Lágrimas agotadas.

Capítulo XIII

Echarlo de menos en esta bruma de pasión desenfrenada.

Ojos brillantes que miran a los míos dilatados por su carita bonita.
Labios apetecibles por querer morder y hacerlos míos hasta la muerte.

Querer ser la mujer con la que llegue a todo y no la del proceso, pues siento que moriré en el intento de llegar a serlo todo para él.

Ojos que son imán para los míos pues reflejan la luz del atardecer y sus lunares llaman mi atención.

Ojalá besar cada uno de ellos y decirle que ninguna pudo hacer aquello como yo y me recuerde como la que besó cada uno de ellos y los amó con el alma.

Luz dorada que iluminaban su hermosa cara y hacían palpitar mi herido corazón.
Y ni por mínimas peleas, se soltaba del suyo pues él tenía la llave de esa cerradura amorosa.

Palabras sueltas al viento y a la escritura que nunca llegarán a sus ojos ni a sus oídos pero tranquila de poder soltarlas.

Aunque agonizo por su esperada explosión amorosa y matarme asfixiada entre sus besos y abrazos, los cuales me hicieran sentir totalmente amada de pies a cabeza.

Bésame, hasta que pierda la noción del tiempo después de hacer el amor.
Bésame, hasta que pierda la cordura por tus gruesos labios y tus ojos mieles.
Sólo bésame, que necesito ser coherente sin perderme entre tu pensante cuerpo.
Bésame.

-Mery Garcie