『 Eʟ úʟᴛɪᴍᴏ ᴠɪᴀᴊᴇ ᴅᴇ Cᴇʟɪᴀ ᴇɴ ᴛʀᴇɴ 』

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El viernes por la tarde,a las seis y media en punto,como todos los días,Nicolas Fink salio de la fabrica de pantuflas donde trabajaba. Nicolas era escritor,pero,como tantos escritores,se ganaba la vida de otro trabajo.

Aquella tarde corría un viento tibio y cielo,despejado,empezaba a teñirse de matices rosados y violáceos. En general,en tardes así, a Nicolas no le daban ganas de volver directamente a su casa. A veces,bajaba caminando por la avenida Belgrano hasta Costanera Sur,y se sentaba en un banco a mirar el rió. Así,de a poco,su cabeza se alejaba de las pantuflas y se iba acercando a la literatura. Otras veces,se metía en un cine cualquiera,o en un bar donde pasaran tango y sirvieran café.

Ese viernes,sin embargo,prefirió  volver a casa. Se sentía vagamente triste,y también un poco ansioso. Era un tipo solitario,que disfrutaba de su soledad,pero en ocaciones-cada vez mas seguido-,sentía deseos de conocer a una mujer y enamorarse.

Eso pensaba aquella tarde,mientras iba camino a la estación de tren. Caminaba mirando las caras de las mujeres que pasaban,las parejas que se abrazaban en las esquinas,contentos de reencontrarse para volver juntos a casa y contarle lo que había hecho ese día.

La estación Constitución,como todos los días viernes a esa hora,estaba repleta. Nicolas no tenia apuro ni intento de correr. Lo esperaba un viaje largo,porque vivía en La Plata. Saco el boleto y camino tranquilo hasta el  andén

Su tren salia en quince minutos,pero ya estaba lleno. Subio en el primer vagón y atravesó los vagones,cruzándose con vendedores de medias,café,de pilas,de lapicera.

Los asientos estaban todos ocupados. Nicolas compro el diario de la tarde y se sentó en un estribo. Cuando el tren se puso en marcha,Nicolas  se-felicito a si mismo por haber elegido ese lugar. Quizas era un poco peligroso-el creía que no mucho-,pero esa misma sensación de peligro lo hizo sentirse mejor,un poco osado,mas joven. El viento,suave,le acaricio la cara. Nicolas cerro los ojos e inspiro profundo. El tren se alejaba de la estación. Al fin y al cabo,esta era su vida y no estaba nada mal.

Permaneció un rato así,y después abrió el diario para hojear las noticias de la tarde. Pero oyó una voz de una mujer que le hablaba a sus espaldas y se dio vuelta.

-Perdón-dijo ella,con un cigarrillo apagado entre los dedos-Por casualidad tenes fuego?

Nicolas no fumaba,pero tenia un encendedor de plata que había sido de su padre,y lo llevaba siempre consigo. Le encendió el cigarrillo a la mujer.

-Gracias-dijo ella,sonriendo-Que lindo encendedor!

Nicolas pensó :Que linda sonrisa! Pero contesto :

-Si no?Aunque yo no fumo.Era de mi padre

La mujer pareció sorprendida.

-Se ve que sos cuidadosa-dijo- A mi,los encendedores me duran una semana,con suerte.

-Por que no fumas!-rió Nicolas y la mujer también rió.

-Puedo sentarme?-pregunto ella-Me llamo Celia.

-Yo Nicolas-dijo,haciendo lugar.

Celia tenia el pelo castaño oscuro,ondulado y muy largo,recogido en la parte alta de la cabeza. Sus ojos eran húmedos,dorados,suavemente rasgados. Nicolas se enamoro casi al instante. Charlaron. Ella cinto que era medica.

-Pero creo que nunca voy a ejercer-le dijo.

-Por que?-pregunto Nicolas-No te gusta?

-Si,me gustaba mucho-respondió Celia,y se quedo en silencio,seria,mirando el cielo. Ya estaba oscureciendo. A medida que se alejaban del centro,los edificios se hacían mas bajos y los barrios mas abiertos.

Nicolas noto que Celia se ponía triste. Le intrigaba porque,pero no quiero preguntar. En cambio,dijo:

-Yo soy escritor

-No me dijas!-pareció volver a animarse Celia-Y que escribís?

-Ahora estoy escribiendo unas historias de miedo para chicos.

-En serio?

-Si. Estoy terminando una que habla de bruja...Es la ultima de siete hermanas mujeres. En las noches de luna llena,su cabeza se desprende del cuerpo y sale a cazar chicos,para comerlos...

-Que chucho! Vos crees en los fantasma?dijo Celia,riéndose. Pero enseguida su expresión cambios. El tren había ganado mucha velocidad y ya era de noche.

-Que pasa?-pregunto Nicolas

-Nada-dijo Celia,poniéndose de pie y metiéndose un poco en el vagón-Es muy peligroso viajar ahí,en el estribo. El tren va muy rápido. Por favor,veni.

-Pero no,no nada-contesto Nicolas-Si te agarras bien,así como estoy yo,no te puede pasar nada.

-No,no-pepitio Celia. Estaba realmente asustada,casi pálida-Ademas,en la próxima estación ya me bajo.

Nicolas empezó a desesperarse. Quería seguir con ella. O,al menos,saber que volvería a verla cuanto  antes. Pero nunca le había pedido el teléfono a alguien en esa situación,en un tren...Recordó lo que había estado pensando hacia un rato nomas,acerca de encontrar a una persona,un amor...Mientras dudas,el tren sigue avanzando,pensó. Entonces se paro,tomo coraje y dijo:

.Bueno..Yo...No queres dejarme tu teléfono..así te llamo...nos vemos?

Ella lo miro en silencio,con una sonrisa dulce y también un poco triste. Nicolas estaba fascinado.

-No tengo teléfono-dijo.

El tren ya estaba deteniendo. Nicolas quiso insistir,pero no le salieron las palabras. Ella le dio un beso.

-No te preocupes-dijo Celia-Seguro que nos vamos a volver a encontrar acá.

Y se bajo.

Nicolas pensó: Me bajo o no me bajo,me bajo o no me bajo,me bajo o no me bajo. Pero el tren volvió a arrancar con un sacudon. Se asomo y vio a Celia alejarse por el anden.

Durante el resto del viaje,Nicolas estuvo mirando la luna,que apareció en el cielo redonda y enorme,primero de un color casi amarillo,y luego plateado.

Cuando llego a La Plata,aun pensaba en Celia. De camino a su casa compro fruta y verdura,pan y vino. Cuando llego,su gato Harry lo saludo con un maullido desde el sillón. Nicolas le devolvió el saludo,se quito los zapatos,se sirve una copa de vino y se sentó a leer el diario de la tarde,que no había podido mirar en el tren.

En la segunda pagina,Nicolas leyó una noticia muy breve que le puso la piel de gallina. Esa noche no durmió,y tampoco la siguiente. Y algunos dicen que desde ese momento,Nicolas ya no es el mismo. La noticia que Nicolas Fink leyó esa noche decía:

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Trágico accidente

En la tarde de ayer,Celia Flores,medica,de 27 años de edad,falleció al caer de un tren en movimiento. La joven,que realizaba el trayecto Constitución.-La Plata,viajaba,al parecer,en el estribo del tren. Una tragita imprudencia que le costo la vida.

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Fin





Hola! Espero que les haya gustado está historia :D
Trate de revivirla por qué no muchos leen libros, y pues creo que demasiada gente lee más Wattpad pero en fin gracias por leer! ^^

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⏰ Última actualización: Apr 17, 2023 ⏰

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