2. Intuición Errada

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          Ya eran las 6:30 am, la hora que habían quedado para salir de nuevo y volver a la gira eran las 7 am en punto, una hora muy flexible considerando que originalmente quedaron en salir a las 6 am y por ende despertar mucho más temprano, pero las protestas de Mar de querer dormir más tiempo ganaron. Thiago, Mar, Jazmín y Tacho ya estaban en el comedor del hostal desayunando y organizando la lista de temas que cantarían, ordenando para priorizar las que más le encanta al público y a su vez preguntándose y teorizando por qué Rama y Kika no habían bajado a desayunar aún, en especial Rama que fue el primero en estar de acuerdo con la hora de levantada.

— Es increíble, es el colmo, es tortuga. — Expresó Mar molesta mientras se tomaba el chocolate casi con urgencia, manteniendo la cara de enfado.

— A ver Mar, no es para tanto, es normal que algunas parejas quieran quedarse más tiempo en cama. — Dijo Jaz con naturalidad mientras se llevaba otra tostada a la boca y miraba a Tacho de reojo.

— Ya sé, pero parece que lo de ellos es cosa de todos los días, ¿acaso no vieron la cara de Kika? Siempre ojerosa, pobrecita. — Mar expreso con pena en la voz mientras se llevaba una media luna en la boca y continuaba hablando con la boca llena sin que el resto entienda bien que más decia.

— Pero Mar, ¿Por qué asumís que sea por eso? —Cuestionó Thiago sin mostrar mucha importancia al asunto.

— La intuición, en especial ahora que siento que la tengo más aguda, ¿sabes? Debe ser porque voy a ser madre. —Insistió Mar con toda seguridad.

Justo en ese momento ellos aparecieron, caminando lento al bajar de las habitaciones, tanto Rama como Kika se veían aún somnolientos y con ojeras que los demás finalmente pudieron notar.

— Ejejejeee... MUY buenos días... — Soltó Tacho con una sonrisa pícara y Jazmín le dio un ligero codazo.

— Buenos días. — Dijeron Rama y Kika al unísono y sin mucha expresión mientras que se sentaban en la mesa de forma casi automática.

— ¿Estaba incómoda la cama o...? - Preguntó Jazmín a medias.

— Estaba bien, solo no dormimos mucho. — Respondió Rama sin más mientras le metía una cucharada sopera de café a la leche al igual que Kika, una acción realizada de forma exactamente igual y al mismo tiempo.

          Hubo un incómodo silencio de unos minutos, si bien algunos miraban de reojo a la pareja somnolienta, realmente no estaban aún del todo despiertos para preguntar el porqué de esas caras de no dormir nada, pero Mar, que estaba muy despierta, con la intuición muy alta, según ella, y con ganas de hablar rompe ese silencioso ambiente.

— Mira, yo no soy nadie para opinar de esto, pero...

— Mar, mi amor, no digas nada, es muy temprano. — Sugirió Thiago con una voz cariñosa y acariciándole la mano.

— No, no Pela, es que siento que lo tengo que decir, lo vengo intuyendo durante estos 2 meses de gira y lo tengo que decir...

          A la par de lo que decía Mar, realmente Rama y Kika no estaban prestando nada de atención, incluso no estaban mirando a nadie excepto el desayuno que estaban comiendo, para ellos todo lo que se escuchaba de fondo eran murmullos.

— ... Deberían bajarle un poco el ritmo... ¿No les parece?... ¿Rama? ¿Kika? — Mar estiró el brazo y menea la mano a ambos para que presten atención.

          La semidormida pareja levantó la mirada del desayuno, algo confundidos y muy perdidos con lo que pasaba.

— ¿Qué pasa? ¿Necesitas algo? — Kika preguntó intentando no parecer tan perdida y parecer más complaciente.

—¿Qué estás diciendo, Mar? — Preguntó Rama, claramente muy perdido.

— Ya saben, desde que... volvimos todos y empezamos la gira en cada lugar que nos quedábamos, Kika amanecía un poco cansada...

— ¿Entonces se notaba? — Kika le consultó directo a Rama con una expresión algo preocupada y usando el reflejo servilletero de metal como un espejo.

— Un poco. — Admitió.

—¡Se notaba muchísimo! — Exclamo Mar con mucha exaltación, siendo ligeramente regañada por la mirada del resto, incluso por la dueña del Hostal con cara de buldog que estaba en otra mesa. — Perdón, perdón, son las hormonas, eeeh... bueno, la cosa es... Entiendo que con todo lo que paso antes del futuro, del reseteo, de que si murió, pero que al final no, la resistencia y todo ustedes no tuvieron tiempo de rocanrolear...

— Maaar... — Intento cortar Rama.

— No me interrumpas, sensible, ya sé que yo no soy nadie para decirte cuando hacerlo o no, pero, por favor, deja descansar a la pobre Kika, mírala. — Se acercó a ella agarrando su rostro, pero esta se alejó ligeramente y alejó las manos de Mar de su cara.

          Tacho se cubría la boca de la risa mientras todo eso pasaba, Thiago directamente lo ignoraba y Jazmín se metió en la conversación sintiendo pena por Rama y Kika.

— Igual creo Mar, que deberías dejarlos, tienen derecho a hacer lo que quieran y donde quieran. — Opinó Jazmín.

— Chicas, yo... — Kika intentó hablar, pero fue ignorada olímpicamente.

— Ya sé, ya sé, pero... Mira a Kika, esta ojerosa y Rama igual.

— Chicaaaas... — Dijeron el unísono Rama y Kika, pero seguían siendo ignorados hasta que repitieron con fuerza. — ¡CHICAS! —Sobresaltando a Mar, Jazmín e incluso a Tacho y Thiago que solo eran espectadores.

— ¡Tengo insomnio! ¿¡bien?! Son secuelas de algo llamado trauma, ¿ubican esa palabra? — Exclamó Kika enojada, soltando la tasa con brusquedad, casi rompiendo la tasa y levantándose abruptamente de la mesa para dirigirse a la furgoneta y esperar al resto.

— Son unas malpensadas. — Soltó Rama más tranquilo pero igual de enfadado, siguiendo a Kika hasta la furgoneta.

— ¿Ven que está muy mal ser malpensada? Tienen la mente muy sucia, ustedes dos. — Dijo Tacho haciéndose el indignado.

— No te hagas, Tacho, vos sos el más malpensado de todos. — Respondió la gitana con una intensa mirada de regaño en sus ojos.

— Y así me amas, bonita. — El rubio teñido sonrió con restos de comida aun entre sus dientes, haciendo reír a Jazmín.

— Mi intuición fallo horrible. — Suspiró Mar algo triste y avergonzada.

— No, solo tuviste la intuición errada, no pasa nada. — Thiago la consuela. — Cosas de embarazada capaz. — Y este siguió tomando lo que faltaba de su desayuno con la tranquilidad que mantuvo en todo momento.

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¡Espero que les haya gustado esta nueva parte!
Quería darle más comedia al asunto y fiel a los malentendidos típicos de la telenovela, aquí está este jajajaja

INSOMNIO - Ramika - Casi ÁngelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora