Ya para cuando comencé a limpiar las mesas del bar me sentía agotada, Reth había decidido quedarse durante una semana completa y a Lucia no le molestaba que se quedara en el departamento pues ella estaría en casa de su novio, o algo así.
Matty ya se había ido, me tocaba a mi cerrar, y SourRock aún estaba terminando de guardar sus cosas en estuches para la noche siguiente. Intentaba ignorarlos lo máximo posible aunque ellos me hacían la tarea bastante difícil.
Los ojos se me cerraban y no sabía si iba a aguantar mucho, pero tenía que hacerlo pues tenía una cena pendiente con una irritante pelinegra y una pequeña que probablemente no le caería bien porque no me gustaban los niños, y yo tampoco a ellos.
—Alana, ¿Vamos a casa?
—No es tu casa.
—Dejame soñar con lo que pudimos tener— se quejó, rodé los ojos pero estiré la mano y le acaricié cariñosamente la mejilla, inclinó gustoso la cabeza.
—Tengo una cena, así que irás tu solo— caminé hacia mi mochila para buscar una pastilla, el rubio tardó un rato en seguirme.
—¿Es una cita?— preguntó, tomé la pastilla y comencé a juntar mis cosas, quizás con eso despertaba un poco.
—¿Que?
—Tu cena.
—No, solo una compañera de la universidad.
No pareció muy seguro pero no dijo nada más, lo cual agradecí. Insistí un poco más y finalmente se fue al departamento, no sin antes de un gran abrazo de oso y unos cuantos besos.
Pero claro, no podía irme sin que antes los de la banda se fuera, así que tomé asiento y esperé.
En el refrigerador de la cocina tenía una torta que llevaría, era de caramelo y café y esperaba que a ellas les gustara.
Era raro, ¿Saben?
Verlos.
Verlos allí, triunfando, cumpliendo el sueño que todos tuvimos, llevando a cabo cada cosa que queríamos hacer, cada logro que queríamos tener.
Lo habían hecho..., eran famosos, eras grandiosos.
Y yo era mesera en un bar.
Dicen que todas las cosas pasan por algo, que si no pasó es porque no era el momento, no debía hacerlo o no era para ti, pero yo no comprendía del todo ese dicho, ¿Por qué yo no debía estar en la banda? ¿Por qué su sueño no podía ser el mío? ¿Por qué ellos eran tan felices y yo estaba así?
No lo entendía, y me frustraba no poder hacerlo.
Había intentado poder ser suficiente siempre, había dado todo de mí por lo que quería y aún así no lo había logrado. Había comenzado a creer que era culpa mía por no haber intentado lo suficiente, por no haber peleado.
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Cuando llegas y te vas [LIBRO 2]
Любовные романыAlana Evans ha estado sola durante 4 años, siguiendo una carrera que no le gusta y con el constante sentimiento de culpabilidad por sus acciones del pasado. Es exactamente 4 años después cuando dos problemas se presentan en su vida; 1- SourRock lleg...