CRY BABY | Watching Tokyo Revenger

PRÓLOGO

P R O L O G O

¡La llamada de auxilió de Mikey! 

¡Él espacio - Tiempo sé rompe! 

Esa mañana cuando Takemichi regresó del pasado se encontraba desconcertado. Lo último que recordaba era despedirce de sus amigos y proponerle matrimonio a Hinata.  Le costó adaptarse, procesar lo que estaba pasando. Pues estaba delante de un espejo con un traje puesto. Su mente lo engañó, creyó que estaba en su propia boda. 

Cuando Hinata entró a buscarlo, aún siguió sin saber que estaba pasando con exactitud, aunque su confusión no tardó mucho, cuando llegó a la mesa de sus amigos se dió cuenta qué estaban en la boda de Pah-chin. 

Takemichi había regresado y por fin obtuvo lo que tanto buscó, un futuro estable para todos. Sus antiguos amigos tenían sus vidas y sueños realizados. Ninguno estaba por el mal camino y todos parecían tan felices. 

Incluso Mikey, según Draken el rubio ex líder de la ToMan era dueño de un restaurante y por esa razón no había podido asistir a la boda de Pah-chin, su trabajo lo mantenía lejos de las calles de Tokyo. 

Su boda estaba casi a la vuelta de la esquina y Mitsuya era el diseñador tras su traje y el vestido de novia de Hinata. Todo estaba bien, y aunque le dolía el hecho de que Mikey no asistiera a su boda entendía su ausencia.

Pero las mentiras suelen durar tan poco. 

Cuándo Takemichi se encontraba viendo el televisor en su sucio departamento algo llamó su atención.

— En Tokyo se intensifica el conflicto con un grupo llamado "BONTEN". Mientras continúan involucrados civiles, aquí unas imágenes exclusivas de algunos miembros de la pandilla. 

Él noticiero hizo qué el chico se sobresaltara y prestará más atención, sus ojos se enfocaron en un miembro en especial.

— Ese tipo de cabello blanco se me hace conocido. — Comentó al aire Takemichi, mientras sus ojos azules se abrían para poder apreciar mejor las imágenes.

Al día siguiente, en el restaurante de los gemelos, Takemichi se dió cuenta de la cruda realidad. Aquél tipo que había visto en la televisión no era un simple extraño. Sí su mente no le fallaba, el diseño en el tatuaje de ese hombre era el mismo qué el de Izana, el difunto hermano de Mikey.  

Salió del lugar, sus mente estaba procesando todo demasiado rápido. Solo necesitaba confirmar aquella teoría, y Draken sería la persona correcta. En cuanto se dirigió al local de su amigo, jadeante gritó el nombre de dueño del local.

Draken se encontraba arreglando una motocicleta, así qué se dió la vuelta para encarar al pelinegro.

— ¿Qué pasa Takemichi? No grites, ¿Y por qué esa cara? — 

— ¿Por qué me mentiste?— exigió saber, confundiendo al de mayor estatura.

— ¿Eh? — 

— ¡Lo que dijiste de Mikey! Mentiste sobre que estaba trabajando en el extranjero, los hermanos Kawata dijeron que no han visto a Mikey en más de diez años y además. . . — Draken observó al muchacho llorón en silencio. — En las noticias había alguien que se parecía a Izana Kurokawa, tal vez Izana está vivo y Mikey kun está... ¿Mikey- kun está vivo?

Draken permaneció en silencio, quizá asimilando las palabras de Takemichi o cuestionandose el haberle mentido al chico, estaba más que claro que Takemichi algún día sabría la verdad. Pero nunca se imaginó que sucediera tan pronto. Giró su mirada nuevamente a la motocicleta, dudando quizá en responder. Pero al final lo hizo.