi mama se empeña en que debo hacerlo, para que sea mas " normal ", cuando es evidente que soy todo menos alguien normal, aunque lo normal es muy relativo, lo normal varia dependiendo de las cosas que pueden hacer las personas comúnmente, si la mayoría no puede leerle la mente, alguien que si pueda hacerlo es considerado anormal.
De pequeño yo solía hacer cosas "raras" o "anormales" según mi mamá, podía saber que pensaba ella antes de que lo dijera y tiempo después pude desarrollar la capacidad de mover los objetos con solo imaginármelo.
A los 3 años mi mama me llevo con un médico neurólogo, el doctor Cristopher Wails, ya que parecía que lo que me pasaba era cosa de mi cerebro y eso, por suerte el doctor Wails tampoco era " normal" por lo que sabía exactamente como ayudarnos, el me hizo unos exámenes médicos para evaluar completamente mi salud y me hizo un electroencefalograma para ver como esta el funcionamiento de mi cerebro y ver las anomalías que puedan haber.
Luego me llevo con un colega -mentor - amigo, el doctor Dilan Ferrer, quien me receto unos medicamentos que me ayudaron a controlar mis " poderes " uno de los medicamentos evitaba que pudiera leer la mente, ese medicamento fue pedido especialmente por mi mama, que ya estaba cansada de que siempre supiera lo que me iba a decir, eso la volvía completamente loca, y a mi me divertía. Los demás medicamentos no hacían gran cosa, hacían mas que todo que yo no me saliera de control. cosa que a veces no funcionaba muy bien.
