Colorido...

I

Cuando sientes que por fin eres libre, cuando tus pulmones por fin pueden moverse libremente, y expandirse, puedes respirar y sentir un nuevo aire, que no sea el vientre de tu madre, esa libertad se llama nacer.

Los llantos de un bebé se hacía presentes en todo el quirófano, mientras la mujer perdía la respiracion poco a poco.

—¡RÁPIDO, NECESITAMOS UNA BOLSA DE SANGRE!-decía uno de los doctores de esa sala, mientras la mujer presente solo le quedaban pocos segundos de vida, pero ya era demasiado tarde para recuperarla.

-La perdimos.... -dijo la enfermera que me sostenía en sus brazos, empapado de sangre, y todavía llorando.

En aquel día lluvioso y de mal humor en que yo nací, era el día en que mi padre había cambiado por completo, después de recibir la noticia de la muerte de mi madre.

-Tome señor Min, aquí tiene a su hijo, su madre quiso ponerle el nombre de Min Yoongi. -dijo un enfermero del Hospital, mientras me entregaba en los brazos de mi padre.

-H-Hermoso nombre... ¿Pero en donde esta mi esposa? -pregunto confundido.

-Lamentamos decirle que... Su esposa murió en el parto.-dijo el enfermero para después hacer una reverencia e irse de ese lugar.

Ese fue el maldito día en que mi padre compreendio 2 cosas.

Una, que por mi culpa, mi madre había muerto.

Y dos, que no tenía amor suficiente para mi, si mi madre no estaba a su lado.

Fui creciendo de poco a poco, y la violencia de mi padre se hacía más grande, era un niño de 7 años, y la pérdida de mi madre lo volvió loco, y para el, no había mejor manera de golpearme a mi, pero ese día, descubri lo que arruinaría mi vida por completo.

-¿QUE NO VEZ LA MALDITA CERVEZA AMARILLA? ¡NO QUIERO LA AZUL, QUIERO LA AMARILLA MALDITO CIEGO!-dijo mi padre furioso para después darme una a bofetada. -ya dejalo haci, la tomaré yo mismo bueno para nada.

Ese era un gran problema para mi, no podía distinguir los colores, y eso era un infierno para mi.

-Señor, su hijo es daltonico. -dijo el doctor recogiendo unos papeles que tenía sobre su escritorio.

-Perfecto, lo que me faltaba, ¡un maldito daltonico!-dijo mi padre saliendo de esa sala mientras caminaba detrás de él.

La escuela se hacía más complicada, el bullying se hacía cada vez más alto, y eso era insoportable, era tanta su pesadez, que decidieron quemarme en la Universidad.

-Ya paren por favor, ¡QUE ALGUIEN ME AYUDE, SUELTENME, SAQUENME DE AQUÍ!-dije atado a una silla llorando y con los ojos vendados, no podía ver nada, pero sabia que no era nada bueno, podía saber que esas eran las voces de mis bullyings.

-Ay que dramático, no te hemos echo nada, Hyujin, por favor callalo de una vez, me irrita. -dijo la voz de una chica, era Yeji, esa chica me gustaba de verdad, pero ya era novia de Hyujin, entonces nunca pude decirle.

-NO! NO! NO! ¿QUE VAN A HACERME? ¡ALEJENSE DE MI!-dije muy asustado, de verdad, sabía que no era nada bueno.

-Tranquilo viejo, solo te aremos unos tatuajes.-dijo Hyujin tomando una plancha de cabello muy caliente, para después ponerme la ensima.

-¡AHHH, DUELE, PARA, PARA, ME CALLARE LA BOCA, NO LO HAGAS MÁS, AHHH!-dije realmente gritando adolorido y llorando, esta plancha de cabello estaba totalmente caliente, estaba apuntó de explotar, era un dolor insoportable.

-Que maricón, no soportas nada, eso te pasa por rarito. -dijo quitandome la plancha despues de dejarme marcas por todo el cuerpo, estaba solozando para que no me volvieran a quemar, simplemente patético.

-Hyujin, gracias por hacerme ese favorcito, ¿quieres que te de tu recompensa? -dijo Yeji, acercándose poco a poco a el.

-Si no fuera mucho trabajo, dame esa recompensa con mucho gusto. -dijo aproximando las caderas de Yeji hacía el.

-Pues, cierra los ojos amorcito. -dijo Yeji, para después darle un beso intenso y lleno de pasión, tal vez con segundas intenciones.

-Yeji, Yeji, sabes que no podemos hacer eso, el idiota de Yoongi esta aquí. -dijo deteniendo el beso de Yeji haciendo que se irritara.

-Tranquilo bebé, el no se dará cuenta, esta atado y vendado en los ojos. -Dijo para después besarlo intensamente de nuevo, provocandolo para que el también sintiera la necesidad que ella sentia.

Mientras ellos estaban a punto de tener sexo, yo estaba solozando en silencio, siendo humillado, y quemado, las quemaduras resaltaban demasiado, esas quemaduras serían permanentes, hasta llorar hacía que mi piel se irritara, mi vida era una mierda.

Gracias al bullying, mi paciencia se hiba demasiado rápido, y terminaba en peleas que no eran mias.

-Oye Yoongi, ¿cuantos dedos vez aquí eh? -dijo Felix mostrándole su puño con unos cuantos anillos, me estaba molestando desde la mañana, y ya no podía soportarlo, entonces me levante de mi silla, y lo enfrente.

-Ya Felix, ¿que mierda te pasa, no tienes a otra persona a quien molestar infeliz?-dije empujandolo.

-¿Que, el rarito se enojó? -dijo entre risas con sus amigos, pero sus risas acabaron cuando me avente a Félix, y le empeze a golpear.

-¿Y ESO A TI EN QUE TE AFECTA HIJO DE PUTA? SOY UN MALDITO DALTONICO, NO UN CIEGO, VIVE TU MALDITA VIDA, Y YA DEJAME TRANQUILO, MALDITO BASTARDO DE MIERDA, INFELIZ, PUTO DEL CARAJO. -le dije con cierta furia, cada golpe en su cara era más violento, casi lo dejó sin dientes, pero el momento se acabó cuando el director entró a la sala.

-¡Min Choi, en mi oficina, ahora!-dijo el director para nada feliz.

Mi momento se había acabado cuando el director dijo que me tenían que expulsar por violencia.

No es justo, no es justo, no es justo, NO ES JUSTO, NO ES JUSTO, NO ES JUSTO, NO ES JUSTO! ESE MALDITO IDIOTA HABÍA COMENZADO.

Cuando pensé que todo estaba perdido, recordé que era temporada en invierno, el Río Han estaba en un perfecto estado helado para congelarse de tan sólo entrar, esa idea en mi mente fue la mejor que pude haber tenido.

Ahí estaba yo, parado en el puente, en donde me lanzaría directo a parar mi sufrimiento, carros pasaban, gente caminaba, pero yo solo estaba ahí parado, mirando el Río, era como si no existiera, hasta que las nubes se dieron cuenta de mi tristeza.

Calleron copos de nieve entre mis brazos, era un alivio en mi cuerpo sentir algo frío, las quemaduras me ardían, y sentir la nieve caer en mi, era como dormir en la almohada más suave del mundo.

Solo.... Me senté en el puente a llorar.

De verdad mi vida era una mierda, y la única forma de acabar con ese dolor, era saltando de ahí, pero...¿A quien le importaría mi muerte?

Eso era! Era eso! ¿A quien le importaría mi muerte? Yo no valia nada, entonces, no sirve de para nada, pensar en que alguien me salvaría de esto.

Después de un largo tiempo, me puse de pie, y mire al Río, sonrei y salte.

Sentir el agua por mi cuerpo mientras me hundía cada vez más, sentir como la temperatura del agua se juntaba con mi temperatura corporal, era tan relajante, como si no tuviera conciencia en ese momento.

Por un segundo decidi abrir los ojos, pero cuando los abri, abri mi boca y suspire tragandome toda el agua, y de un momento a otro, mi conciencia se volvía a ir por completo.

Cuando por fin volvi a abrir los ojos, me desperté en otro lugar, un hospital, estaba en una cama, con diferente ropa, y hacia frío, mucho frío, solo podía escuchar un poco lo que decía en la televisión que tenía al lado, pero aún así, no entendía que decían, no sabía que estaba pasando.

Pero había alguien a mi lado.

...... Colorido........... *•°★