NARRADOR
Katsuki ingreso a la habitación y vio a Izuku arropado con una manta, estaba llorando por qué no podía controlar sus instintos de omega.
--Angelito... --susurro el Alfa sentándose a su lado.
--¡Kacchan! --grito Izuku mientras abrazaba al mayor sentándose entre sus piernas--, N-no se lo que me pasa...siento mucho calor y tengo miedo --confeso aferrándose a la camisa del alfa para llorar, el pecoso solo llevaba una camisa y le quedaba tan grande que le cubría todo el cuerpo.
--Tranquilo, yo te ayudaré, solo...disculpame si hago esto sin tu consentimiento --expreso Katsuki acomodando mejor al Omega entre sus piernas.
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CONTENIDO +18 SI ESTE TIPO DE CONTENIDO TE DESAGRADA SALTA ESTA PARTEDe la nada Izuku comenzo a sentir la mano del mayor sujetando su miembro y provocando escalofríos en su ser, comenzó a disfrutar lo que el le hacia. Katsuki estaba masturbando al más bajo y sintiendose más caliente el angelito abrazo sus caderas con las piernas, lo estaba volviendo loco y eso que solo era algo leve
--¡Ahh, ahh! --gimió a lo bajo izuku abrazando el cuello del dominante.
Lucifer se detuvo y se paró de allí para acomodarse en la cama, lentamente bajo al angelito y se subió arriba de el. Verlo tan extasiado lo hacía sentirse bien y sin detenerse comenzó a regar un montón de besos por las piernas y muslos de izuku
--¡Ahh, ahh! --gemía el pequeño retorciéndose sin parar, pues de verdad está disfrutando lo que el alfa le estaba haciendo.
Katsuki saboreaba el dulce sabor de sus muslos y dejando estos, prosiguio para explorar el cuerpo del pecosito, sus manos lo acariciaban con delicadeza deleitándose con lo suave y perfecta que era su piel, estaba perdiendo la cabeza mientras más avanzaba su interacción, pero quería controlarse para no hacerle daño.
La camisola le estorbaba y quitándosela comenzó a lamer los pezones del ojiverde
--¡Ahh, ahhh! --gemía el Omega tratando de contener sus gemidos, le daba pena hacer esos ruidos frente a el.
Katsuki lo noto y para que gimiera más fuerte toco el miembro de Izuku mientras lamía uno de sus pezones, ambas cosas las estaba haciendo a la vez.
Izuku no pudo soportarlo y comenzó a gemir más fuerte sin ser capaz de retenerse
--¡Kacchan, Kacchan! --repetía una y otra vez el nombre del pelicenizo.
Sonriendo por lo que había logrado, Katsuki se acercó hasta su rostro y depositando un beso en su frente ambos comenzaron a verse fijamente.
--Sabes lo que sigue ¿no?
--Si... --susurro Izuku sin dejar de cesar--, hazlo, hazlo Kacchan; te necesito... --confesó dándole un beso en la frente, igual a lo que hace poco el ojirubi había hecho.
Katsuki se quitó los pantalones y la ropa interior y colocándose en medio de las piernas del angelito, comezo a penetrarlo con cuidado
--¡Aaaaa! --grito Izuku aferrándose fuertemente a su espalda, le había dolido mucho y es que el miembro del alfa era muy grande.
Katsuki lo noto y esperando a que el se acostumbrara lo beso en la boca para darle confianza. El beso fue tan apasionado que Izuku no quería que rompieran el contacto y sin hacerlo, Katsuki comenzo a moverse.
Estocada tras estocada Izuku se sentía cada vez mas excitado, sus lenguas se removian entre ellas sin dejar de besarse, era algo que poco a poco estaba llevando a la gloria al Omega y más por qué lo estaba haciendo con la persona que amaba
Los dos cambiaron de posición y poniendo en 4 al peliverde, Katsuki volvió a penetrarlo pero está vez con más confianza.
--¡Kacchan, Kacchan! --gritaba el ángel moviendo sus caderas para sentir mucho más el miembro del dominante.
El caído lo penetraba con más fuerza, ambos estaban tan excitados que se estaban dejando llevar por el deseo que sentían
--¡Izuku! --gruño Katsuki sujetando las caderas del pecosito. Sin dejar de embestirlo el alfa se acercó hasta sus alas y tomando una de estas comenzó a lamerla y darle un montón de besos.
La espalda y las alas del menor eran su mayor debilidad y sin poder evitarlo sujeto entre sus manos las sábanas de la cama; ya no podía más, estaba más y más lleno de lo que el le estaba dando, perdia cada vez más la cabeza y sin poder reprimirse grito a los 4 vientos el nombre del alfa mientras le pedía más de el.
--¡Más! ¡Más fuerte kacchan, dame más! --decía agitadamente el peliverde.
Katsuki lo escucho y lo estoco con más fuerza y entre gemidos y el calor del momento ambos llegaron juntos al climax final.
Cuando terminaron Katsuki atrajo hacia el a Izuku y rodeandolo en un abrazo comenzó a darle muchos besos sin parar
--Kacchan --suspiro con amor el pecosito abrazando a su Alfa
--¿Como te sientes manzanita?
--Un poco más aliviado --le respondió Izuku recargando su cabeza en su pecho.
--Me alegro
--Kacchan...
--¿Si?
--¿Ya no estara Lilith aqui? --le pregunto el pecoso esperando una respuesta de el.
--Ya no angelito así que no te preocupes --dijo el Alfa acariciando con delicadeza su cabello.
--No la quiero volver a ver cerca de ti --confesó el peliverde aferrándose con más fuerza a su cuerpo.
--¿Estas celoso? --le pregunto el ojirubi al pequeño omega, pues se veía adorable de esa manera.
--¡Si, si estaba celoso! ¡No soporte ver a mi alfa al lado de otra Omega! --confesó enderezandose un poco--, senti horrible y más por qué tu me ignorabas, por eso sentía feo, sentía que yo ya no te importaba -agrego el pecosito comenzando a llorar, Katsuki se acercó a el y tomando su rostro le planto un dulce beso en los labios.
--Manzanita solo hay un ser en este universo que me gusta y ese eres tú, nadie podrá suplantar tu lugar, nadie podrá hacerlo jamás por qué tu siempre serás mi Omega y yo siempre seré tu alfa --expreso el rey del infierno abrazando a su pareja.
Izuku se sintió más seguro con sus palabras y acepto el abrazo, por primera vez ya nada le importaba y no quería separarse de su lado por nada en el mundo, aun si eso significaba renunciar al cielo estaba dispuesto aceptar ese sacrificio por su adorado alfa.
Continuará...
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EL PRÍNCIPE EN EL EXILIÓ 🧡Katsudeku💚
FanfictionKatsuki Bakugo (mejor conocido por todos como lucifer) es el rey y monarca que lidera el infierno. Sin olvidar la caída y el momento en el que el y sus compañeros más cercanos fueron desterrados; encuentra la gran oportunidad para vengarse de Dios y...