Adara Rodríguez
Hassan estaba tan raro, empezó a besarme salvajemente, ese beso presentaba que quería tener contacto. Me empezó a besar el cuello con muchas ganas, subió otra vez a mis labios, provocando que gimiera.
-H-ha-hassan-hable entrecortado.
Me separé un poco de Hassan, creo que ya estaba preparada para lo que venía, aunque sé que tarde o temprano me arrepentiré.
Hassan
No beso a Adara con delicadeza, pero tampoco soy salvaje. Nuestros labios se rozan y se chupan con ligera torpeza al principio hasta que cogemos el ritmo. Ella sabe lo que hace, ladea su cabeza y su lengua entra en acción, llevándome a la locura. Unos cuantos segundos de esto y ya puedo sentir el calor que me baja a la entrepierna. Nuestras respiraciones se escuchan en el silencio de la cocina. Me muerde el labio, suelto un jadeo ronco y vuelvo a besarla con desesperacion. Mi boca se mueve de manera más agresiva y ella gime por lo bajito antes de pasar una pierna por encima de mi regazo y sentarse a horcadas sobre mí para presionarse contra lo queya esq una inminente futura ereccion.
Mis manos bajan a sus caderas y las aprieto. Ella jadea contra mis labios. No sé si es porque me gusta de verdad, pero las sensaciones que me recorren no se comparan con nada que haya sentido en mucho tiempo. Este beso es increíble, no solo esta cargado de deseo, si no de una necesidad de cariño, de ser apreciado por alguien. Como nos acariciamos, como nos besamos, cada gesto tiene un toque de gentileza, de calidez. Mis dedos suben y rozan el borde de su camiseta, entrando en contacto con la piel de su cinturita y de su abdomen. Nos separamos un segundo para respirar.
-Hassan-susurra mi nombre al abrir los ojos y me pierdo en su mirada durante unos segundos porque no sé qué decir.
Tomo un mechón de su pelo y se lo pongo detrás de la oreja. No deberíamos hacer esto, ¿O sí? ¿Cómo he pasado de consolarla mientras lloraba por mi - besarla y tenerla encima de mi de esta forma?
-¿Deseas esto tanto como yo?-pregunto con una voz teñida de deseo.
Adara Rodríguez
Asisto, el comienza a subir las escaleras conmigo en brazos, la facilidad con la que me carga me parece tan sexy. Al llegar a su habitación, cierra la puerta, y me baja y no he terminado de poner los pies sobre el suelo cuando él me estampa contra la puerta besándome no una deseperacion tal que siento que me derrito ahí mismo. Sin dudarlo le respondo el beso con todas las ganas porque, ¡Dios!, yo también lo deseo tanto o más de lo que él me de sea a mí. Nuestras bocas se mueven en sincronía, humedeciendo nuestros labios, me agarro de su cabello mientras giro a un lado profundizando el beso. Hassan pone ambas manos a los lados de mi cara contra la puerta como si quisiera controlarse.
A la muerda el autocontrol.Su beso se torna aún más apasionado, más demandante, buscando enloquecerme. Nuestras respiraciones y el sonido de nuestro beso hace eco por toda la habitación. Mi cuerpo arde por su contacto y cuando lo siento apretar sus puños contra la puerta, me separo de él ligeramente.
-Deja de controlarte-le susurró, mordisqueando sus labios.
-Estoy tratando de ser gentil-hablo
-Qué se joda la gentileza-chupo uno de sus labios con fuerza.
-Qué se vaya a la verga el control, cogeme como has querido cogerme todo este tiempo-hable
Y puedo ver su control desancajarse claramente, sus manos buscan mis pechos para apretarlos suavemente robándome un gemido.
-Te cogere como quiero-hablo contra mi boca.
Supongo que ya saben lo qué pasó 😁
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Te espero en el fin del mundo || Peso Pluma
RandomLa vida es demasiado corta como para no aprovecharla todo lo posible.