Mi mejor huida

Capitulo 1- El comienzo de mi nueva vida.

Imagina...

Estoy en un viaje, me encuentro en una casa, en la costa de Grecia. Son las siete y media de la mañana, me levanto a duras penas para cruzar a la playa que está enfrente de la casa. Me siento en la arena para admirar el sol, que se dispone a salir de entre las montañas que se encuentran al otro lado del mar Mediterraneo. Veo como el cielo pasa a coger ese tono dorado en las zonas más cercanas a esas montañas de donde estuvo escondido el sol durante toda la noche, pero tambien el celeste, que aún queda como resto de ese color azul oscuro que ha estado tiñendo el cielo durante toda la noche. Me envuelve el sonido de las olas cuando rompen en la arena, unos de mis favoritos desde que tengo consciencia; al igual que ese olor que transite el sol y el mar, que hace poco miré en internet que se llamaba maresía. La playa en la que me encuentro está sorprendentemente vacía. Pierdo la noción del tiempo al cabo de un rato me quedo hipnotizada mirando al cielo y escuchando las olas, pensando en todas las cosas que he dejado atras al hacer este viaje con menos de 24 horas de antelación; al haber cogido una oferta fugaz que encontré en Instagram, que para ser sinceros pensé que seria una estafa, pero mira donde estoy, ¡En Grecia! Disfrutando de este paisaje, pero hay una sensación que me atormenta, al haber dejado a toda mi familia y amigos preocupados. Tengo dos mensajes de mi madre preguntando donde y como estoy, tambien decenas de llamadas perdidas de mis amigos: Liam, Carol, Emma, Izan y Raquel. Y en parte es normal; me he ido del pais sin avisar, entiendo que estén inquietos, pero necesito un tiempo de desconexión teniendo que mi vida se ha torcido en menos de una semana. Ha fallecido mi abuelo, estábamos muy unidos, murió hace tres días y a mi familia parece darle igual pero a mi no, ese hombre me crió mientras que mis padres trabajaban. Me acuerdo aún cuando me compraba esos gofres de la panaderia de al lado de su casa, o cuando jugábamos al parchis con la abuela; que ahora está destrozada al igual que yo.

Mis amigos a los que por fin parece que les importo, con todas esas llamadas pedidas que llenan mi movil, como si nada hubiera pasado, como si no me hubieran ignorado todos mis mensajes. Nuestra amistad, rota por mi llegada a ese grupo de amigas, que ahora está dividido por mi culpa aunque ellas lo nieguen (que no lo hacen) estaría mintiendo por eso no lo negan.

Y mis padres separados desde el dia de mi nacimiento, por lo que entiendo que soy la razón de su separación desde siempre han tenido una mala relación y nunca han intentado llevarse bien aunque sea por mi.

Pero asi es mi vida, o al menos hasta que decidí irme de Barcelona porque sé que no es mi lugar.

Soy Abby Smith, tengo 19 años y el problema de todo el mundo, un error sin solución, hasta ahora que me he marchado para comenzar mi nueva vida. Tal vez no ha sido la mejor forma de irme sin avisar pero este es mi don: huir de los problemas, por miedo a afrontarlos y fracasar.

El fracaso; cosa que me aterroriza desde pequeña gracias a mi familia, que me ha inculcado que si no soy la mejor en todo no sirvo para nada, que saco notables, no tengo novio o no dispongo de un trabajo estable soy una inutil, nada era suficiente para ellos, siempre queria más y más. Hasta que un día decidí vivir mi vida, la que yo queria. Y ese día fué ayer al montarme en ese avión que me ha traido a este paraiso.

Miro el reloj y veo que son las diez menos cuarto, me doy cuenta que he estado mucho tiempo centrada en esos pensamientos y esa culpa que me persigue desde que pisé el aeropuerto de Barcelona. Recojo la toalla que ni siquiera he utilizado y voy a mi apartamento. Me cambio y me decido a conocer un poco la zona. Me pongo unos vaqueros cortos negros y mi camiseta favorita de color magenta con vetas gris.

Miro en el google maps algo cercano para visitar, y viendo los lugares que hay por donde estoy me dirijo al Vouliagmeni Lake; un lago precioso en el que nadar un rato. Mientras que miro a donde dirigirme me pongo mis Aipods y comienzo mi viaje.

Cuando llevo unos minutos andando y mirando los nombres de las calles pienso que deberia apuntarme a alguna academia o algo por el estilo para aprender griego, puesto que no se y me hará falta si pretendo quedarme aqui durante una temporada, asi que me lo apunto en los recordatorios de mi movil para que no se me olvide.

Transcurridos veinte minutos llego al lago. 

Buuueno hasta aquí el primer capítulo, ¿¿que os parece??