La primera vez que se cuestionó acerca de las relaciones había sido a los tres años, donde con ojos grandes y expresión dudosa le preguntaba a su mamá ¿Qué es un papá?, durante años la pregunta la atormentaba y con un efecto mandela recordaba la respuesta de su madre. A los cinco años nuevamente se cuestionó la existencia de las relaciones, ¿Deberían existir besos? ¿Deberían existir los abrazos? Porque los había con su madre, y existían dentro de las relaciones entre sus compañeros, pero ¿Tendrían que existir en las relaciones afectivas de pareja?
Se quedaba bastante tiempo observando como ese hombre rodeaba con sus delgados brazos a su compañera, y si desviaba la mirada podía observar a dos mujeres besándose, despidiéndose de su compañerito de banca, había entendido que las relaciones eran complejas, y que no necesariamente necesitaba a alguien más que estuviera a su lado, despidiéndola o abrazándola porque su madre hacía eso, para ella era raro ver dos personas involucrarse en una crianza.
Aun así, sabiendo de las familias y de su diversidad no comprendía del todo, ¿Por qué era importante tener dos cuidadores a su cargo? ¿Las parejas eran indispensables? Su madre hacía todo lo que debería de hacer un padre, su madre se encargaba del dinero, de las compras, de las tareas del hogar, de las reparaciones, del estudio y de ella, y de muchas cosas más que a su corta edad le era difícil de hacer.
Conforme fue creciendo la variable seguía sin despejarse, ¿Para qué era indispensable alguien más? Hasta que noto a Utakata como parte de su vida; Se sentaban en el sofá y miraban películas, se ponían en la mesa y comían, no siempre entablaban conversaciones, no siempre se miraban a los ojos, pero ella lo notaba, tal vez era un tipo de papá, de aquellos que solo se aparecen de vez en cuando.
¿Eres mi papá? Recuerda que le había preguntado curiosa, pero no dejó que respondiera, "Porque si eres mi papá ¿Por qué no le das besos a mi mamá?" Aquel soltó una risa burlona, y su madre entro en ese momento hablando de muchas cosas inentendibles para alguien como ella, conversando con Utakata mientras este lavando los platos asentía.
Entonces...si hacía tareas de la casa y si estaba ahí presente ¿Significaba que era una especie de papá? Pero no el tipo de papá que al salir del preescolar te toma en brazos y te da un beso, o de ese tipo de papá que te ayuda con los proyectos de la escuela o va a los días de campo y se sube contigo a los juegos; Tampoco aquel que te canta antes de dormir, o aquel que revisa debajo de la cama para asegurarse que no haya animales raros o que alguien se meta por la ventana, supuso que era algún tipo, y que podía encajar en algún tipo de familia, tal vez no en la familia que tiene dos mamás o dos papás, o en la familia en la que te cuidan tus abuelos, o en la familia donde hay una mamá o un papá y muchas mascotas. Tampoco su familia se veía como la de los libros, o revistas o películas, no tenía hermanos, no tenía mascotas, ni una amiga cercana a ella y por supuesto su color de piel no era tan blanca como las familias de los libros, era más morena.
Y si miraba por la ventana no se vería un jardín extenso lleno de árboles y pasto, lleno de juegos para niñas de su edad, ella no podía dejar la bicicleta afuera, ni siquiera podía dejar sus zapatos porque al siguiente día no estarían ahí. Había vidrios en la cima de la pared, había protección en todos lados, evitando que se metieran los monstruos o los animales rabiosos, su casa estaba pintada con letras que no comprendía y la banqueta de su casa estaba rota, había grietas en medio de la calle, y pozos; Le habían comentado que eran las madrigueras de las mascotas de las hadas, pero ya tenía edad suficiente para saber que no era así. Su madre se había esforzado por mantener macetas, pero a los pocos días ya no estaban, le decía que les habían crecido pies y se habían ido, pero Sarada sabía que no era cierto.
Conforme iba creciendo había comprendido más cosas, como que los papás muchas veces estaban ausentes, porque así era su rol, solo estaban para dar dinero, pero ella no veía que Utakata le diera dinero a su madre, o a ella, tampoco veía que las sacara al parque, o que estuviera presente en casa, es como si solo fueran su madre y ella, pero ¿Y él? ¿Dónde quedaba?
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La propuesta
FanfictionCansada de su vida poco privilegiada, del sufrimiento de su amiga por sus relaciones románticas, de la violencia cotidiana en su entorno y por el constante cuestionamiento acerca de su nula interacción romántica, Sarada Haruno decide aceptar una pro...