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Tenía sentimientos encontrados. Después de aquella escena en el aula de música, Stiles se sentía cada vez más perdido. Estaba más distraído que de costumbre, él tenía la habilidad de captar muchas cosas a la vez, casi al mismo tiempo, tenía el poder de procesar la información casi de manera robótica por su TDHA. Pero ahora, parecía que su cerebro se hubiese desconectado de la realidad.

No había pasado mucho tiempo después del incidente, pero ahora era un poco más difícil ver a Derek durante el día. Ahora estudiaba sus cursos avanzados y solo compartían la clase de química. Si no lo encontraba en la cafetería lo encontraba en su zona habitual del internado, estudiando.

A veces estudiaban juntos... pero un Stiles avergonzado y rojo frente a un Derek burlón enseñándole algunas cosas que no entendía y que quería que el castaño lo ayude era cuento de esos pocos días.

Y claro, a pesar de tener muchas cosas en las que pensar debido a los, ya no tan recientes, sucesos del internado, la cabeza del castaño no estaba funcionando.

Solo estaba presente Derek.

Derek, su hermosa sonrisa, su forma de expresar alguna emoción diferente a la molestia solo con las cejas Hale, sus ojos verdes que brillaban en la oscuridad, que lo hacían sentir a salvo.

A salvo de todo.

—Stiles, te estoy hablando, Stiles–. Chasqueando los dedos en su delante, el latino lo mira extrañado.

—Scott, quita–. Empuja la mano de su amigo en un juguetón intento por apartarla.

—Stiles, desde que pasas tiempo con ese tal Derek no eres tú. Dime, ¿Se arreglaron ya?–.

El castaño rio. Scott merecía una actualización después de todo.

Sus mejillas tomaron un color rosa al pensar nuevamente en el chico guapo de ojos verdes.

—¡Ves! ¿Algo que quieras compartir?–. Casi gritando Scott señalaba a su amigo con ambas manos, con gesto de evidente respuesta a su pregunta.

—Traquilo Scott, seguramente a Stiles le está empezando a gustar cierto chico malo–. Soltó el anzuelo cierto rubio mientras sonreía pícaro. Stiles lanzó una miradita de "ni se te ocurra" en versión cejas.

Andar mucho tiempo con Derek hizo que se le pegara la mañana de su lenguaje antisocial.

—¡Bien, bien! Queda claro que cierto castaño está claramente interesado, ¿o estamos equivocados?–. Esta vez, fue Raeken quién habló, demasiado calmado para su gusto.

—Chicos, chicos, no sé qué tratan de insinuar pero Derek y yo solo somos compañeros de clases, buenos amigos, jamás pasaría más que una amistad, ¿se imaginan? Sería raro salir con alguien tan misterioso y aterrador, que tiene tatuado en su rostro la palabra "peligro"–. Vaciló el castaño, una coartada perfecta a su grupo de inadaptados.

—Que bueno que lo aclares, sabíamos de antemano que Derek y tú no son, ni serán compatibles, quizá por el mismo hecho que él es un asesino, y tú un pobre corderito–. Theo lo abrazó de los hombros, al parecer el castaño no pasó desapercibido su comentario.

—¿A qué te refieres?–. Lo miró dudoso y volteó a verlos a todos ahí en la mesa. Todos voltearon a verse sin saber si decirle. O no.

Liam habló. —Derek estaba detrás tuyo Stiles–. No quitó la vista de sus ojos, fue una total poesía.

—Mierda–. Golpeó su cabeza contra la mesa.

No salía de un problema para meterse en otro. 

Él y su gran bocota.

Instintos |O M E G A V E R S E| -P A U S A D ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora