𝐁𝐄𝐖𝐈𝐓𝐂𝐇𝐄𝐃┊Jung Yoona, es una adolescente de diecisiete años, que está por finalizar su etapa de secundaria, con una vida simple y monótona.
Pero un día, regresando de sus clases, con un clima totalmente lluvioso, se encontrará a un gato, va...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
─Sunbae, usted me gusta.
Yoona se ahogó con su jugo de ciruela, y Jungkook dejó de comer tras escuchar las palabras de la menor. Ambos se miraron mutuamente y luego regresaron su vista a la chica, que era tres grados menor a ellos.
─Lo siento, no puedo corresponder a tus sentimientos ─respondió de forma inmediata─. No, no eres tú, soy yo ─le dijo, aclarando la situación─. Eso y que la cárcel me respira en la nuca ─la menor quería hablar, sin embargo el pelinegro no se lo permitia─. Pero no te preocupes, ya encont...
─¡No te lo decía a ti idiota, se lo decía a ella! ─gritó con histeria.
Yoona que había vuelto a su labor de terminar con su juguito, terminó escupiendolo en la cara de su mejor amigo. Aquello si que la había tomado por sorpresa, no se esperaba la confesión de amor de una chica. Jungkook por el contrario, estaba secando su rostro por el líquido mientras pronunciaba en voz baja unas maldiciones.
─Yo... No sé que decirte.
─Por favor, no necesito que diga nada por hoy, sólo piénselo ─la rubia sonrió con dulzura, se giró para marcharse, pero a medio camino se regresó hasta donde estaba Yoona, nuevamente─. Por favor, acepte esto ─le tendió una caja mediana de color blanca, decorada con un muy bonito listón dorado─, es un pastel de chocolate, su favorito.
La menor se marchó dejando a ambos en aquel salón tratando de procesar lo que había pasado. Es que ninguno se esperó a que pasará algo tan loco como eso.
─Increíble, que ganadora saliste Jung.
─Cállate.
Aquel momento sin duda alguna fue de los más extraños y, además, un momento que jamás pensó que podría suceder. Sin embargo, decidió dejarlo de lado, aunque Jungkook ahora tenía un motivo más para molestarla, aunque como siempre era golpeado por ella.
La última hora de clases había llegado a su fin, y con ella también la hora de la salida. El clima había empeorado a comparación de lo que era horas antes.
─Yeri, ¿Has visto a Kook? ─le preguntó a una de las compañeras de su mejor amigo, que era la que más cerca estaba de ella.
La rubia miró a Yoona.
─Se retiró temprano ─respondió cortamente─, creo que le surgió una emergencia.
La castaña asintió levemente y le agradeció por la información.
Sin paraguas y sin mejor amigo, que posiblemente podría haber tenido un paraguas, tuvo que correr bajo la lluvia mojando gran parte de su uniforme.
Su casa no quedaba tan lejos como lo sentía en ese momento. La fuerte lluvia había vuelto pesado su cuerpo al correr, y nublaba su campo visual de vez en cuando, fue en uno de esos momentos cuando no se percató de como un gato negro estaba hechado bajo la lluvia. Yoona para no lastimarlo frenó de golpe, terminando en el suelo frente al animal.
El felino se levantó de un salto, el ruido seco que provocó el golpe de Yoona contra el suelo lo asusto.
La castaña levantó un poco su cabeza para verificar que el animal se encontrara bien, pero fue ella quien, está vez, se llevó un susto. El gato negro se encontraba demasiado cerca del rostro de la chica. Él tenía ojos amarillos brillantes, más amarillos incluso que el mismo sol.
Ella se levantó y tomó al animal entre sus brazos, se acercó hasta un local donde había un pequeño techo que le brindaba protección de la lluvia. El felino no puso resistencia alguna ante el tacto de la castaña, lo cual le pareció extraño ya que la mayoría de gatos callejeros eran malitos y no permitian que los tocaran.
Yoona al acariciar al animal noto una pequeña medalla plateada en el cuello del gato y dentro de ella había unas letras.
─Suga ─leyó en voz baja─. ¿Tú nombre es Suga?
***
Al fin después de tiempo pude actualizar este libro jajs