Capitulo 4

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—¿Cómo quieres llamarme?

—¿Qué?—Esa pregunta por parte de la chica le hizo extrañarse. Ya había pasado sus días, o quizás, semanas que empezaron a llevarse bien.

______ se había percatado de cada uno de sus detalles, como, cuando se confunde o se extraña por las cosas, solia mostrar sus dientes afilados junto a un arrugamiento de nariz, era una mueca chistosa cuanto menos, le parecía lindo. También, se había dado cuenta de que, mantenía algunos tatuajes en su cuerpo. Tatuajes con dibujos extraños. También, aparte de eso, cuando se molestaba demasiado, solía llorar sangre.

Hasta, su forma de hablar,siempre defendía sus puntos acaloradamente, como si fuese más importante defender su visión del mundo que su vida propia.

—Me llamas ______, pero, siento que quizás, te puedo recordar a tu difunta novi—Antes de que siguiera con su frase, le interrumpió de forma abrupta y elevada

—¡No!—La cara de sorpresa de _____ era evidente —Me refiero...—Bufaba mientras miraba a otro lado. —Yo nunca haria que alguien... Ya sabes...Joder, me sigue costando expresarme después de todo...— Al estar sentado, pudo esconder su cara entre su pelo y piernas, mientras movía frenéticamente su pelo, aparentemente frustrado. —Quiero que tu elijas tu nombre si es que, quieres ser otra persona...

—Mi nombre... ¿Define mi persona?

—...Macho, haces preguntas muy difíciles aveces... Tu nombre no te define... Ni tu apariencia, ni nada. Solo tu... —Se quedó callado. ¿Qué le define? ¿Es posible que algo le defina a una persona incapaz de recordar algo de su vida y sin personalidad como ella?

—¿Mi...? ¿Mi que?

Ben se hizo de callar otra vez.

—Tu... —Le clavaba la mirada, un brillo sutil apareció en sus ojos—Tu ser. Tus acciones y tus pensamientos...Te define. Eres una persona que existe y... Me parece increíble lo que aveces puede crear este mundo...

—Wow...— Con un atisbo de media sonrisa cálida, Ben se estaba volviendo su pasatiempo favorito sin duda. —Oye Ben...¿Sabes que? Me gusta _____. ¡Pero, si quieres, puedes llamarme Zelda!

—Eh....Pero...Zelda... Oh, espera, ¿Cómo coño has conocido a zelda si ella no aparece aquí?

—¿Quién? ¡Es un nombre que me he inventado! ¡Apareció en mis sueños! Estaba yo vestida de una princesa, decía que yo era Zelda y tu estabas ahí...

Los ojos de Ben se abrieron tanto como los de un perro abandonado al ver un trozo de carne.

—Eso...¿Recuerdas algo más?

—Bueno...Me acuerdo del cuarto... Era un desastre...muy diferente a como esto...muy oscuro y con aparatos raros...

El rubio se levantó de momento.

—Necesito que vengas conmigo — surgió un portal de la nada,no tardó en sujetar sus muñecas e intentar entrar, pero, no podía. —¿Qué

—¡Ben! ¡No estires! ¡Me haces daño!

Acabó soltando sus manos, "¿Quizás están intentándolo de forma incorrecta?"

—Bien, entra tu sola,  inténtalo

—¿Vale?—Al intentar entrar, el portal no permitía que nadie excepto Ben pasará, así que, sus intentos no fueron los mejores de este mundo.

—Hm...Si es verdad, que a mi me costó salir en su tiempo....—La máscara de _____ fue objetivo de sus ojos, los cuales, se iluminaron al pensar una idea —Vamos a quitarte la máscara

—¿¡Qué!? ¡No creo que sea buena idea!

—Oh, venga, por dios, exageras. —con sus dos manos agarraron los cuernos de la máscara, estiraba con tanta fuerza,pero tanto su máscara como sus cuernos seguían igual, intactos.—Vaya... Me esperaba más.  Bien, entonces... tendremos que hacer terapia.

—¿Terapia? ¿Qué es eso?

—Ya sabes, hablar de nuestros sentimientos, pero, más bien, de los tuyos. Quizás esa máscara es un reflejo de tus sentimientos encarcelados en ti, eso o es solo una suposición. —Apareció en sus manos una libreta y un boli.

—bien... ¿Cómo empezamos?—Ambos se sentaron en el césped

—Bien, pues... ______... ¿Quién eres? ¿Sabes algo de tu vida pasada?  O del ¿Por qué estás aquí?

—Yo soy... un ser existente... Que piensa y... ama... De mi vida pasada, solo hay emociones confusas, suelen ser negativas, aunque, algunas buenas...casi todo era horrible. No sé por qué estoy aquí, como he llegado aquí o desde cuando estoy aquí... Para mi los días, son horas, las horas segundos dentro de este mundo

—Ya, si, pero, ¿Te acuerdas realmente de algo?

—¿Debería?

—Eh.. Sí. Yo me acuerdo de todo antes de mi muerte...

—¿Cómo muriste? ¿Y cómo es que llegaste aquí?

—Yo... Yo... —Parecía estar agobiado, no suele contar su historia a nadie, ¿Por qué debería de contárselo a ella?— Eso a ti no te importa...Yo solo fui el primer test de su estúpido juego.

—¿Juego? ¿Enserio qué no quieres contármelo?

—Claro que no. Ni siquiera se lo conté a ella... —Al darse cuenta, se levantó de momento —Me voy. Búscate tu la vida de momento.

—¿Qué? ¡Espera! ¡No me dejes sola!— Nunca se había levantado tan rápido, sus piernas se estemecieron, casi cayendo al suelo, Ben no le importó y se fue. —¡No! ¡No quiero volver a estar sola!

A pesar de sus gritos, se quedó sola. Ella y el silencio.

Ella y su soledad volvían a encontrarse.

"Nunca sabré porque me duele tanto que se vaya..." pensó.

Otra vez sola.

Y llegó Ella [BEN DROWNED X READER]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora