Antes y Después || Scaimar [One shot]

Parte única

ꉂ،، ָ࣪ ❛SCAIMAR୭༢

• No se busca ofender a nadie.

•Disfruten de estas 16350 palabras.

•Pueden pasarse también por la playlist que armé para esta lectura:

18 de diciembre de 1816

Ese par de botas resonaba una y otra vez dentro de aquella tienda, casi que podrían escucharse en todo el lugar. Una de sus manos se escabulló por el bolsillo para retirar el pequeño reloj que llevaba, y así poder visualizar las agujas de este, las cuales se movían de una manera infernal desde que le confirmaron al General Lionel Scaloni que el abogado Pablo Aimar iba a acompañarlo con sus tropas a la hazaña más grande que estaba próxima a realizarse en unos meses por la liberación de su país y otros dos más.

Dejó salir de su boca un suspiro, el reloj marcaba las cinco de la tarde y sin quererlo, comenzaba a preocuparse.

Se acercó al escritorio, abriendo el cajón y retirando de este la carta que el General Aimar le había escrito hace unas semanas, donde le mencionaba que el día 17 de diciembre iba a estar llegando a Mendoza para sumarse al Ejército de los Andes, con un mes de anticipación a lo que iba a ser la expedición.

Ya era 18, entendía que el General estaba viniendo desde el norte argentino con sus hombres a caballo y era una distancia a recorrer bastante extensa, pero se le había informado que en seis días estaría allí, y el cordobés era reconocido por su puntualidad.

Intentó despejar su mente, la cual de por sí se encontraba lo suficientemente alborotada como para sumar una preocupación más a su lista.

Guardó la carta nuevamente en el cajón. Probablemente le pediría a alguno de sus hombres que le trajera arrope diluido con vino para pasar los nervios y lograr obtener al menos un poco de calma.

Estaba a punto de ponerse a repasar la formación para el día de mañana cuando la cortina se abrió de golpe, dejando ver al General La Heras con una sonrisa.

—Mi General, Aimar y sus hombres acaban de llegar.

Scaloni tuvo que contener con fuerza su emoción, dándole las gracias al nacido en el Virreinato del Río de La Plata por el aviso, saliendo de la tienda para ir al tan esperado encuentro.

Y por unos instantes, Lionel solo pudo visualizar al hombre que tenía en frente suyo arriba de un hermoso caballo, con la luz del astro mayor impactándole de lleno el rostro.

Los orbes avellanas del cordobés resaltaban mucho más gracias al Sol, pero la sonrisa que estaba esbozando ante Scaloni irradiaba más que la inmensa esfera de fuego. En esos pequeños segundos, logró apreciar la cabellera castaña del abogado, el uniforme ceñido al cuerpo y ese lunar que descansaba en la tersura de su piel con comodidad.