Nadie se va

2 de octubre, 2015. 9:23 PM

Ana se sentaba en un círculo con el resto de sus amigas. El juego de verdad o reto se estaba haciendo aburrido para todos excepto Laura. Laura era una niña de cabello café y piel obscura, le apasionaba todo lo que tuviera que ver con chismes y alguna aventura digna de ser contada millones de veces, otra cosa que le encantaba a Laura era hacerle bromas a todos. Desde cosas pequeñas como sustos o cosas más grandes como lanzarles un globo lleno de huevos podridos. Entonces, claro, tenía los retos más atrevidos del grupo.

"¡Ana! ¿Qué acaso te aburro con mis retos para bebés? ¿Te gustaría algo más fuerte? ¿Qué pasaría si le hacemos algo a ese largo cabello rubio que tienes?" Laura le dijo y Ana lo considero por un momento, no quería que le hicieran nada a su cabello, pero quería hacer otra cosa.

"¿y si mejor hacemos algo más? No eres tú, Laura, pero es que ya me estoy aburriendo" Dijo Ana cuidadosamente, sabiendo que se podrían enojar con ella.

"Ana tiene razón. Tengo algunos juegos de mesa en mi casa." Dijo Irene. Irene era una niña pequeña, tenía el cabello negro y corto, tenía los ojos azul cielo, era una niña tímida y simpática. Irene se paró y se fue al cuarto de al lado.

"Tengo monopoly..." Gritaba ella desde la habitación de al lado. "Ajedrez... Bingo... jenga... Ouija..." No la dejamos terminar ya que todos gritaron "Ouija!". Se escuchó algo que se caía, Irene claramente se sorprendió y había tirado algo. Después de un tiempo vimos a Irene salir con la caja de Ouija.

"No estoy segura si deberíamos hacer esto..." Empezó Irene

"Vamos, no seas aguafiestas. ¿Si no lo vas a jugar, para que lo tienes?" Dijo Laura y Ana le mando una mirada penetrante.

"Laura, no le hables así" Ana le dijo

"Ah, claro. Ya se me olvidaba. Porque Irene es un angelito inocente, que siempre hace lo correcto." Laura continuó. Irene se veía incómoda y decepcionada. Laura la vio y dijo

"Perdón, lo admito, me he pasado. ¿Me perdonas?" Irene asentido con la cabeza y puso la caja en medio del círculo en el que estaban.

9:45 PM

Una vez que tenían todo listo, decidieron que Ana iba a ser la primera en 'hablar con un fantasma' porque ella fue la que había sugerido jugar otra cosa.

"¿Hay alguien con nosotras?" Pregunto Ana.

El oráculo se movió a 'sí'

"¿cómo te llamas?" pregunto Ana, otra vez.

El oráculo no se movió de su lugar.

"Tal vez no nos quiere decir eso" dijo Paula. Paula era una niña pelirroja, con ojos azul cielo y le importaba mucho sus amigos, aunque no lo mostraba. Ana asintió con la cabeza.

"¿Hay algo que le gustaría decirnos?" le pregunto Paula al espíritu.

"ay Paula, ¿porque eres tan directa? ¡Ni siquiera sabes si es hombre o mujer!" le dijo Laura.

"Pues, de hecho-"Empezó Paula y Laura le interrumpió.

"Olvídalo, sigamos con el juego." Dijo Laura exasperada.

Voltearon a ver la tabla y vieron que el oráculo se quedó en el sí.

"¿Que le gustaría contarnos?" pregunto Paula.

El oráculo se movió lentamente y con cuidado.

A-S-E-S-I-N-A-D-O

"Asesinado... ¿Fuiste asesinado?" pregunto Ana, quien, estando enfrente de la tabla, tenía une mejor vista a las palabras que ponía.