Milenio Vacío II: Viejo Mundo

Muerte

La abundante flora y brillo en el entorno corroboraba la ausencia de Hades, permitiendo continuar con el camino de regreso guiado por el guardián del cual se sostenía el dañado vinculo rehusándose a recibir ayuda de sus accidentalmente agresores.

—Parece que se perdió... Este lugar se ve todo igual. —Reclamó Zoro

—¡TU ERES EL MENOS INDICADO PARA DECIR ESO CABEZA DE ALGA!

—¿Cómo me llamaste? ¡Cocinero pervertido!

—En realidad, Zoro tiene razón... Pero es porque todo aquí es idéntico. —Comentó Nami

En lo que los piratas trataban de reconocer sus alrededores, Yagi se acercó con la guía a tratar de reforzar el lazo que se perdió por la falta de comunicación.

—Señorita Yue... Eto...

—Está bien, está bien... Otro malentendido a la lista —Dijo moviendo su mano, restándole importancia al asunto.

—Si... Justo quería hablar de eso con usted... Verá, debería aprender a comunicarse mejor...

—Ahora es una buena oportunidad para intentarlo... —Mencionó apuntando con la cabeza hacia el grupo.

—No soy buena haciendo amigos ¿Recuerdas?... La última vez tu compañero no dejo de estrangularme con sus apestosos trapos sucios...

—Bueno, en realidad la última vez me golpeo sombrero de paja... —Completó recargando su cabeza en el costado del guardián luciendo una burlesca sonrisa

—Usted también se presenta de manera muy sospechosa...—Dijo con sudor recorriendo su cabellera —Vamos, vuelva a intentarlo.

—De acuerdo... —Exhalo cansada dirigiendo su atención a los piratas sin dejar de avanzar.

—Asi que... ¿Qué tal les va con sus padres? —Preguntó con una sonrisa forzada dejando a todos en silencio.

—...

—¡¡¿QUE CLASE DE PREGUNTA ES ESA?!! 

—No me sorprende que se volvieran delincuentes... —Susurró a Yagi

—Pero usted tampoco tie...

—Por eso, tenía curiosidad... Curiosidad genuina no malintencionada... —Explicó achicándose de hombros notando como una simple pregunta incomodó al grupo.

—¡Ya ves! ¡No me obligue a iniciar conversaciones! Ultima vez que te hago caso.

—NI SIQUIERA LO ESTÁ INTENTANDO

La discusión sin sentido entre ambos fue interrumpida por la intrigada navegante.

—¿Como haremos para regresar?... Terk dijo que nadie había sido capaz de volver.

—Oh, verás. En realidad, es muy fácil... Solo debemos morir. —Confesó restandole importancia.

—Ah... Nada más... —Dijeron el trio de torpes con gesto aliviado.

—¡NO QUEREMOS MORIR IDIOTA! —Reclamaron casi instantáneo con molestos ojos en blanco y dientes afilados.

—Entonces pueden quedarse... Aquí es casi imposible morir.

—¡No nos referíamos a eso!

—No es tan fácil, muchos intentan matarnos y no lo logran. —Dijo pedante el espadachín.

—Pero no así... —Expresó Bakanee con sudor corriendo en su nuca ante el comentario del peliverde fanfarrón.

—¡NO QUIERO MORIR! —Quejó entre lagrimas el reno tomando la pierna de su capitán