Capítulo 24 | Planes.

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Capítulo 24 | Planes.

---¿Deseas espacio o necesitas retirarte, Nicolás?--- pregunto Daryl atentamente, su voz parecía ronca aunque no lo estuviese del todo.

No perdí más tiempo y antes de que pudieran esperar mi respuesta apreté el agarre en el cuello de la pelirubia fuertemente -tan fuerte que seguro mi marca quedaría en su cuello por algunos dias- su rostro palideció y todo lo que pudo haber sido juego, atracción o deseo fue sustituido por miedo, terror y una clara advertencia.

No soy bueno para ti.

Me tomé todo mi vino y deje la copa sobre la mesa.

---Tal vez seas sexy, tal vez no. Y tal vez sea un hombre y no puedo sucumbir ante toda tú voluminosa figura.

Se confundió por mi cambio de humor.

Así que miré a la chica, su rostro se tornó rojo por la falta de aire, apreté más y mas fuerte -aunque no hasta el punto de matarla- y la acerqué a mi rostro para decirle la realidad, aunque se que lo otro que diria no le iba a gustar, pero tenía que dejarle en claro que yo era bastante inalcanzable para ella, asi que dije lo siguiente:

---En primer lugar; tengo mujer, y no voy a echarla a un barranco o a montarle una infidelidad, mucho menos con zorras cómo tú que solo buscan abrirse de piernas con chicos ricos como yo. ---mi mirada se volvió fría, sabía que debía pararme y aún asi no lo hice.

《---En segundo lugar; no me relaciono con prostitutas, y aunque lo hiciera, no lo hiciera con putas baratas y quisquillosas como tú. ---noté como tragó saliva y me miró con tanto miedo y terror que me daba ternura verla en ese estado, roja, asustada y vulnerable para mi. ---Y en tercer lugar; no me metería con una chica que solamente tenga un futuro acostándose con hombres que ni ella misma conoce, además de que probablemente en su vida ni una escuela haya pisado. Asi que vuelvo a repetirtelo, como sea que te llames para no volver a recordarte lo puta que eres; no busques meterte conmigo porque tengo chica y es mil veces más digna y hermosa que tú.

Todos se abrieron de bocas cuando solté todo eso que, por dentro de mi no quería decir -pero que era necesario- y algunos solo se susurraban entre si.

De un empujón la chica se enredó con sus pies y calló al suelo, quedando totalmente sentada sobre su trasero.

Escuché la voz de uno de los hombres que estaba sentado justo al final de la larga mesa ejecutiva, visualice el momento en el que dió tres aplausos, haciéndome prestarle más atención, nuevamente este habló:

---Valla, ¿Quién diría que un Ramirez caería tan bajo?--- escupió con suma arrogancia, yo en respuesta sonreí de lado, de manera retadora.

Todos carcajearon, sonreí sarcasticamente. Mis dedos se rozaban suavemente entre si, sintiendo de antemano la excitación de lo que diría después.

---¿Y quién diría que por un simple comentario y por meterte en lo que no es de tu incumbencia perderias tu empresa y quedarías en bancarrota?--- Complete, notando lo tenso de su mirada y su cara se volvió un terror completo.

Todo quedó en silencio, un silencio bastante tenso, me encojí de hombros y me recoste en la silla.

Todos nos respetaban, me respetaban.

EL DESORDEN DE LA LLUVIA. #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora