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Los días pasaron, llego la final de GH, no fue tan sorprendente porque creo que era más que obvio quien iba a ganar, lo que si fue algo que produjo nostalgia, para la mayoría de las personas que seguía en Twitter, sobre todo chicas, iban a extrañar a Romina en la casa, verla hacer lo cotidiano, ella formaba parte de todo y por eso se extrañaría tanto, en mi caso no es así, la veo siempre y eso me pone feliz aunque tengamos que convivir bajo el techo de Walter. Nos llevábamos bien pero aún así no me daba buenas vibras y eso que lo conozco de hace años, jamás me cerró.

Se venía el fin de semana largo por pascuas, ya habían organizado para irnos todos a Pinamar, Romina estaba encantada porque ya venía con los días hasta el cuello y necesitaba unas mini vacaciones.
Preparamos todo y nos fuimos, al llegar, vi la casa enorme, supuestamente era de una amiga de Walter, entramos y guardamos todo.
Ya se estaba haciendo de noche, a Romina le dio ganas de salir a caminar junto con caramelo, Mia y bueno, se nos único "Juani" el hijo mayor de Walter. Salimos por al centro a dar un par de vueltas y volvimos.
Estaba con Romina en la cocina a punto de ayudarla a cocinar.

— ¿Si hago un vivo?.— me preguntó dejando todo antes de ponerse a cocinar.

— Estaria bueno, mira, se hace así.

— Se cómo se hace, Jaz!.

— Si pero la mayoría de las veces, a los dos minutos lo cortabas o lo subías más de una vez a tu feed.

— ¿Que?! ¿Yo subí?.— se haga la cabeza y me empecé a reír.

— Igual no le des importancia, ahora ya sabes cómo hacerlo.

Dejo el celular apoyado en la pared y empezó el vivo.

— Hola! bueno... bienvenido a todos a la cocina de Romina! Hoy voy hacer un arroz con mucho pero mucho ajó...

y así estuvo durante unos minutos, hasta que agarró el celular y empezó a leer comentarios, con Mia estábamos en el suelo jugando con Caramelo, en eso se sienta con nosotras Romina y nos encaja el celular a nosotras.

— Acá estoy con Mia y Jaz... Saluden! Y acá está caramelito.

Más de 5k personas en el vivo, la mayoría con mensajes de apoyo y otros con sus típicas críticas hacías Romina pero ella a todo eso le mandaba un beso.

— ¿Quien es Jaz? Preguntan acá... Jaz es la que me salva la vida cuando no tengo tiempo por ir y venir a todos lados.— sonrió y dirigió la mirada hacia a mi.— y la amo porque siempre esta para cuando más la necesito.

me puse tan roja que hasta Mia se dio cuenta, por suerte Romina cortó el vivo, despidiéndose de todos y regreso a la cocina, en eso Mia me da un leve codazo y me mira, yo solo me tape la cara porque sabía a lo que se refería pero trate de no seguirle la corriente porque me iba hacer quedar como una boluda, aunque bueno, Romina algo de culpa tenía por ponerme de esa manera, bah, que culpa tenía ella de ser tan hermosa, a veces me pongo a pensar ¿Dónde estaba yo cuando ella se separó de Walter? Podría haber sido más viva, ahora solo me queda respetar que ambos van a convivir por las nenas, porque ese era el acuerdo y no se hasta cuando.

Cenamos, Romina cocinaba tan bien, creo que cualquiera daría la vida por estar con ella aunque sea una noche, probar lo que hace y conocer realmente como es, si bien ella siempre fue real en la casa, fuera seguía siendo amorosa e impecable en la cocina.
Juani se levantó de la mesa y se fue a la habitación, Walter hizo lo mismo junto con Feli, Mia ayudo a juntar la mesa y luego se fue con Nina a su habitación, tan solo quedábamos Romina y yo ordenando todo.

— ¿Te gustó lo que cocine?.— me preguntó limpiando la mesada y dejando cada cosa en su lugar.

— Si!.

— ¿Me puedo casar?.— se reía, dejando el repasador de un lado de la mesada mientras se apoyaba para poder mirarme.

— Depende con quién...— dije mientras guardaba el último vaso que había secado, quedamos ambas cruzadas pero enseguida me  puse en su misma posición, no quería que notará lo nerviosa que estaba.

— A veces me dejas pensando, Jaz.— me dijo en un tono algo confundida.

— ¿Por?.

— No se, solo me dejas pensando...— me sonríe, no sabía si era bueno o malo.

Ella subió y fue a la habitación donde estaba  Walter.

— Feli, vamos... Venís con mamá.— le acerco los brazo para alzarla pero Feli se quería quedar con Walter.

— Gorda, vení a dormir acá.— le dijo Walter.

— No... no.— negaba con la cabeza.

— ¿Que hablamos la otra noche?.

— Ya se pero no, hoy no.

— Me dijiste cosas...

— Ya se las cosa que dije, Walter.

— Y bueno, quédate, dale.

Romina no dijo más nada, solo miro a Feli con carita triste y se fue a la habitación de Mia, justo yo estaba ahí porque íbamos a comprarle la misma habitación.

— Pense que ibas a dormir con...— dije y no pude terminar la frase.

— No, ma, ni se te ocurra.— le dijo Mia a Romina, ella sabía perfectamente de lo que estábamos a punto de hablar.

— Ya se, hija... Igual me voy a quedar acá con ustedes.

Mia y Romina durmiendo en una de las camas, mientras yo dormia en otra.
Era al rededor de las 4:30 am, note que Romina se había levantado, no sabía si ir o no, aunque ella siempre me dijo que estoy cuando ella más me necesita, con mucha cautela me levanté y fui hasta la cocina, pero no estaba ahí, pude ver en el reflejo de la puerta de la entrada, que estaba ahí sentada, salí y estaba fumando.

— ¿Estás bien?.— le pregunté mientras me sentaba al lado suyo.

— Mas o menos.— hizo una sonrisita de lado desganada.

— ¿Por?.

— Hable con Walter, hoy quiso que durmiera con el y con Feli, yo con Feli no tengo problema, vistes... Pero él. Yo hablé con él la otra noche, le pregunto muchas cosas que no me cerraban desde cuando nos separamos, también...— hizo un silencio bastante largo.

— ¿También que?.

— También le dije que lo seguía queriendo, se está portando muy bien y... Nada, me siento confundida.

— Entiendo.— esto ya me estaba poniendo bajon a mi pero trate de levantar un poco, la envolví con uno de mis brazos.— tenés que acordarte que por algo se dieron las cosas así con él, no porque sea el papá de las nenas tengas que si o si regresar, muchas familias funcionan así y no por eso vuelven, si no estaríamos todos al horno, imagínate separarte y volver, así constantemente, es desgastante para vos y para las nenas.

— Tenes razón... Aparte, Mia.— me hace una seña con la cabeza, como si estuviera justo al lado nuestro.— ella, bueno... Ella sabe varias cosa que pasamos, por eso dijo lo que dijo, incluso cuando estaba en la casa, Walter quería hacer un viaje a Bariloche y ella me dijo, no mamá porque vos la pasastes muy mal... me parte el alma.

— Entiendo, Romi... Una como hija quiere cuidar a su mamá, hay que escucharlas, de eso no te olvides.— la abrazo para que pueda sentir el calor, ya se estaba poniendo muy frío.

— Si... Es verdad.— se seca las lágrimas.— gracias, mí amor, siempre estas, la verdad que te agradezco cada cosa que haces.— me da un leve besito en la mejilla.

— ¿Vamos?.— me levanto para poder darle la mano, juntas entramos y nos fuimos hasta la habitación, procure que Romina se durmiera, la verdad me ponía muy mal que ella supiera que sería un error volver a esa relación pero al mismo tiempo seguir cegada.

EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora