Capítulo 2.

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No ocurrió nada, no hubieron alas brillantes en su espalda, no hubo un aumento en su fuerza. Simplemente la calidez del chico y nada más, pero incluso así lo disfrutó.

Un tierno beso que llegó a su fin tras algunos segundos que ambos disfrutaron. Los ojos azules del chico se abrieron y la miraron con detalle, cada facción de la chica, sus ojos, su menton, nariz y boca.

Su olor era dulce, era agradable para Naruto. El normalmente rostro inexpresivo de la chica tenía un pequeño rubor, pero a la vez una deje de desilusión.

Aquello le confundió, parece que esperaba otra cosa siendo que para él habia sido uno de los momentos más bellos de su vida.

-¿E... estás bien? -fue lo único que pudo preguntar el Uzumaki con preocupación.

Ella lo miró y sonrió levemente asintiendo aliviando un poco al chico.

Finalmente se detuvieron sobre uno de aquellos grandes edificios. Naruto por fin se bajó de los brazos de la muchacha y se asomó a ver la altura.

-Es realmente alto y nos alejamos bastante de ellas, no creo que nos alcancen -murmuró el rubio con alivio girándose para ver a Akitsu- Tu... no tienes donde quedarte, ¿verdad? -preguntó a lo que tuvo una negativa de la muchacha.

Suspiró y pensó unos segundos por la decisión que tomaría. Sus zafiros ojos se posaron en ella y al instante lo decidió.

-¿Quieres quedarte conmigo? Al menos por un tiempo y...y si no te molesta -murmuró desviando su mirada con un pequeño rubor.

La pregunta asombró a la castaña, él no tenía responsabilidad alguna con ella, no pudo recibir sus alas, aún así él...

Temía aceptar ya que esas dos no iban a parar de buscarla, al menos hasta que Minaka se canse o simplemente la deje estar, eso esperaba ella al menos.

Además ahora consideraban a Naruto un objetivo por culpa suya, en todo caso la persona que tenía la responsabilidad ahora era ella.

-Muchas gracias -dio una pequeña reverencia.

No negaría que la idea de estar cerca del rubio le agradaba bastante, un capricho suyo quizás.

-Bi...bien, digo ¡bien! -hablaba el Uzumaki girándose rápidamente para ocultar su sonrojo y alegría- Te advierto que el lugar donde vivo es un desastre -dijo algo divertido.

-No es ningún problema, me basta con estar cerca tuyo -habló la chica con total honestidad, aunque el rubio lo tomó de otra forma.

"Glup"

-Debemos ver como bajar de este lugar, nos alejamos bastante de mi casa -murmuró a lo que nuevamente fue cargado por Akitsu para su vergüenza.

-Guiame -le dijo a lo que Naruto simplemente asintió muy nervioso.

-Ha...hacia allá -señaló y casi al instante la mujer dio un gran salto.

__________

Un pálido Naruto salía de un callejón seguido de una serena Akitsu que miraba los alrededores con curiosidad, parecía un barrio bajo.

-Sígueme -le dijo el rubio comenzando a caminar y ella simplemente lo obedeció.

Ambos avanzaron en su camino hasta llegar a un pequeño edificio de no más de 3 pisos, ingresaron por la puerta, en la recepción no había nadie para la suerte del Uzumaki, subieron unas escaleras que rechinaban a cada pisada.

Akitsu pudo notar que llegaron hasta el último piso de la construcción. Un pasillo alumbrado con unos cuantos focos apenas funcionales fue lo que notó.

Bajo las aves del cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora