The Baddest Female (K-Pop) [2NE1]

Capítulo 12: Casanova.

Sintiéndose abrumado, Víctor se alborota el cabello con las manos. ¿En verdad esa caprichosa chica continuará fastidiándolo?, piensa y dibuja en su faz una mueca de hastío.

—Ciel –dice. intentando contener su enojo—, mi trabajo consta de asistirte solamente durante el horario laboral y en las actividades que marca tu agenda. Ese evento no está en ella. Lo siento, pero no puedo acompañarte.

Con su característica arrogancia, la rubia rapera se cruza de brazos y muestra una cínica sonrisa. Está segura de que esta vez su magnífico plan no fallará. Arruinará la noche de ese irritante foráneo que ha roto su promesa.

—Llevarme a esa reunión también es parte de tus funciones, extranjero. En ella estarán algunos de mis colegas. Son personas muy importantes. Por cortesía debo asistir.

Con semblante frustrado, el apuesto caballero de bronceada piel chasquea la lengua. Sabe que probablemente ella está mintiendo, pero no tiene deseos de verse envuelto en una incómoda discusión. Al menos no por ahora. No tiene otra opción que reprimir su molestia y obedecer la orden de la soberbia artista.

—Está bien, tú ganas. Pero antes permite que vaya a casa para ducharme y cambiarme de ropa. En unos minutos más regreso por ti.

—Me parece perfecto –sonríe con malicia y se encamina a la puerta—. Vamos. Iré contigo hasta tu apartamento.

—¡¿Qué?! ¡¿A mi apartamento?! —exclama asombrado, para después emitir una divertida risita—. Eso no es necesario, Ciel. No me tomará mucho tiempo. En un poco más de media hora estoy de vuelta.

—¡Tch! ¿Bromeas? —murmura con ironía—. De ninguna manera te dejaré ir solo, torpe extranjero. No me arriesgaré de nuevo a ser defraudada por ti. ¡Apresúrate! —cruza el umbral sin desdibujar de los labios una malintencionada sonrisa.

El joven fotógrafo ríe y niega con la cabeza; se pregunta qué nueva locura estará pensando esa extraña mujercita. No le ha dado importancia, pero lo desconcertó un poco su comentario. ¿Arriesgarse de nuevo a que la defraude? Definitivamente debe estar perdiendo la razón.

Luego de algunos minutos, ambos jóvenes llegan al modesto edificio departamental. El simpático latino desciende rápidamente del automóvil para ayudar a la chica a bajar. Ella, cubriendo sus ojos y cabeza con gafas oscuras y un femenino sombrero, se adentra al inmueble con temor a ser descubierta por algún admirador.

—Deja de actuar con tanto misterio –dice burlón—. Así llamarás más la atención de los vecinos.

—No parece sorprenderlos mi presencia –comenta molesta—. Supongo que acostumbras traer a casa a un sinnúmero de mujeres.

—¿Es un reproche? —pregunta, haciendo un juguetón movimiento de cejas.

—¡Eish! ¡Apresúrate y abre! —chilla impaciente.

El bromista occidental vuelve a reír, incrementando el enojo de su caprichosa acompañante. Digita la clave de seguridad, abre la puerta y, mostrando su encantadora sonrisa, hace una seña para que ella entre primero. Él no lo ha notado, pero la astuta líder de 2NE1 ha estado atenta y ahora conoce el número de acceso.