Estos días fueron un poco más liberadores para Romina, llenos amor, sobre todo con las nenas, le hizo muy bien volver a la vida, eso si con muchas propuestas de trabajo, comenzaría en un programa por la noche como panelista, eso la puso muy contenta porque por fin iba a poder enfocarse en lo que realmente le gustaba, la tele, el teatro, entre otras cosas más.
— Hoy voy a ir a la bresh, vamos en realidad.— me dice muy emocionada.
— ¿Vamos dijiste?.
— Si! nos dejan llevar invitados, vos y bueno, Juani se quiso sumar.
— Me copa!
— Dani esta por llegar, mientras me voy a cambiar, cualquier cosa si escuchas la puerta me avisas.
asentí y me puse a buscar algo para ponerme, esto de avisarme sin tiempo me volvía loca pero bueno, es Romina, se le perdona todo.
encontré un vestido pegado al cuerpo, anda a saber porque lo traje y unas botas que hacían juego, negro básico, más un saquito, me vestí rápidamente en caso de que viniera Daniela, mientras caminaba por el pasillo, escuché desde la habitación la voz de Walter.— Esa pollera no, gorda, se te ve todo.
— Pero queda bien con las botas, aparte no se ve nada, para lo que me voy a mover...
— No, mira, se te ve todo aparte vas a ir con Juani, no podes...
— Walter, ya es grande el, seguramente se va a manejar solo, mira que va a querer que yo esté atrás de el.
— Si pero igual, como madrastra tenés que seguir dando el ejemplo.
"Como madrastra" sabía que habían cosas que Romina no me estaba contando, no tendría por qué pero si confía en mi ¿Por qué no lo hace? Seguramente tenga terror por mi opinión.
Ante de que abra la puerta, di unos pasos hacia adelante y baje rápido la escalera, tenía porque se diera cuenta que escuche aunque tarde o temprano le voy a preguntar, me mata la curiosidad.
Al rato llego Daniela, con su buena energía, tenía muchas ganas de salir al parecer. Walter nos llevo y nos dejó en la entrada, bajamos los tres pero Romina quedó en el auto, mientras Juani y Dani entraban, yo me quedé en un rincon esperando a que Romina saliera del auto.— Walter, no hace falta que me des tantas vueltas, yo sé como cuidarme.
— Si, gorda pero entender que ahora cualquiera se te va a querer tirar encima, no te dejes...
vi que Romina se puso aún más sería y bajo del auto, hasta que me miró y me sonrió.
— ¿Estás bien?.
— Si si.— suspiro.
— ¿Segura?.
— Si, es más que nada, Walter. Cuando lleguemos te cuento bien.
La noche empezó, no parábamos de bailar, me encontré con muchos famosos, conocimos a Lali, a Karina, la pasamos excelente. Con Romina y la chicas ya estábamos a un punto de que bailabamos pegadas y hasta el suelo, nos reíamos tanto de la situación, Romina se olvidé de la charla con Walter porque se la veía muy suelta, se acercaba algún chico y ella amablemente se sacaba fotos o grababa videos, se notaba que los pibes se la querían chamuyar pero ella por más que quisiera no podía. En una estábamos bailando enfrentadas y en eso, se me acerca un chico a darme la famosa vueltita, veo la cara de Romina y estaba con los ojos bien abiertos, yo solo dejé que el hiciera la vueltita y enseguida me corrí para seguir bailando con ella.
— Pobrecito...— se reía.
— ¿Por qué?.— le pregunto mientras tomaba de mi vaso.
— Porque quería... Y lo dejaste ahí.
— Igual no tenía ganas.
— ¿Por?.— frunció el ceño tan dulce, me daban ganas de abrazarla.
— Porque quiero bailar con vos.
Me sonrió y justo estaban pasando la parte de muñecas donde decia "te llevo a lo oscuro pa perrearte muñeca" la agarre de la mano la gire y nos pegamos para ir a corde a la canción, a ella le encantaba este tema, subía historias o tiktoks con el, al parecer era su favorito del momento.
Pasa el tiempo y ya estábamos muy cansadas, era bastante tarde, pedimos un Uber para que nos pasen a buscar porque Walter no atendia el celular, a los minutos llegamos, cada uno para su habitación, Romina me siguió y fuimos hasta la de Mia, hoy ella estaba con su papá, por ende teníamos la habitación para nosotras solas.
— Lo que me cansé...— susurro.
— ¿La pasaste bien?.
— Me gustó mucho, que noche!
— Se te noto más contenta después de varios fernets.— me reí.
— Quiero salir a bailar más seguido con vos, más si dejas a alguien para bailar conmigo...— se me rio en la cara, se notaba que se estaba burlando.
— La próxima te dejo sola...— le seguí la corriente.
— No... no seas así.— haciendo pucheritos, cada vez que los hacía me volvía a generar cosas.— No te lo había dicho pero estabas muy linda.
me tape la cara de la vergüenza, parecía que todo lo que decía lo hacía en el momento justo.
— Vos estab... Estas hermosa.
— ¿Con todo el maquillaje corrido?.
— Así también sos hermosa.
— Me iba a poner una pollera pero bueno, no me dejaron.
— ¿Quien?
— Walter...
— ¿Y por qué le haces caso?.
— No quiero volver a tener problemas.
— Me imagino... Pero tenés que saber que todo lo que te quieras poner es por vos no por alguien más, aparte tenés un cuerpazo, sos perfecta por dónde se te mire, deberias ponerte lo que quieras sin que nadie te ponga límites.
— Para que volver con el si te tengo a vos.— ríe.
— ¿Van a volver?.
— No se... No me siento preparada todavía pero es lo que él me da entender, quiere otra oportunidad.
toda la exprevidad que conllevaba mí cara se desvaneció.
— Quizas debas pensarlo...
— Eso intento pero bueno... ¿Vamos a dormir?
— Si... Esta medio frío.
— Vamos a juntar las camas así concentramos más el calor.
Juntamos las camas, nos acostamos ambas para el mismo lado, cara a cara y nos sonreímos.
— La verdad que a veces me haces pensar y replantearme las cosa, sos mi gran ayuda, Jaz, sin vos seguramente ya hubiera tomado desiciones que quizás a la larga no me favorecerian en nada.
— Es lindo que te sientas contenida, la verdad me gusta verte bien y ayudarte en lo que sea necesario.
— Gracias, mi amor.— levanta su cabeza y me da un besito en la mia.— que descanses.
— Descansa, Romi.
En eso siento como su mano agarra poco a poco la mia, así tal cual hacía ella cuando dormía con alguna de las chicas en la casa, podía sentir su calor, me hacía leves caricias y así me dormir.