Moon || Namjin

Capítulo 4

04

Soobin, Soobin, Soobin...

Ese fue el nombre que más mencionó Seok Jin durante su ataque y era algo que lo dejaba pensando; una parte de él le decía que eso no era cierto, que tal vez Jin se había confundido o tal vez malinterpretado algún comentario, pero, otra parte de él le hizo recordar una pieza del rompecabezas muy importante: Kim Seok Jin no mentía.

Era muy difícil para él encubrir algo o a alguien, no sabía hacer ni una pequeña mentira sin arrepentirse y soltar toda la verdad después de un rato, los secretos no eran tema que se pudiera confiar.

Namjoon lo sabía, porque Jin delató a sus amigos y a su familia en su cumpleaños número dieciocho cuando sus personas más cercanas decidieron hacerle una fiesta sorpresa. El plan le fue dicho al castaño, pero cada vez que veía a Namjoon sentía culpa y cierta ansiedad de no poderle decir lo que pasaba, se sentía mal al saber que había una posibilidad de que el pelinegro se enojara con él o se decepcionara por haberle ocultado eso. Lo máximo que pudo callar el secreto, fue un día, justo la mañana siguiente soltó todo lo que le tenía que decir y se puso a llorar al pensar que había traicionado la confianza de la única persona ajena a su familia que lo trataba como un igual.

Desde entonces no había ni un solo secreto entre ellos.

No podía dudar de Jin.

Sus propios pensamientos le asfixiaban poco a poco, sacudió la cabeza un par de veces, pasó por una tienda de conveniencia por agua para calmarse mientras iba de camino al lago para recoger a Yoongi y a Soobin.

—Tranquilo —se dijo a sí mismo al terminar su botella de agua—. Ahora, solo pondré un poco de música y no pensaré de más, todo tiene una explicación —se detuvo—, bueno, no todo, pero ya me entiendes.

Hablar solo y darse auto instrucciones era algo que solía hacer desde pequeño, le habían dicho que era una manera sana de conocerse a sí mismo y de tener un control de las situaciones a las que se enfrentara, ya fueran sencillas o algo complicadas.

Manejó con cuidado, disfrutando de la suave brisa que había llegado junto con el casi atardecer, apreciando el paisaje urbanizado que era la ciudad en la que vivía, olvidándose de todo lo que había sucedido y centrándose únicamente en él y en las canciones que llegaban con una sutileza preciosa a sus oídos.

Cuando sus pies tocaron la acera que a los pocos pasos se cambiaría a suave y verde pasto, supo que tenía que volver a realidad, una donde claramente no estaba encerrado en su auto cantando como si fuera la última vez que escuchaba todas esas melodías.

Y bueno, aquí iba el valiente Kim Namjoon dispuesto a enfrentar todo lo que se le atravesara.

—Hyung, ¿qué pasó con Jin? ¿Está todo bien? —preguntó Soobin con cinismo.

Ay no, esto sería más complicado de lo que había pensado.

—Más o menos, algo así —tomó asiento al lado de Min quién se encontraba mirando con odio a Choi. Tomó aire y suspiró con pesar—. Tenemos que hablar —soltó con seriedad, pero con amabilidad al mismo tiempo, uno de los muchos dones que ese hombre poseía.

La expresión de su hermanastro cambió de la nada, pasó de ser un semblante tranquilo, casi burlesco a uno serio y casi enojado. ¿Tan descuidado había sido? Esto no podía estar pasando.

—Quiero que seas muy honesto —Namjoon dirigió su mirada hacía en rubio que estaba en frente suyo sin cambiar su semblante serio—. ¿Qué fue lo que le dijiste a Jin?