Strangers +18 - Pedri González

Fer, el hermano guapo

NARRA PEDRI

Maddy dormía a mi lado.

Su brazo alrededor de mi abdomen.

La boca entreabierta y el pelo rubio esparcido por toda su almohada.

Parecía tan tranquila.

- ¿Me estás mirando? -preguntó aun con los ojos cerrados.

- ¿Cómo sabes que te estoy mirando? -pregunté riendo.

Ella soltó una risita y abrió los ojos.

- Porque estás medio sentado y tu respiración no es tan tranquila. -contestó.

Se frotó los ojos y se sentó a mi lado.

- ¿Te parece si vamos a comer con mi hermano? -le pregunté, me hacía ilusión que se conocieran.

- Claro. -sonrió.

La adoraba tanto.

Joder.

Fer también iba a adorarla.

Maddy se levantó y cogió ropa interior y ropa.

- ¿Dónde vas? -pregunté.

- A ducharme. -contestó ella.

- ¿Puedo ir? -pregunté por si había suerte.

- Pedro Gonzalez, no sabía que fueses así, me sorprendes. -dijo ella con una mano en el pecho, haciendo drama.

Solté una carcajda.

- Supongo que eso es un sí. -salté de la cama y me acerqué a ella.

- ¡Es un no! -gritó Frenkie al otro lado de la puerta.

Maddy soltó una carcajada y su cuñado asomó la cabeza por la puerta.

- Vamos, tío, ¿enserio? -le pregunté, indignado.

- No quiero escuchar ruidos por la mañana, Pedri. -habló Frenkie.

Maddy no dejaba de reír.

Y se escaqueó para meterse en el baño.

- Deja al pobre chico, Pedri, ¿quieres desayunar algo mientras Maddy se ducha? -preguntó Mikky llegando también a la puerta.

- Sí, gracias Mikky. -le sonreí y la seguí escaleras abajo, con Frenkie también.

Nos sentamos los tres en la mesa de la cocina y me dieron un café y tostadas.

- ¿Estáis saliendo? -preguntó Frenkie de la nada y casi me ahogo con el café.

- No, pero.. no lo sé, es complicado. -admití.

- Maddy ha pasado por mucho, solo te pido que no le hagas daño. -pidió Mikky.

- Lo sé, y no pienso hacerle daño, quiero arreglar todo este lío y que ella esté feliz para poder formar parte de su vida de una forma bonita. -contesté y vi a Mikky sonreír.

- Ten cuidado con esos chicos de Nueva York y con Lara, son malas personas, solo quieren hacerle daño a Maddy y no van a parar hasta conseguirlo. -comentó Frenkie.

- También lo sé, y no pienso dejar que nadie le ponga una mano encima. -aseguré.

- Eres bueno para ella, siempre sonríe cuando estás cerca y eso me gusta. -habló Mikky y escuchamos justo los pasos de Maddy bajando las escaleras.

- Me la llevo a comer, luego la traigo a casa. -me levanté con una sonrisa.

- ¡Tened cuidado! -gritó Frenkie cuando yo ya había salido de la cocina y me encontraba con  Maddy en el salón.