Kitsune Raiden VOLUMEN 2

Capítulo 22

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La cantidad de demonios avistados no era tan alarmante pero si comenzaron  a frecuentar más y más.

Mientras terminaba de desalojar un complejo de departamentos tras un ataque, saqué mi teléfono y miré la hora debido a que la noche ya estaba presente.

— La luna roja comenzará en unos minutos...

Me fui a los contactos y llamé a Andrew pero este no contestaba, después llamé a Amanda y pasó lo mismo.

Esto ya no me estaba gustando, pero tampoco podía dejar a estas personas a su merced.

— Vamos Rory... Contesta.

La llamada entrante seguía mientras yo me movía por la ciudad, nadie tomaba la llamada y esto ya era preocupante.

—Debo ir a las montañas cuánto antes.

No obstante, un grito de auxilio llamó mi atención. Gracias a mis sentidos pude escuchar a gran distancia de dónde provenía.

Cuando me acerqué, la policía estaba evacuando a más personas de un edificio que se derrumbaba por las acciones de un demonio que había pasado por ahí. Era extraño no verlo, parecía ser que solo iba de paso y así destruyó aquel lugar.

— Debe ser grande... —susurré—

Me acerqué al lugar y una policía me detuvo.

X: El edificio está evacuado, es muy peligroso entrar ahí.

— Hay alguien ahí que pide ayuda, debo entrar.

X: ¿acaso no escuchaste? Está por caerse este edificio.

Entendía que estaba haciendo su trabajo pero yo también tenía que hacer el mío.

Xy: ¡MI HIJA! ¡¿DONDE ESTA MI HIJA?! —gritó una mujer inconsolable que había sido afectada por el derrumbe—

La policía y yo nos miramos, ella se veía desconfiada pero al final me cedió el paso. Después de todo, yo era la única que podía entrar con más probabilidad de sobrevivir.

Sin más, me aventuré a una última misión en las calles, la chica gritaba débilmente debido a que su fuerza se agotaba.

X: ¡ayuda por favor...!

— YA VOY. —respondí apresurada mientras seguía el sonido de su voz—

El lugar era un desastre, el segundo piso estaba destruido casi por completo, era imposible subir por las escaleras así que tuve que saltar entre pila de escombro.

X: ¡necesito ayuda, mi pierna está atorada, me voy morir aquí! —gritó entre sollozos—

La chica estaba en el último piso de un edificio de 5, debía tener cuidado con mis movimientos para no hacer que el edificio se colapsara más así que debía ir a paso lento con mis saltos pero también debía buscar la manera de mantenerla tranquila para hacer más fácil esto.

— No digas esas cosas, ya estoy aquí y voy sacarte de esto.

X: No puedo moverme. —sollozó con la voz quebradiza y más débil—

— ¿hagamos una cosa si? Primero dime tu nombre.

X: Me- me llamo Elena...

— Muy bien Elena, Ahora somos un equipo así que necesito que me apoyes con tu voz, tienes que seguir hablando para que yo pueda encontrarte.

Intenté mantenerla calmada con una charla mientras iba trepando piso por piso.

Elena: tengo mucho miedo, y ya no siento las piernas.